Traducciones adicionales por Magalis Cintrón Butler, M.A.
Digitalización y edición por el Dr. Luis A. García Nevares
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
Administración de Ajuste Agrícola
Washington, D.C.
14 de junio de 1934
El honorable
Secretario de Agricultura,
Washington, D. C.
Estimado señor Secretario:
Le adjunto a continuación el informe a la Comisión del Plan Puertorriqueño sobre la rehabilitación económica de la isla y, además, el plan para el reajuste del azúcar al amparo de la Ley Jones‑Costigan.
Muy atentamente,
C. E. Chardón,
Rector, Universidad de Puerto Rico.
Adjuntos
Informe de la Comisión del Plan Puertorriqueño
Introducción
El problema económico de Puerto Rico, en cuanto al pueblo en general se refiere, puede considerarse reducido a los simples términos de una disminución progresiva de terratenientes, un desempleo crónico y un crecimiento implacable de la población[1]. En un plan de reconstrucción fundamental se debe, por lo tanto, proyectar reducir definitivamente el desempleo hasta, por lo menos, un punto en que pueda resolverse por medio de agencias regulares de rehabilitación; lo cual puede conseguirse principalmente restaurando las tierras a sus cultivadores y desarrollando hasta el máximo las posibilidades industriales de la isla. Estos resultados no han de obtenerse, sin embargo, si el crecimiento de la población no puede ser detenido, o por lo menos reducido. Este último factor es de una importancia capital, puesto que, aun cuando se obtuviese una paridad aproximada entre la población y los empleos —en lo que a las ocupaciones agrícolas o industriales respecta— aquella no podría ser mantenida a menos que la proporción del crecimiento de la población pudiese sostenerse dentro del alcance del desarrollo económico ulterior. Parece ser, por lo tanto, muy deseable y probablemente imperativo que se prepare tan pronto como sea posible un programa de restauración y de desarrollo industrial combinado con un plan de emigración a ambientes adecuados. El desenvolvimiento de estos programas debiera, entonces, progresar tan rápido como pudiesen determinar los medios disponibles y la naturaleza de los problemas específicos.
Para fines de ilustración, podemos tomar las cifras de desempleo a que han llegado las oficinas locales de la Administración Federal de Auxilio de Emergencia. Se calcula por dichas oficinas que existen en Puerto Rico no menos de ciento cincuenta mil jefes de familia permanentemente desempleados, lo que representa cerca de la mitad de la población. Un estudio de las posibilidades podría determinar qué proporción de estos desempleados podría ser absorbido en cierto número de años por el máximo desarrollo industrial, según lo determinan el conocimiento y las condiciones actuales. El desempleo que subsistiera después de agotadas esas posibilidades de industrialización podría obviamente resolverse por la devolución de las tierras en pequeñas parcelas a los trabajadores agrícolas y por la emigración, la cual suministraría empleos en otras regiones. Aunque un plan científico para limitar la natalidad debe formar parte de cualquier plan de previsora trascendencia para Puerto Rico, no puede esperarse que el mismo resulte socialmente efectivo hasta que hayan sido substancialmente mejoradas las normas de vida y, en consecuencia, el sentido de responsabilidad de las masas populares. Ello sería probablemente efectivo para mantener reducida en el futuro la proporción de aumento, una vez que la población, en masa, haya comenzado a palpar el mejoramiento que haya de traer la reconstrucción económica.
Industrialización
No estamos en condiciones de hacer recomendaciones muy específicas en cuanto al desarrollo de nuevas industrias, puesto que este es un asunto que no ha sido investigado en Puerto Rico tan adecuadamente como ha debido serlo. Tenemos, desde luego, una cuantiosa masa obrera y todas aquellas pequeñas industrias que han podido ser fundadas y que han sobrevivido hasta la fecha parecen demostrar que el trabajador puertorriqueño es fácil de entrenar en nuevos oficios y vocaciones. Hasta ahora, hemos desarrollado unos cien millones de kilovatio‑horas de fuerza eléctrica y, en potencia, probablemente llegaríamos a doblar esa cantidad. Poseemos localmente materias primas baratas, tales como melaza para la manufactura de ron y, posiblemente, para la manufactura de combustible para motores; bagazo para rayón y materiales de construcción; piedra caliza y barro para la manufactura de cemento; algodón sea island para la manufactura de ciertos tejidos, etcétera. A una distancia razonable de Puerto Rico, desde el punto de vista económico, pueden hallarse materias primas, tales como maderas en Santo Domingo, pieles en Venezuela y Texas, etc., que pueden convertirse en productos acabados por la industria puertorriqueña; y contamos, naturalmente, con productos agrícolas, tanto animales como vegetales, que pueden ser sometidos al consiguiente procedimiento. Sería factible desarrollar otras industrias que, como las de géneros artísticos de lino, bordados a mano y prendas de vestir, solo requieren de Puerto Rico la contribución de sus obreros con su pericia y su espíritu directivo.
Al determinar un plan de industrialización para Puerto Rico, quizá, en muchos casos, el primer paso a considerar es el mercado local, si bien deberían proveerse instalaciones para el desarrollo de las exportaciones industriales. Muchos de los artículos que ahora se importan en Puerto Rico pueden ser —y debieran ser— producidos en la propia isla.
Con estos propósitos generales en perspectiva en cuanto a la industrialización se refiere, creemos que las siguientes medidas habrían de ser necesarias[2]:
- Abaratar de los créditos industriales en virtud de extender todas las concesiones posibles que en la actualidad están al alcance mediante la Corporación de Reconstrucción Financiera.
- Imponer rentas internas elevadas para ser disminuidas si se hace la inversión en nuevas industrias, según lo determine el gobierno y de acuerdo con las condiciones que el propio gobierno fije (incluidas en estas condiciones las que se refieren a los empleos), a fin de inducir a una gran parte del capital local asequible por las vías del desarrollo planeado. Las industrias deberían ser seleccionadas sobre dos principios fundamentales: mercados disponibles y preponderancia de las nóminas en el costo de funcionamiento.
- Proteger el mercado local mediante una tarifa local. A fin de evitar la posibilidad de que tal tarifa llegase a convertirse en un instrumento de explotación, podría instituirse con la condición de que las industrias protegidas fuesen consideradas, en lo referente a la limitación de las ganancias, como empresas de servicio público, concediéndoles quizá la elección entre no protegerlas ni limitarlas por una parte, y protección con limitación por la otra. Una tarifa local serviría también como palanca para abrir mercados exteriores, tanto para los productos de la industria puertorriqueña como para la agricultura puertorriqueña.
Tierras
El plan de la reducción de cosechas proveniente de la Ley del Azúcar probablemente resultará beneficioso para Puerto Rico, independientemente de la necesidad actual de la estabilización del mercado azucarero norteamericano, y también resultará probablemente una contribución valiosa para una política económica más racional del Caribe en sus relaciones con los Estados Unidos. Debe tenerse en cuenta, sin embargo, que un programa de reconstrucción para la isla comienza con la desventaja de una súbita reducción de ciento cincuenta mil toneladas de azúcar —con un valor aproximado de nueve millones de dólares—, lo que vendrá a aumentar la cantidad de desempleados en unos quince mil trabajadores. Parece muy deseable, por lo tanto, que la compensación para estas pérdidas inmediatas sea hecha en forma de reconstrucción permanente y no meramente en forma de pagos de beneficios transitorios. El plan que por la presente se somete propone la inversión del dinero disponible para compensación en la compra de plantaciones de caña y de centrales azucareras, dando las tierras así adquiridas a cambio de plantaciones marginales de caña y retirando caña de las fincas que ahora ocupan tales tierras, estableciendo así la subsistencia de las heredades. Los agricultores de las plantaciones marginales de caña serían de esta forma compensados con buenas plantaciones de caña en una proporción equitativa y los trabajadores que se quedasen sin empleo por virtud del retiro de la caña recibirían entonces las heredades. Estas heredades de subsistencia habrían de ser suficientemente grandes como para obtener de ellas una pequeña cantidad en efectivo a base de las cosechas, toda vez que los trabajadores que las adquiriesen no tendrían oportunidad de ganar salarios en la industria en condiciones inmediatas. Con esto se consiguen los propósitos máximos de compensación por la reducción del azúcar, pero se consigue, simultáneamente, mucho más.
En primer lugar, la compensación en tierras es, socialmente, mucho más eficiente que la compensación en efectivo, ya que este podría ser malgastado, convirtiendo nuevamente a los que la recibiesen en personas dependientes de la comunidad. En segundo lugar, la reducción de la caña sería permanente, en vez de transitoria. En tercer lugar, las centrales azucareras adquiridas en interés público funcionarían como centros mercantiles y posiblemente servirían como medida para establecer una recompensa más equitativa a los agricultores y trabajadores de la caña en toda la industria. Esta redistribución de ingresos, desde el factor industrial hasta el agrícola en la producción azucarera, no solamente abarcaría la tan retardada justicia económica a agricultores y trabajadores, sino que significaría positivamente la retención en la isla de una gran proporción de los millones que actualmente se escapan año tras año hacia el exterior en forma de ganancias excedentes de los absentistas[3]. Calculando la suma que en esta forma se retuviera en la isla en la cantidad conservadora de seis millones de dólares por año, esta suma por sí sola bastaría para responder de la nómina de no menos de quince mil trabajadores a base de salarios positivamente más altos que los que están recibiendo en la actualidad. Volvemos a decir que este es un cálculo conservador. A esto hay que agregar las actividades económicas estimuladas por la velocidad circuladora del dinero del trabajador. La hoja de balance del plan sugerido sería, en cifras tentativas, como sigue:
| Reducción de empleos, causada por la reducción en el azúcar | 15,000 |
|---|---|
| Trabajadores que derivarían sus medios de vida de las fincas de subsistencia establecidas en lo que eran anteriormente plantaciones marginales de caña | aproximadamente 17,000 |
| Trabajadores empleados en virtud de la retención, en la isla, de los seis millones de dólares en ganancias de absentistas | 15,000 |
| Reducción neta de desempleados | 17,000 |
En nuestro plan azucarero se calcula que este resultado puede obtenerse por el gasto de una suma aproximadamente igual al impuesto de elaboración de Puerto Rico, en el período de tres años que estipula la ley Jones‑Costigan.
Aun después de haber logrado esta importante mejora, nos quedaría aún por encarar el grueso del problema que afecta Puerto Rico. Es probable que no más de cincuenta mil trabajadores podrían ser utilizados en la industrialización más completa que podamos representarnos mentalmente. Agregando esta cantidad altamente especulativa a la cantidad total aproximadamente calculada de 17,000 ya especificada como el número de trabajadores que serían posiblemente empleados en el funcionamiento del plan azucarero, tendríamos un total de 67,000 para restar del número total de desempleados; y esto, no inmediatamente, sino en determinado período de tiempo. Comoquiera que el cálculo hecho por la Administración de Auxilios de Emergencia, en cuanto a nuestros desempleados, contando solamente los jefes de familia, asciende a ciento cincuenta mil, todavía tendríamos ante nosotros la tarea de ayudar a 83,000 trabajadores. Esto habría de conseguirse, en una gran proporción, por medio de la rehabilitación cafetera, frutera y tabacalera, pero principalmente en virtud de la emigración y del desarrollo de las heredades. La adopción de un esforzado sistema de cultivo del café, según se propone en otra parte de este informe, daría empleo a diez mil trabajadores adicionales. La proporción que podría incluirse a virtud, por una parte, de la emigración, y, por otra, del plan de terratenientes, habría de ser determinada después de tener un conocimiento específico de las posibilidades de la emigración a regiones adecuadas.
En relación con el plan azucarero que aquí se sugiere y con el plan general sobre las tierras, sería necesario obtener prontamente legislación adecuada en la que se prohíba a corporaciones, sociedades e individuos la compra o la obtención por otros medios de tierras cuya adquisición hiciera sobrepasar sus pertenencias a la limitación de quinientos acres. Esta restricción ha existido en la Ley Orgánica de Puerto Rico desde 1900 en lo que respecta a las corporaciones. No habiendo dispuesto de medios ni de procuradores generales interesados en ponerla en vigor, esta disposición de la Ley Jones ha sido ladinamente evadida o desatendida por completo. Probablemente resultaría en un grave peligro para la estabilidad económica de la isla un intento de hacer cumplir universalmente y de manera súbita esta disposición sobre la limitación de la propiedad de tierras, pero, para el futuro, una política restrictiva extensiva a sociedades e individuos tanto como a corporaciones es absolutamente necesaria en relación con el plan sugerido para el establecimiento de centrales públicas, lo que eventualmente podría usarse como una medida para garantizar un trato razonable a los colonos y a los trabajadores de la isla. La razón es esta: las centrales actualmente poseen sobre un promedio del 60% de la caña que muelen, un 40% de la cual es producida por los agricultores. En virtud del funcionamiento del principio de la medida que aquí se propone, se intenta que los agricultores obtengan un ingreso equitativo por la caña que suministren a las centrales. Estas, sin embargo, habrían de continuar derivando el ingreso completo producido por la caña que esté bajo su propia administración. Las ganancias para las centrales serían considerablemente mayores en virtud de la posesión de las tierras que en virtud de la compra de la caña a los agricultores. Por tanto, sería obvio el peligro de que las centrales tentasen a los agricultores, por medio de grandes ofertas, a venderles sus tierras a ellas, lo que invalidaría así el efecto que habrían de tener las centrales públicas que actúan como medida para compeler la retención en la isla de las riquezas en la propia isla producidas.
Café
El café es, desde el punto de vista del bienestar social, una cosecha muy deseable para Puerto Rico. Actualmente se encuentra en ruinas debido a los huracanes, al bajo precio y a la falta de instrumentos de crédito. Su producción en el pasado ha llegado frecuentemente a medio millón de quintales, y en la actualidad es de noventa mil quintales. Debe realizarse todo esfuerzo posible para rehabilitar esta industria.
Al decir que el café es una cosecha muy deseable para Puerto Rico, estamos considerando los siguientes factores: es el único producto agrícola de la isla que puede ser clasificado como inmejorable en calidad, siendo considerado como un producto de lujo en los mercados europeos; no depende de la política arancelaria de Estados Unidos; las tierras están más equitativamente distribuidas en el café, que en ninguna otra cosecha; las cosechas de frutas y productos alimenticios pueden trabajarse simultáneamente con la del café; ya que crece bajo sombra, la protección de estas tierras tiene un efecto importante en la desviación de las aguas, y, por consiguiente, en la forestación y en la fuerza hidroeléctrica; y no compite con producto alguno de los Estados Unidos.
Desde un punto de vista social y técnico, la rehabilitación del café requiere: seguros baratos contra huracanes; créditos de producción baratos; fertilizantes baratos, reforestación y desarrollo de semilleros para hacer lo más rápidas posible la actual y las futuras rehabilitaciones después de los huracanes; y alguna disposición en virtud de la cual los trabajadores del café reciban el uso o el título de propiedad de hogares y de pequeños predios a cambio de su labor pagada con los fondos de la reconstrucción. Los agricultores de café están ahora en una situación económica tan apurada que escasamente pueden atender el pago de sus nóminas; los trabajadores del café, sin tierras y sin empleo, están sujetos a la ayuda de la caridad.
El café necesita también de una práctica campaña educativa que resulte en la adopción de un intenso sistema de cultivo y fertilización con el que se obtenga un aumento en la producción total de las cosechas, una reducción en el costo de estas y mayor número de empleos.
Desde el punto de vista comercial, debe realizarse todo esfuerzo posible para obtener nuevamente los mercados perdidos por el momento debido a la escasa producción. Los acuerdos comerciales en favor del café puertorriqueño, negociados por el Departamento de Estado con Italia, España, Francia, Alemania, etc., asegurarían probablemente la reobtención de los mercados que el café puertorriqueño ha perdido. A la vez que se trate de aumentar la producción a su antiguo nivel, deben adoptarse disposiciones para su negociación en el mercado.
Frutas cítricas
Una industria de frutas cítricas muy próspera fue desarrollada en Puerto Rico en años recientes, principalmente por americanos continentales. Este grupo, que ha ofrecido una importante contribución a la economía puertorriqueña y a nuestros métodos agrícolas y cooperativos debe recibir toda la ayuda posible en un programa de reconstrucción. Sus necesidades primordiales en el momento presente son similares a las de los agricultores de café, sin embargo, es el costo excesivo de los embarques lo que probablemente afecta a los fruteros de una manera más desastrosa que a cualquier otro grupo.
Tabaco
El tabaco es otra cosecha puertorriqueña que ha gozado siempre de cierta reputación de calidad. Esta reputación ha sido considerablemente perjudicada en los últimos tiempos debido a unos cuantos factores que involucran el mecanismo de la manufactura y de la obtención de mercados. El actual programa de reducción en las tierras dedicadas al café parece estar dando buenos resultados. Aparte de las necesidades comunes a toda la agricultura puertorriqueña, ya mencionadas en relación con otras cosechas, quizá las medidas más importantes que deban adoptarse en favor del tabaco sean el fortalecimiento de las instalaciones cooperativas y el establecimiento de una agencia central de ventas. También existe una gran necesidad de una labor de investigación en cuanto al mejoramiento de las variedades y a los procedimientos de cultivo.
El aumento de empleos que resulte de la rehabilitación de las industrias cafetera, tabacalera y de frutas cítricas habría de ser, desde luego, deducido del número de desempleados del que no se podría disponer excepto mediante la emigración.
Emigración
Hay muchos puertorriqueños que se están ganando la vida con éxito, en los Estados Unidos continentales, en la República Dominicana y en las Islas Vírgenes. Sin embargo, las emigraciones organizadas no han tenido, generalmente, éxito en el pasado. Esto quizá pueda ser atribuido al hecho de que para las emigraciones organizadas en el pasado no se ha previsto la obtención de un medio ambiente similar ni de condiciones adecuadas. Contingentes de puertorriqueños han sido llevados como trabajadores a Georgia, Arizona y Hawái. De estas emigraciones, solamente la que se hizo a Hawái demostró tener éxito parcial, y este quizá haya de ser atribuido a cierta similitud en las condiciones de trabajo y en el medio ambiente.
La emigración, sin embargo, puede que eventualmente resulte imperativa dentro de cualquier plan bien coordinado para mejorar las condiciones económicas de Puerto Rico. Deben explorarse las posibilidades de proyectos de colonización en masa en regiones poco pobladas de países tropicales similares a Puerto Rico, no solamente similares en clima, sino también en idioma, religión, base racial, tradiciones y cultura.
Estos emigrantes deben ir a establecerse en las tierras que se les asignen, no a ser explotados como trabajadores bajo salario. Probablemente sería una gran ayuda si con ellos pudiera llevarse una parte de la organización de sus hogares y de su medio ambiente: sacerdotes, ministros, maestros de escuela y trabajadores sociales que les fuesen conocidos, y, quizás, superintendentes generales nativos de Puerto Rico que pudieran ser investidos por algún tiempo con el rango de funcionarios consulares de Estados Unidos. La República Dominicana, Cuba y Costa Rica son sugeridas como países vecinos que tienen regiones poco pobladas y que ofrecen condiciones más aproximadamente parecidas a las que se obtienen en Puerto Rico. También podría tratarse con Venezuela y Brasil. Tenemos entendido que se necesitarán trabajadores del exterior en la construcción de la línea ferroviaria panamericana que cruzará América Central y que se dará a esos trabajadores la oportunidad de establecerse a lo largo de dicha vía. Muy bien podrían emplearse trabajadores puertorriqueños, que subsiguientemente quedaran allí establecidos, en relación con este proyecto.
Las sugerencias y recomendaciones que contiene este informe las exponemos con la convicción de que Estados Unidos, bajo la actual administración, ha de colocar en todo tiempo el bienestar del pueblo puertorriqueño por encima de los intereses de grupos particulares y de que el único interés que ha de ser reconocido como merecedor de especial preferencia en este caso es el prestigio de la nación norteamericana como tal, en relación con el desarrollo de una política económica racional y equitativa en el Caribe. Como resultado de los planes sugeridos, es probable que Estados Unidos pierda temporeramente alrededor de un 15% de su comercio con Puerto Rico. Esto representaría, dentro de las cifras actuales, una pérdida de quizá $10,000,000 al año para los exportadores norteamericanos[4]. Un aumento de empleos y de la prosperidad en Puerto Rico con seguridad satisfará esta pérdida en un número de años por medio de un aumento en nuestra capacidad adquisitiva, lo cual de inmediato resultaría en un aumento en el comercio con la metrópoli. Pero, aun asumiendo que aquella pérdida no fuera satisfecha, debe tenerse en cuenta que Puerto Rico se dirige a una grave catástrofe social que difícilmente podría ser pospuesta por más de veinte años a menos que se realice una actividad fundamental. La cuestión, en consecuencia, oscila entre la posible pérdida de varios millones para los exportadores norteamericanos y la certeza práctica de un caos social en Puerto Rico. Independientemente por completo del hecho de que tal caos significaría una pérdida económica mucho mayor para Estados Unidos, sino puramente como un problema de responsabilidad y de humanidad, es muy pequeña la duda que pueda existir en cuanto a la forma en que el pueblo norteamericano ha de desear que este problema sea decidido, o en cuanto a cómo habrán de decidirlo los grandes estadistas norteamericanos, una vez que estén convencidos de esta realidad.
Uso del excedente de azúcar
El problema más urgente que ha de ser resuelto de una manera satisfactoria para la isla es el uso del excedente de azúcar de la presente cosecha o las operaciones financieras relacionadas con el mismo.
A continuación, damos nuestro cálculo de este excedente:
| Cosecha calculada | 1,050,000 t | |||
|---|---|---|---|---|
| Cuota azucarera (según la Ley del Azúcar) | 803,000 t | |||
| Consumo local | 57,000 t | |||
| Probable traspaso en los campos | 20,000 t | |||
| -880,000 t | ||||
| Excedente | 170,000 t | |||
| Valor calculado, a razón de cincuenta dólares por tonelada: $8,500,000 | ||||
El uso de este excedente por medio de compras directas para auxilios, por medio del “financiamiento” federal o por ambos medios debe ser resuelto urgentemente, toda vez que esta cantidad de azúcar llamada comúnmente “congelada”, está afectando de modo muy severo el crédito de la isla y ha desmoralizado grandemente las transacciones comerciales, según queda evidenciado por el radiograma que se reproduce a continuación:
Para el general Blanton Winship, Gobernador de Puerto Rico, al cuidado del Negociado de Asuntos Insulares, Departamento de Guerra, Washington, D. C. Además de nuestra conversación con referencia a la situación azucarera relacionada con el programa de esta oficina, deseo informar lo siguiente. Todas las asociaciones de distrito para empréstitos de producción a los colonos han sido organizadas y tres de ellas han enviado para su aprobación los documentos para establecer las relaciones de descuentos con el Banco Federal de Créditos Intermediarios de Baltimore. Serán enviados otros para aprobación tan pronto como la incorporación sea aprobada por Baltimore y Washington. Mientras tanto, los colonos que han estado cultivando su próxima cosecha con sus liquidaciones se encuentran obstaculizados pues diversas centrales han notificado a los colonos que no se hará ninguna nueva liquidación de azúcar en exceso de su proporción individual dentro de la cuota. En vista del hecho de que la nueva cosecha de retoños tiene que ser cultivada inmediatamente, los colonos solicitan de nosotros empréstitos de producción, los cuales, naturalmente, no podemos conceder hasta que hayamos completado las relaciones entre las asociaciones locales y el Banco Federal de Créditos Intermediarios, lo cual estamos apresurando por nuestra parte con la mayor rapidez posible. Otro problema es que muchas centrales están tratando de establecer sus propios presupuestos con los bancos comerciales, y están a la expectativa por saber si nosotros estaremos haciendo préstamos de producción para el 15 de junio ya que ellas deben terminar para dicha fecha sus arreglos financieros, y han notificado a sus colonos que no serán firmados contratos de refacción después del 15 de junio. Esto coloca sobre nosotros la responsabilidad de dar, tanto a los colonos como a las centrales, alguna seguridad en cuanto a cuándo podremos realmente comenzar a conceder préstamos para producción. Enfrentaremos otro problema tan pronto como estemos listos para conceder los préstamos, en el sentido de que necesariamente será requisito para nuestra garantía un contrato satisfactorio de molienda, y existe entre los colonos mucha incertidumbre acerca del tipo de contratos de molienda que van a ser ofrecidos. Todos estos puntos son de absoluta necesidad para el problema azucarero, y requieren el establecimiento de una autoridad definida en las disposiciones sobre la industria azucarera, a fin de que nosotros podamos trabajar rápidamente con la debida seguridad tan pronto como sean aprobados los documentos para nuestras asociaciones locales de crédito. Le estimaré que aclare usted estos puntos con los superiores en Baltimore y Washington. – Corporación de Créditos sobre Producción de Baltimore, Miles H. Fairbanks, Representante en Puerto Rico.
Otro radiograma, que también transcribimos a continuación, ha sido recibido de los representantes comerciales de la isla, y describe una situación todavía más difícil:
Gobernador Blanton Winship, Negociado de Asuntos Insulares, Departamento de Guerra, Washington, D. C. – Los representantes de todos los intereses se han reunido en asamblea esta tarde para considerar la situación extremadamente grave creada por la incertidumbre con respecto a las futuras negociaciones agrícolas, y han votado, por unanimidad, que se llame la atención de usted hacia la difícil y peligrosa situación de las condiciones generales que prevalecen hoy en los negocios en la isla debido a la práctica suspensión de actividades que ha resultado de la continuada incertidumbre en cuanto al uso del excedente de la cosecha de azúcar de 1934. La situación va siendo más seria cada día que pasa. Los negocios, la industria y la agricultura en general se ven impedidos de continuar funcionando debido a la imposibilidad de realizar planes bien fundados hasta que se haga una declaración definida. Las agencias financieras federales rehúsan considerar las solicitudes de préstamos mientras los asuntos arriba expuestos no sean definitivamente decididos. Consideramos esencial, a fin de mantener la estructura social y evitar el peligro inminente de un caos, que no salga usted de Washington hasta que se tome alguna acción que provea los medios de continuar las actividades locales sin interrupción. El desempleo aumenta en proporciones alarmantes, y millares de trabajadores, suspendidos porque los patronos no pueden retener sus servicios, marchan en parada por toda la isla, y exigen trabajo y no caridad. – Filipo L. de Hostos, Presidente de la Asamblea y de la Cámara de Comercio de Puerto Rico. Ramón Aboy Benítez, Presidente de la Asociación de Productores de Azúcar de Puerto Rico. Rafael Carrión, Asociación de Banqueros de Puerto Rico.
A fin de poner un alto inmediato a la posibilidad de un colapso en los negocios de la isla, debe, por todos los medios, darse preferencia a esta cuestión, que es muy urgente y apremiante en los actuales momentos.
Nuestro comité, por tanto, propone la compra de cien mil toneladas del azúcar excedente para propósitos de ayuda en la metrópoli.
El gobernador W. I. Myers de la Administración de Créditos Agrícolas ha sugerido la siguiente solución para disponer del excedente adicional de azúcar: que los bancos locales negocien el excedente azucarero a un precio razonablemente inferior al precio del mercado mundial y que la Corporación de Créditos sobre Mercancías asuma el necesario riesgo adicional para aumentar el crédito hasta un precio que sea razonablemente más bajo que el que existe en el mercado de la metrópoli; otra alternativa sería la de que los bancos locales negociaran el azúcar hasta un límite razonable por debajo del precio en la metrópoli, y que la Corporación de Créditos sobre Mercancías garantizase el riesgo adicional. Esto, sin embargo, requiere acción especial por parte del presidente, y se recomienda urgentemente que este asunto sea llevado a su consideración
Plan para el reajuste del azúcar y para la reconstrucción económica parcial de Puerto Rico
Notas de introducción
Nuestro comité sustenta el criterio de que al formular planes para la aplicación de la Ley Jones‑Costigan a Puerto Rico es necesario tomar en consideración la condición económica general de la isla. El mero objetivo de reducir la producción de azúcar que persigue la ley podría cumplirse al igual que se hace en el continente, compensando a los agricultores y a los trabajadores por las pérdidas en sus cosechas y por el desempleo que cause la reducción del azúcar durante los tres años que estará en vigor la ley. Nos ha parecido, sin embargo, que puede formularse un plan por virtud del cual los males económicos que durante largos años ha padecido nuestra isla podrían aliviarse en forma permanente —aunque solo parcial— utilizando el producto del impuesto de elaboración en beneficio de la agricultura en general. Un plan dirigido a proveer mejoría permanente puede funcionar con casi los mismos gastos y el mismo coste que tendría un plan que proveyese únicamente ventajas de carácter temporero o pasajero. Con miras a conseguir este más amplio objetivo social, hemos preparado el proyecto adjunto.
Entre los más serios problemas de Puerto Rico figuran los siguientes:
- El beneficio inadecuado que derivan de la industria azucarera los agricultores y los obreros.
- La fuga anual de varios millones de dólares como resultado del absentismo y del latifundio.
- El rápido proceso de desaparición de los pequeños agricultores, absorbidos por las grandes corporaciones.
- La insuficiente producción de alimentos.
Ha sido nuestra intención atacar estos problemas en relación con la política de reducción del azúcar que sustenta la Administración y tratar de conseguir su solución parcial correlativamente con dicha política. La ocasión que ahora se nos presenta es única en nuestra historia.
La compensación que se hiciese pagando a los agricultores las sumas de dinero que dejasen de percibir por concepto de ganancias no recibidas y pagando a los obreros las que dejasen de percibir por conceptos de jornales no devengados, sin duda alguna, sería justiciera para los agricultores y obreros que resultasen afectados por las disposiciones de la ley y su vigencia de tres años. Sin embargo, la compensación en la forma que aquí se propone, esto es, mediante una política económica de vasto alcance sería igualmente justiciera para los agricultores y obreros afectados en particular y, además, compensaría a la comunidad puertorriqueña en general como resultado de la merma y mejoraría las condiciones económicas de la masa de nuestro pueblo.
Nuestro plan abarca las siguientes proposiciones: (1) adquirir cierta cantidad de acres de tierras buenas para caña; (2) adquirir y operar las centrales azucareras radicadas en las tierras que se compren; (3) permutar las tierras buenas así adquiridas por tierras marginales de caña; (4) retirar de estas tierras marginales la caña de cultivo; (5) disponer de estas tierras marginales, distribuyéndolas en forma de pequeñas granjas de subsistencia entre los obreros que se queden sin trabajo por el retiro de la caña, con el propósito de que dediquen esas tierras a la producción de alimentos; (6) administrar las centrales, propiedad del gobierno, sobre la base de devolver a los colonos en azúcar el producto íntegro de sus cañas, a condición de que los colonos compartan equitativamente con los obreros el aumento en las ganancias; (7) adoptar, de acuerdo con la experiencia que se obtenga en el funcionamiento de las centrales públicas, una norma de conducta o criterio que garantice con el tiempo idéntico trato a los colonos y obreros en toda la industria azucarera; (8) dedicar los beneficios que produzcan las centrales públicas —beneficios que no deberán exceder el margen de beneficios permitido a las corporaciones de servicios públicos— a proseguir la labor de reconstrucción; (9) construir hogares adecuados para los nuevos agricultores y, en tanto sea posible, para los obreros de las centrales públicas; (10) proveer adecuada educación agrícola a 16,000 obreros que se establecerán en las granjas de subsistencia.
De este modo, los agricultores que cultivan caña en tierras marginales quedarán compensados al recibir, a cambio de sus tierras marginales, tierras buenas para el cultivo de la caña y los obreros quedarán compensados al serles asignadas pequeñas granjas de subsistencia en las que podrán cosechar productos para su alimentación, así como también productos para la venta. La reducción en la producción de azúcar que persigue la Ley Jones‑Costigan quedaría asegurada no durante tres años, sino permanentemente, y los agricultores y los obreros afectados por la ley quedarían debidamente indemnizados, no por tres años, sino permanentemente. El objetivo de reducir la producción de azúcar que anima la ley quedaría cumplido. Además de esto, no hay duda de que se derivaría varias ventajas de importancia, entre ellas las que se enumeran a continuación: (1) los colonos que antes trabajaban tierras marginales con algún o ningún beneficio trabajarían ahora tierras apropiadas para el cultivo de caña; (2) los obreros que antes trabajaban un promedio de ciento cincuenta días al año y que cobraban jornales de sesenta a ochenta centavos por día quedarían convertidos en agricultores independientes que trabajan el año entero en sus propias tierras; (3) la producción de alimentos aumentaría, lo cual colocaría a la isla en mejores condiciones para sostenerse por sí sola; (4) un área considerable del monopolio de las tierras quedaría dividido, lo que contribuiría a equilibrar la estructura social de la isla; (5) al asegurar ganancias íntegras a los agricultores y obreros relacionados con la industria azucarera, se quedarían en la isla varios millones de dólares que actualmente se fugan de Puerto Rico por concepto de beneficios a absentistas, y esto ejercería la consiguiente influencia saludable sobre el estándar de vida de nuestro pueblo y sobre las posibilidades para el desarrollo económico de toda la comunidad; y (6) las ganancias producidas por las centrales públicas constituirían una fuente permanente de ingreso que podría dedicarse a fomentar el bienestar social. De esta manera, quedarían parcialmente resueltos varios de los principales problemas de Puerto Rico y se habría logrado algo más fundamental que la simple indemnización la merma en la producción azucarera.
El costo que estimamos necesario para el desarrollo de este plan no excederá en mucho el producto del impuesto de elaboración que se devolverá a Puerto Rico durante tres años. El impuesto producirá más de veinticuatro millones de dólares. Desarrollar el plan arriba esbozado y cuyos detalles se consignan en las páginas que siguen, costaría únicamente de treinta a treinta y tres millones de dólares.
Las ventajas que ofrece este plan sobre aquel que se reduce a pagar compensaciones por los beneficios dejados de recibir son tan obvias que nos parece que su adopción dependerá únicamente de su factibilidad. Hemos estudiado muy cuidadosamente los problemas relacionados con la administración de las haciendas de caña, con la organización de cooperativas agrícolas controladas por el estado, con los créditos directos para la producción y con las posibilidades que para el cultivo de alimentos ofrecen las tierras marginales en las que ahora se cultiva caña de azúcar.
Abrigamos la convicción de que el plan puede llevarse a la práctica con éxito, sujeto a la condición esencial de que permanezca fuera del alcance de las influencias políticas. La tecnología azucarera ha realizado notables progresos en la isla en manos de los nativos. Debe darse una oportunidad ahora, bajo el plan, a nuestros expertos técnicos para que sirvan a los intereses sociales de Puerto Rico en vez de a los intereses de un pequeño grupo.
El plan
Propósito
Cooperar en un programa general para estabilizar el precio del azúcar y para mantenerlo —a través del debido ajuste de oferta y demanda— en un nivel de condiciones económicas provechosas en que rinda lucro. Distribuir más equitativamente los beneficios de la industria entre los centralistas, los colonos y los obreros. Abandonar permanentemente el cultivo de caña en las tierras marginales dedicando estas a la agricultura diversificada, muy en particular a la producción de alimentos.
Objetivo inmediato
Reducir la producción de azúcar de Puerto Rico de 1935 a 865,000 toneladas.[5] Esta cifra representa una reducción de 150,000 toneladas.
Método
Proponemos la compra de varias centrales azucareras y sus tierras con capacidad total para producir 250,000 toneladas de azúcar. Se hará la compra utilizando el producto del impuesto de elaboración que se cobra sobre el azúcar que se consume en el continente. Las centrales serán arrendadas a una corporación cuasipública que las operará como manufactureras de caña de azúcar; las tierras serán permutadas por las marginales que poseen los colonos en todas partes de la isla y que dedican al cultivo de la caña de azúcar.
Organización temporera para la compra de las centrales
Para efectuar la compra de estas centrales y para disponer de sus tierras, conforme luego se descubrirá, se establecerá una organización temporera que se designará con el nombre de Junta de Tasación. Esta junta consistirá en dos secciones:
- División de Equipo y Central, cuyo personal lo compondrán un ingeniero químico, un ingeniero mecánico y un ingeniero civil, todos ellos con experiencia en la elaboración de azúcar.
- División Agrícola, cuyo personal lo compondrán no menos de tres agrónomos, un tecnólogo de suelos y un ingeniero civil, todos ellos con experiencia en el cultivo de la caña de azúcar. Un experto contable será miembro de ambas divisiones.
Las tasaciones y recomendaciones de esta junta serán sometidas a la Junta General o a los oficiales encargados del programa económico general para reconstrucción de Puerto Rico a los efectos de que tomen la acción correspondiente. Los miembros que se seleccionen para integrar la Junta de Tasación pueden ser funcionarios del gobierno o personas particulares a quienes se emplee con carácter temporero para rendir esta labor. La División de Equipo y Central de la Junta de Tasación puede quedar disuelta inmediatamente después de la compra de las centrales, pero la División Agrícola debe continuar la tarea de tasar las fincas de aquellos colonos que deseen permutar sus tierras por las compradas a las centrales, según más adelante se explicará.
Procedimiento
Corporación cuasipública
Es indispensable para el éxito de este plan que su funcionamiento se haga mediante un sistema que garantice una organización estable, seria y eficiente. Para esto, es preciso que se le mantenga absolutamente libre de influencias políticas. Toda vez que contamos en la isla con personal técnico experto, no cabe abrigar duda alguna respecto a la viabilidad del plan.
Este puede ponerse en práctica satisfactoriamente a través de la creación de una corporación cuasipública, similar a la incluida en el plan del doctor Taussig para Islas Vírgenes. En el Apéndice G aparece la carta constitutiva de la Compañía de las Islas Vírgenes que tiene el control de la industria azucarera de Santa Cruz.
El Secretario de Agricultura organizará la United Puerto Rico Company con un capital autorizado de $30 que se distribuirá en tres acciones de $10 cada una; el Secretario de Agricultura recibirá una de las tres acciones; el Secretario del Interior recibirá otra, y el Gobernador de Puerto Rico recibirá la tercera, como representante del Presidente de Estados Unidos. Estos accionistas seleccionarán una junta de directores que constará de siete miembros, y la junta a su vez seleccionará el jefe ejecutivo o gerente. La United Puerto Rico Company comprará y operará las propiedades, incluidas las centrales, tierras, equipo, granjas de subsistencia, etc., y las poseerá en fideicomiso para el Pueblo de Puerto Rico.
Los detalles adicionales de carácter legal con respecto a la propuesta corporación cuasipública serán atendidos y preparados por los consejeros jurídicos del Departamento de Agricultura en colaboración con abogados de Puerto Rico que conozcan los tecnicismos de nuestra Ley de Corporaciones.
Las centrales y su operación
Las centrales que se compren serán operadas por la corporación cuasipública como manufactureras únicamente. Las centrales cobrarán a los colonos de caña el costo de manufactura, incluidos los gastos de depreciación y conservación, y reservarán para el caso de emergencias, para nuevas construcciones y/o para un programa adicional de reconstrucción una suma que no excederá el ocho por ciento de la tasación fijada a la central, incluido su equipo. Todos los beneficios que rinda la industria, a excepción de lo especificado anteriormente, corresponderán íntegramente a los colonos.
Las centrales operarán toda la maquinaria e implementos de labranza, establecerán semilleros y campos de experimentación, dirigirán los centros de colonias que serán descritos más adelante y desempeñarán para los colonos cualesquiera otros servicios que los colonos soliciten y cobrarán por todos los servicios el costo a base de prorrata. Los salarios de los empleados y los obreros de las centrales se determinarán de conformidad con el precio del azúcar, de manera que ellos participarán de los beneficios de la industria.
Tierra y colonos
Las tierras apropiadas para el cultivo de la caña que se adquieran por compra serán segregadas en pequeñas parcelas de distintas áreas, hasta cien acres, con un promedio de cincuenta acres y serán ofrecidas en permuta a los colonos que cultiven tierras marginales, dependiendo el tipo de cambio o proporción de las condiciones y fertilidad de cada tenencia en particular. Estimamos que, como promedio, esta proporción será de dos acres de tierra marginal por un acre de tierra no marginal. Al efectuar la permuta de tierras se debe observar como regla inflexible la de no permitir que las corporaciones se aprovechen de este plan y la de no permitir que persona alguna —natural o jurídica— reciba más de ciento cincuenta acres.
A personas que tengan conocimiento y experiencia agrícolas debe permitírseles que compren hasta cien acres de tierras buenas bajo un plan de pago a largos plazos. Se hace esto a fin de que los actuales mayordomos y los trabajadores agrícolas de las centrales que sean compradas puedan convertirse en colonos o cosecheros de caña, toda vez que ellos figuran entre los más expertos y eficientes productores de caña.
Las hipotecas o las deudas garantidas con tierras marginales pueden ser traspasadas a las nuevas tenencias de tierras buenas. Pueden hacerse arreglos también con las agencias de crédito agrícola federal para que estas se hagan cargo de los gravámenes que pesen sobre las tierras marginales.
Los pequeños colonos así establecidos, junto con los actuales colonos de las centrales, serán los cosecheros de caña de las centrales. Se les organizará en cooperativas de producción y de mercado para que obtengan crédito de las agencias de crédito agrícola que pronto se hallarán en operación en la isla. Se hará anticipos a los colonos para que construyan sus hogares en los centros de colonias. Estos anticipos devengarán interés a bajo tipo y serán pagaderos en un período de cinco a diez años.
Estimamos que con la ventaja de financiar sus cosechas con dinero obtenido a bajo tipo de interés, con la compra de abonos y materiales a través de las cooperativas, con el cultivo en grande escala y mediante el uso de implementos de labranza, con la adecuada orientación técnica y con la molienda de la caña al costo, los colonos percibirán en la ganancia bruta que les produzcan sus cosechas, un aumento por lo menos de veinte a treinta por ciento por sobre lo que reciben en la actualidad. Los colonos que en virtud del plan sean trasladados de tierras marginales a tierras no marginales aumentarán su ganancia neta en grado considerable, dependiendo todo de las circunstancias individuales.
Estimamos que los terrenos que se adquieran en la compra de las centrales se distribuirán en la siguiente manera:
| Tierras de caña no marginales (buenas) | 38,000 acres | |
|---|---|---|
| Tierras marginales | 12,600 acres | |
| Tierras de pastos | 15,000 acres | |
Seis mil acres de tierras no marginales deben ser reservadas para fines de experimentación y de selección de semilleros, y para la venta directa a mayordomos y agricultores que tengan experiencia en el cultivo de la caña de azúcar.
Al permutar el resto de las tierras no marginales en proporción de dos por una más los 12,600 acres de terrenos marginales recibidos en la compra, tendremos un total de cerca de 76,000 acres de tierras marginales de caña para ser divididas en pequeñas granjas de subsistencia, en la forma que luego se expondrá.
Obreros
Bajo este plan los obreros serán tratados en dos formas:
Jornaleros
Un grupo continuará como jornaleros. Los jornales de estos obreros se determinarán de acuerdo con el precio del azúcar y con un examen del costo de producción, examen que habrá de realizarse bajo la dirección de la Junta General. Las condiciones de vida de los obreros serán mejoradas en la forma siguiente:
Centros de colonias
Las tierras de los colonos serán agrupadas en colonias o distritos de cultivo. En cada colonia se seleccionará una faja de terreno cuya área variará en cada caso y en este trecho radicará el Centro de la Colonia. En los centros de colonias, las centrales edificarán almacenes para los abonos y los implementos agrícolas, talleres mecánicos para la reparación de camiones, tractores y demás equipo, salas de emergencia, centros sociales, casas para escuelas, etc. Las fajas de tierra dedicadas a centros de colonias serán subdivididas en unas pocas parcelas de un acre y en mayor número de parcelas de un cuarto de acre. Las parcelas de un acre serán vendidas a aquellos colonos que deseen construir sus hogares en los centros de colonias con el fin de aprovecharse de las instalaciones que estos ofrecen. En las parcelas de un cuarto de acre las centrales edificarán pequeñas casas de cemento que serán arrendadas a los jornaleros mediante pago de cánones nominales.
Los centros de colonias estarán provistos con sistema de acueducto, comunicación telefónica con la central y caminos rurales que empalmen con el sistema principal de carreteras de la isla. Una trabajadora social estará encargada del Centro Social y de la sala de emergencia de cada colonia.
La administración y conservación de los centros de colonias estarán bajo el control de las centrales, y estas cobrarán a los colonos los servicios que les proporcionen.
Calculamos que para remodelar las instalaciones hoy existentes de manera que ellas puedan utilizarse en los centros de colonias y para erigir los nuevos edificios y las estructuras necesarias para el desarrollo de esta fase del plan será necesario construir aproximadamente 6,000 nuevas casas pequeñas en cerca de cuarenta centros de colonias. Será preciso, además, gastar alrededor de $20,000 en cada centro con destino a acueducto, centro social, sala de emergencia y vaquerías. El costo total de estas mejoras ascenderá a $2,600,000.
Colonizadores en las pequeñas granjas
El otro grupo de obreros será seleccionado para que vaya a establecerse como colonizador en las pequeñas granjas que serán establecidas en las tierras marginales retiradas al cultivo de caña. El procedimiento a seguir será este:
Granjas de subsistencia
Las tierras marginales que se obtengan por permuta más de veinte mil acres que se compren a los grandes terratenientes (a $50 por acre) serán divididas en pequeñas granjas o fincas con un área aproximada de diez acres. En estas granjas se constituirán pequeñas casas de hormigón armado de cuatro habitaciones y con cobertizos para los animales de la finca. Serán provistas con por lo menos una vaca, cerdas, conejos y aves de corral. Estas granjas de subsistencia se venderán a largos plazos a ciertos obreros que se seleccionarán cuidadosamente.
El hormigón armado es el único material de construcción que resiste los inconvenientes de nuestro medio. Los huracanes, los terremotos, la polilla y las condiciones atmosféricas hacen indeseables todos los demás materiales de construcción.
Las granjas se agruparán en número aproximado de doscientos cincuenta, de acuerdo con las zonas y regiones, y cada grupo estará servido por una Granja Central de Servicio bajo la dirección de un técnico agrónomo quien ayudará a los pequeños estancieros instruyéndoles sobre los métodos modernos de cultivo y la crianza de animales. En cada Granja Central de Servicios habrá almacenes y frigoríficos, implementos agrícolas especiales que serán arrendados a los estancieros a un costo nominal, así como también animales de pura raza que podrán usarse como padrotes para mejorar la raza de las crías de la región. Habrá también instalaciones educativas a través de un sistema adecuado que ofrecerán instrucción práctica de labranza.
Hay actualmente en poder de pequeños colonos una considerable proporción de tierras marginales cuya área de tenencia fluctúa entre uno y veinte acres. Se ofrecerá a estos colonos la oportunidad de variar su estatus convirtiéndose en estancieros y se les dará la debida ayuda bajo este plan.
Todos los demás agricultores podrán aprovecharse de las ventajas de la Granja Central de Servicio siempre y cuando los estancieros o granjeros sean atendidos con preferencia.
| Diez acres a $50 por acre | $500 | |
|---|---|---|
| Casa para el estanciero | 300 | |
| Cobertizo para los animales | 50 | |
| Animales: | ||
| 1 vaca | 75 | |
| 2 cerdas | 25 | |
| Conejos y aves de corral | 10 | |
| Equipo y bueyes de trabajo para cada tres estancias | ||
| 1 pequeño arado 1 trilla 1 par de bueyes de trabajo |
Valor total – $120 | $40 |
| Costo total estancia | $1,000 | |
Formas de pago: sistema de pago a largos plazos extendidos en un período de veintitrés años. Exención de pago de contribución sobre la propiedad durante los primeros cinco años. Pago de interés al dos por ciento desde el primer año en adelante.
| Construcciones: | ||
|---|---|---|
| Casa para el agrónomo | $1,500 | |
| Centro de recreo y sala de emergencia | 1,500 | |
| Establos | 1,500 | |
| Almacenes y naves de embalaje | 1,500 | |
| Matadero | 500 | |
| Total de las construcciones | $6,500 | |
| Animales: | ||
| 2 toros purasangre a $250 (Guernsey o Ayshires) | $500 | |
| 10 verracos a $20 (Duroc Jersey, Poland China, Hampshire) | 200 | |
| 4 bueyes de labranza | 200 | |
| Total animales | $900 | |
| Equipo | 600 | |
| Total | $8,000 | |
| Agrónomo encargado | $1,200 |
|---|---|
| Trabajadora social | 900 |
| Obreros (labor) | 1,000 |
| Conservación y alimentación | 600 |
| Total | $3,700 |
El interés del dos por ciento que se cobra sobre el valor de las estancias se destinará a sufragar los gastos corrientes de las granjas centrales de servicio y de la Junta de Estancias.
El balance del dinero, después de pagar los gastos corrientes, debe ingresar en un fondo fiduciario para las granjas de subsistencia. Cuando los estancieros hayan pagado parte del principal y los ingresos por concepto de intereses no sean suficientes como para cubrir los gastos corrientes de organización de las granjas de servicio, parte de los tributos pagados por los estancieros deberá utilizarse para enjugar el déficit.
Calificaciones de los colonizadores
Los jornaleros que se seleccionen para ocupar las estancias deberán ser ciudadanos nacidos en Puerto Rico y/o ciudadanos americanos domiciliados en Puerto Rico por un período no menor de tres años. Deberán tener de 21 a 45 años con no menos de tres años de experiencia en la agricultura y deberán ser personas de buena conducta que jamás hayan sido convictas de delito grave en los tribunales de Puerto Rico o en los de los Estados Unidos.
Es preferible que los obreros que se seleccionen sepan leer y escribir español o inglés, y aquellos que sean seleccionados siendo analfabetas deberán firmar un convenio por el cual se obligarán a llenar este requisito durante los tres primeros años que ocupen la estancia.
Ninguna persona podrá ocupar más de una estancia ni recibir beneficios de más de una de ellas.
Subdivisión y traspaso de las tenencias
Hasta tanto no haya sido pagado totalmente el precio de la estancia, el colonizador no tendrá absoluta propiedad de su granja y quedará sujeto a las reglas y disposiciones que promulgue la Junta de Granjas de Subsistencia.
No se permitirá hacer nuevas segregaciones o subdivisiones de las granjas, salvo en aquellos casos de circunstancias muy especiales en que debido a la productividad del terreno o a la ubicación de la granja sea aconsejable seguir este procedimiento. La subdivisión de las granjas en los casos arriba expresados podrá hacerse únicamente mediante autorización expresa de la Junta de Granjas de Subsistencia.
Los derechos de herencia sobre las granjas serán reglamentados por la Legislatura de Puerto Rico tomando en consideración el principio de que las granjas no deben ser subdivididas y de que el ocupante debe ser en todo momento un agricultor experto.
No podrá efectuarse la venta de las granjas si no es con la autorización de la Junta de Granjas y después que la misma haya manifestado que aprueba al comprador.
Si un colonizador adquiere tierras que no han estado antes bajo el control de la Junta de Granjas, tales tierras no estarán sujetas a las reglas y disposiciones de la Junta.
Las tierras y construcciones de las granjas no pueden ser hipotecadas ni pueden ser adjudicadas en venta judicial para el pago de ninguna clase de deuda contraída por el granjero.
Instalación y selección de los colonizadores
Toda vez que las tierras marginales han de ser adquiridas por permuta, debe hacerse una tasación general en cada granja y deben agruparse las tierras en zonas regionales de dos mil a tres mil acres de área. Deben segregarse las tierras en parcelas de un área aproximada de diez acres, debiendo hacer esta segregación un ingeniero civil con la ayuda de un agrónomo.
Debe seleccionarse el mejor sitio para la Granja Central de Servicio tomando en cuenta las carreteras que cruzan la región, la topografía, la fertilidad del terreno y el abastecimiento de agua. Los edificios para el uso de la Granja de Servicio será lo primero que se construirá en la región y deberán estar en condiciones de ser usados como oficinas para seleccionar e instruir a los granjeros o colonizadores.
La selección de los granjeros o colonizadores se hará usando como base unas listas que prepararán los anteriores propietarios de las tierras y sus mayordomos, y en las cuales expresarán los nombres y las direcciones de los mejores trabajadores que ellos emplearon. Para cada zona regional se hará una selección tentativa de trescientos a cuatrocientos obreros que reúnan las calificaciones estipuladas. Estos hombres serán contratados por un período aproximado de tres meses (período de prueba antes de proceder a la selección definitiva) a razón de cincuenta centavos diarios y realizarán el siguiente trabajo:
- Limpiar y preparar las tierras y sembrar algunos productos alimenticios en las granjas;
- Construir las casas y los cobertizos para animales;
- Recibir una hora diaria, por lo menos, de instrucción sobre sanidad rural y sobre métodos modernos de cultivo y de crianza de animales.
La selección definitiva de los obreros a quienes serán vendidas las granjas será hecha al expirar el período probatorio de tres meses por un comité integrado por el agrónomo encargado de la región, la trabajadora social, un representante del Departamento de Agricultura y otro del Departamento de Educación. Las reglas por las cuales se regirá la selección de los granjeros serán redactadas por la Junta de Granjas y harán referencia principal a la salud de los aspirantes, su capacidad, su habilidad general, su disposición hacia el trabajo y su conducta moral, según lo que informe la trabajadora social.
Los obreros que no sean seleccionados recibirán una compensación adicional de veinticinco centavos por día de trabajo. El costo general de la selección de los colonizadores, que incluirá por lo menos el 50 por ciento del costo de la mano de obra de las casas, se calcula como sigue:
| 12,000 solicitantes a 50¢ por día,[7] 75 días de trabajo | $450,000 |
|---|---|
| Compensación adicional a los obreros no seleccionados a 25¢ por día, 75 días de trabajo, 2,000 trabajadores | 37,500 |
| Organización, inspección, instrucción, trabajo social | 50,000 |
| Total | $537,500 |
La agricultura en las granjas
Las parcelas de diez acres que haya en cada granja se dividirán como sigue: cuatro acres para pasto permanente y producción de alimentos para animales; dos acres para la producción de alimentos para el consumo de la familia del colonizador; y los otros cuatros acres para el cultivo de cosechos para la venta.
El jornalero de Puerto Rico consume muy pocos productos de leche y de carne. Se calcula que el consumo anual de carne en Puerto Rico es menor de diez libras por persona. En nuestra opinión, la cría de conejos es uno de los medios más efectivos para proporcionar carne a la población rural, y esto explica por qué hemos incluido los conejos entre los animales que se asignarán a las granjas. En relación con este problema, y con el fin de facilitar la distribución de carne barata a la comunidad, hemos incluido también en las granjas centrales de servicio un pequeño e higiénico matadero cuyo funcionamiento se regirá por un reglamento especial que dictará el Departamento de Sanidad insular.
A continuación, enumeramos los cosechos para la venta cuyo cultivo es posible bajo las actuales condiciones económicas restrictivas:
- Papas, de las cuales, en 1933, Puerto Rico importó 46,891,146 libras, valoradas en $414,565.
- Habichuelas secas, cuya importación en 1933 ascendió a 38,557,896 libras, valoradas en $1,175,774.
- Vegetales y hortalizas, para el mercado local y/o el mercado de Nueva York durante el invierno; pimientos, tomates, cebollas, etc.
- Productos de animales, especialmente de cerdos, de los cuales Puerto Rico importó $3,723,484.
- Cosecho de vegetales y productos alimenticios locales.
Para que la producción y la venta de estos artículos pueda hacerse en forma apropiada y lucrativa será necesario agrupar las granjas en cooperativas de producción y de mercado. El agrónomo encargado de la Granja Central de Servicio actuará como administrador regional de cada grupo de granjas y la cooperativa podrá beneficiarse de las instalaciones de almacenamiento y empaque de las granjas de servicio.
Pago en compensación de los productos de caña
Los oficiales encargados de llevar a la práctica las disposiciones de este plan, deben tratar de terminar la permuta de las tierras buenas por las marginales no más tarde del 1.o de diciembre de 1934, de modo que la edad promedio de la caña que se halle en cultivo en las marginales sea lo más baja posible. La mayor parte de la caña que crezca en esas tierras marginales será de retoños. Calculando a esos retoños una edad promedio de seis meses, recomendamos una compensación de $30 por acre.
El costo total de pagos por compensación a los cosecheros de caña en los 64,000 acres de marginales será $1,920,000.
Resultados
Reducción de azúcar
De los 50,600 acres de tierra de caña adquiridas en la compra de las centrales, 38,000 acres serán de tierras propias para la caña y 12,600 acres serán de tierras marginales. Seis mil acres de tierras buenas quedarán reservados para finas de experimentación y semilleros, y para la venta directa. Por permuta de los restantes 32,000 acres de tierras buenas para caña se obtendrán 64,000 acres de tierras marginales. Estos 64,000 acres de tierras marginales, sumados a los 12,600 acres de tierras marginales que se obtuvieron en la compra de las centrales totalizan 76,600 acres que se retiran del cultivo de caña y se fragmentan en 7,500 granjas. Calculando que, como promedio, cada acre de tierra marginal produce dos toneladas de azúcar, hallaremos que al retirar del cultivo de caña 76,600 acres de terrenos marginales, la producción de azúcar quedará reducida en 152,200 toneladas.
Colonos
Cerca de 640 cosecheros de caña o más se trasladarán de tierras que escasamente les producen para atender sus necesidades, a tierras y condiciones donde sus ingresos aumentarán substancialmente. Los ingresos del resto de los actuales colonos de las centrales aumentarán de un 20% a un 30%. Por medio de competencia directa o indirecta, las centrales públicas tenderán a realizar una distribución más equitativa de los ingresos entre los dueños de centrales privadas, sus colonos y sus obreros.
Obreros
Los obreros que continúen cultivando las tierras de caña como jornaleros recibirán salarios más altos y tendrán mejores viviendas y un ambiente social más elevado.
La Asociación de Productores de Azúcar de Puerto Rico informa que, en la época del máximo de producción, la industria azucarera empleó 123,000 obreros en la siembra y recolección de la cosecha de 1934, en un área de 266,546 acres de tierra. Según la Asociación, 113,161 obreros trabajaron en los campos y 10,485 en las centrales.
Retiraremos del cultivo de caña 76,600 acres de tierra, o sea, el 28.73 por ciento del total de acres actualmente en cultivo. Calculando que, como promedio, un acre de tierra marginal da empleo a dos terceras partes del número de obreros que utiliza cada acre de tierra buena y calculando como promedio que el número de obreros empleados por la industria azucarera en general asciende a unos 85,000, veremos que, al retirar del cultivo las tierras marginales, quedarán permanentemente suprimidos del trabajo unos 16,260 obreros.
Según las cifras del censo de 1930, calculamos que hay en Puerto Rico 1.7 personas por familia de diez años en adelante que trabajan lucrativamente. Luego, al establecer 10,000 familias en las granjas[8], tendremos más de 17,000 obreros en esas tierras. Calculamos que, bajo las condiciones del trópico, las granjas que estableceremos tendrán necesidad de emplear más hombres en determinadas temporadas, con lo que se conseguirá trabajo para mayor número de obreros que lo calculado.
El peón de caña en Puerto Rico recibe anualmente por jornales cerca de $150, o sea, $255 por familia (1.7 jornaleros)[9]. No menos del 80 por ciento de este ingreso por jornales se gasta en alimentos. Las granjas de subsistencia suplirán a las familias de esos obreros con alimento mejor equilibrado y más abundante, a más de asegurarles un ingreso neto adicional en dinero por cosechos para la venta, y productos de animales.
En la organización y construcción de las granjas de subsistencia, de las granjas centrales de servicio y de los centros de colonias, se pagarán las siguientes cantidades por concepto de salarios:
| Hombres‑días | Cantidad salarios | |
|---|---|---|
| Granjas de subsistencia | ||
| Selección de los colonizadores y construcción de casas y edificios para granjas de servicio. | ||
| 12,000 trabajadores a 50¢ por día por 75 días | 900,000 | $450,000 |
| 2,000 trabajadores, no seleccionados a 25¢ por día como compensación adicional, por 75 días | 37,500 | |
| 2,000 trabajadores expertos para la construcción de casas y edificios a $2.50 por día | 150,000 | 375,000 |
| Centros de colonias | ||
| Construcción de 6,000 casas pequeñas y centros sociales, vaquerías, sistema de acueducto, etc., para 40 centros de colonias[10] | ||
| 1,300 trabajadores expertos en construcción a $2.50 | 97,500 | 243,750 |
| 3,250 trabajadores a 90¢[11] | 243,750 | 219,375 |
| Total | 1,391,250 | $1,325,625 |
Esto representa un ingreso adicional por jornales de no menos de $1,325,625 que serán usados y distribuidos en las tierras marginales para aliviar las condiciones de los obreros durante el período de reajuste.
No hemos calculado ni los hombres‑días ni los salarios que serán pagados por picar piedra y arena, ni el costo de transportación del cemento y la madera, todo lo cual aumentará estos números.
Los hombres‑días perdidos al no cultivarse los 76,600 acres de tierras marginales durante el tiempo que tarde en ponerse en práctica el plan serán mucho menos de 500,000 y sus jornales bajarán de $500,000.
Beneficios para la isla en general
Una gran parte de la isla que en la actualidad se halla en poder de grandes latifundios absentistas quedará segregada en pequeñas fincas que se colonizarán por agricultores que irán a vivir en ellas. Parte de las ganancias que hoy emigran de la isla para ir a enriquecer los bolsillos de unos pocos absentistas en la forma de dividendos e intereses sobre el capital se quedará en la isla y será distribuida entre gran número de agricultores y obreros, lo cual mejorará el poder adquisitivo de estos. Debe advertirse que este aumento en el poder adquisitivo beneficiará al comercio de la isla y a los manufactureros continentales.
El plan aumentará en casi 12 por ciento el número de vacas que hay en Puerto Rico y la producción de leche aumentará en proporción mucho mayor toda vez que las razas seleccionadas producen mucha más leche que nuestra vaca corriente.
La población porcina aumentará casi un 30 por ciento con el cruce de animales de pura raza y productivos. Esto hará posible el establecimiento de una cooperativa de producción y empaque de productos de cerdo con destino al mercado local.
De 20,000 a 30,000 acres de tierra bastante productiva se dedicarán al cultivo de vegetales para el consumo local.
Es evidente e indiscutible que en el campo económico todos los factores se hallan íntimamente eslabonados en estado de interdependencia. Esa interdependencia económica motivará una considerable y substancial mejoría en el bienestar general de toda la población de Puerto Rico.
Costo
Centrales y tierras
| Precio de compra de centrales con capacidad suficiente para producir 250,000 toneladas de azúcar, 50,600 acres de tierras de caña, 15,000 acres de tierra para pastos, equipo de cultivo y de transportación, etc. | $19,000,000 |
|---|---|
| 20,000 acres de tierra adicional de los grandes terratenientes @ $50 por acre | 1,000,000 |
| Total centrales y tierra | $20,000,000 |
Desarrollo de los centros de colonias
| Sistemas de acueductos, centros sociales, vaquerías, etc., para 40 centros de colonias a $20,000 | $800,000 |
|---|---|
| 6,000 casas para obreros a $300 cada una | 1,800,000 |
| 2,000 vacas y 40 toros para centros de colonias | 160,000 |
| Anticipos a los colonos para la construcción de sus hogares | 500,000 |
| Total en centros de colonias | $3,260,000 |
Granjas de subsistencia
| Casas, cobertizos para animales, edificio y equipo: | |
|---|---|
| 10,000 casas pequeñas de cemento a $300 | $3,000,000 |
| 10,000 cobertizos para animales a $50 | 500,000 |
| Edificios para 40 granjas de servicio a $6,500 cada uno | 260,000 |
| Equipo para 10,000 granjas de subsistencia a $20 | 200,000 |
| Equipo para 40 granjas de servicio a $600 | 24,000 |
| Verjas y misceláneas | 500,000 |
| Total | $4,484,000 |
Animales para las granjas de subsistencia
| 10,000 vacas a $75 | $750,000 |
|---|---|
| 20,000 cerdas a $12.50 | 250,000 |
| Conejos y aves de corral | 100,000 |
| 80 toros de pura raza a $250 | 20,000 |
| 400 verracos a $20 | 8,000 |
| 6,840 bueyes de trabajo a $50 | 342,000 |
| Total | $1,470,000 |
Organizaciones y funcionamiento del plan
| Organización general | $200,000 |
|---|---|
| Selección de los granjeros o colonizadores (50% de $537,500) | 268,750 |
| Funcionamiento de las granjas de servicio por un año | 165,000 |
| Selección y transportación de los animales | 300,000 |
| Total | $933,750 |
Educación agrícola
| 40 escuelas agrícolas rurales a $10,000 | $400,000 |
|---|---|
| 40 maestros de agricultura a $1,200 | 48,000 |
| Equipo, semillas y animales | 40,000 |
| Gastos generales para inspección, etc. | 12,000 |
| Total | $500,000 |
Costo en resumen
| Centrales y tierras | $20,000,000 | |
|---|---|---|
| Centros de colonias | ||
| Edificios y casas | 3,100,000[12] | |
| Animales | 160,000 | |
| Granjas de subsistencia y granjas de servicio | ||
| Edificios | 3,760,000 | |
| Animales | 1,470,000 | |
| Equipo | 724,000[13] | |
| Pagos por compensación | ||
| Compensación por 64,000 acres de tierras de caña 3‑6 meses de sembrada a $30 | 1,920,000 | |
| Organización y funcionamiento del plan | 933,750 | |
| Educación agrícola | 500,000 | |
| Costo aproximado de mover dos centrales de la costa norte a la sur | 300,000 | |
| Costo total del plan | $32,867,750 | |
Plan tentativo para refinar 165,000 toneladas de azúcares crudos cubanos en la planta de la Puerto Rican American Refinery
En relación con los planes que están siendo ahora propuestos para la rehabilitación de la agricultura puertorriqueña, parece posible que se llegue a un acuerdo con la compañía arriba mencionada a tenor del plan que por la presente se sugiere. De acuerdo con la Ley del Azúcar, la cuota para el azúcar refinado de Puerto Rico está limitada a 803,000 toneladas. Si fuese posible, de acuerdo con la ley, refinar en Puerto Rico una cantidad equivalente a la capacidad total de esta refinería, podríamos importar en la isla 165,000 toneladas de azúcares crudos cubanos que pagarían en la aduana un derecho de $1.50 quintal. Esto representaría $30 por tonelada corta, lo que, por la cantidad total de 165,000 toneladas, equivaldría a un total de $4,950,000 que ingresaría en las aduanas de Puerto Rico como derechos sobre este azúcar cubano así importado.
Toda vez que la cuota de Cuba ha sido fijada por el Secretario de Agricultura, estas 165,000 toneladas importadas en Puerto Rico serían parte de dicha cuota cubana para azúcar crudo, siendo la única diferencia que la misma sería refinada en Puerto Rico, en vez de en los Estados Unidos continentales. Parece razonable que se le permita a Puerto Rico aprovecharse del hecho de que es territorio de Estados Unidos amparado por la ley arancelaria y que la industria de refinar azúcar sea desarrollada sobre la misma base que lo es en el continente. En otras palabras, estaríamos aprovechando nuestra condición bajo la bandera para el desarrollo de esta industria. Parte del dinero que ingresará en la isla, por virtud de los derechos pagados sobre el azúcar importado, podría ser entonces incorporado al fondo general de rehabilitación, y otra parte sería dedicado al programa de reducción general de impuestos y a la creación de un fondo permanente de emergencia para usarlo en ocasión de los desastres que producen los huracanes.
Si se encuentra que el programa antes mencionado es realizable, podrían hacerse arreglos con la Puerto Rican American Refinery para llegar a un acuerdo de mutua conveniencia entre las dos entidades relacionadas.
Plan sobre las tierras
Los problemas de Puerto Rico, debido a su densidad poblacional, se ven grandemente agravados por la concentración de las tierras de labranza en unas pocas tenencias, especialmente por corporaciones absentistas. Los siguientes datos, tomados del censo de 1930, demuestran la distribución de las tierras de labranza:
| Partida | tipo de medida | 1930 (1 de abril) | 1920 (1 de enero) | 1910 (15 de abril) |
|---|---|---|---|---|
| Fincas, total | número | 52,965 | 41,078 | 58,371 |
| Administradas por | ||||
| Propietarios | número | 43,101 | 36,407 | 46,779 |
| Dueños totales | número | 40,480 | 34,442 | 43,297 |
| Id. Parciales | número | 2,621 | 1,965 | 3,482 |
| Administradores | número | 3,374 | 1,213 | 1,170 |
| Arrendatarios | número | 6,490 | 3,458 | 10,422 |
| Área aproximada de Puerto Rico[14] | acres | 2,198,400 | 2,198,400 | 2,198,400 |
| Tierras en fincas, total | acres | 1,979,474 | 2,022,404 | 2,085,162 |
| En fincas administradas por | ||||
| Propietarios | acres | 1,166,976 | 1,485,208 | 1,457,345 |
| Dueños totales | acres | 1,040,161 | [15] | [15] |
| Id. parciales | acres | 126,815 | [15] | [15] |
| Administradores | acres | 676,760 | 351,335 | 401,747 |
| Arrendatarios | acres | 135,738 | 185,861 | 226,070 |
Como resultado de la política establecida por la Comisión de Hogares Seguros y debido a la práctica de los agricultores de dividir sus fincas entre los miembros de su familia con el objeto de obtener mayores préstamos del Banco Agrícola Federal, el número de fincas ha aumentado aparentemente de 41,078 a 52,965 en la década 1920‑1930. El hecho de que este aumento se debe a la división de las pequeñas fincas y no a una disminución de propietarios absentistas está demostrado por el descenso en el área de tierras en fincas administradas por sus propietarios, de 1,485,208 a 1,166,976 acres en la misma década. Las tierras en fincas administradas por administradores han aumentado en el mismo período de tiempo de 351,335 acres a 676,760. Esto prueba que la última década ha sido especialmente difícil para los pequeños propietarios.
| Tamaño de la finca | Tierras en fincas (acres) | Tierras mejoradas (acres) |
|---|---|---|
| Menos de 3 acres | 3,909 | 3,714 |
| De 3 a 9 acres | 127,523 | 92,963 |
| De 10 a 19 acres | 147,503 | 91,620 |
| De 20 a 49 acres | 264,712 | 153,225 |
| De 50 a 99 acres | 226,464 | 130,533 |
| De 100 a 174 acres | 201,928 | 118,568 |
| De 175 a 259 acres | 143,884 | 87,969 |
| De 260 a 499 acres | 196,061 | 118,332 |
| De 500 acres a 999 acres | 168,050 | 96,257 |
| De 1,000 acres en adelante | 499,440 | 329,103 |
El área de tierras en fincas mayores de cien acres es casi el doble de fincas menores de cien acres. El área de tierras en fincas mayores de quinientos acres es más de una tercera parte del total de tierras en finca. Pero estas cifras, con lo alarmantes que son, no pintan el cuadro con sus verdaderos colores puesto que en tales cifras están incluidos terrenos de toda clase: desde los ricos terrenos aluviales hasta los terrenos quebrados, pedregosos, montañosos de barro rojo. Comparando la distribución de las tierras de labranza en los montañosos pueblos del interior con la distribución de las que hay en las municipalidades cercanas a los ricos llanos aluviales en las costas norte y sur, se ve de manera clara que la concentración en realidad ha tenido lugar en las ricas tierras aluviales.
| tamaño de la finca | Guánica | Sta. Isabel | Guayama | Salinas | Arroyo | |||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | |
| Menos de 3 acres | 14 | 14 | 10 | 10 | 30 | 28 | 14 | 14 | 38 | 38 |
| 3 a 9 acres | 116 | 103 | 19 | 19 | 667 | 470 | 155 | 95 | 402 | 343 |
| 10 a 19 acres | 45 | 37 | 23 | 20 | 1,053 | 622 | 190 | 121 | 334 | 286 |
| 20 a 49 acres | 155 | 115 | 60 | 21 | 1,383 | 804 | 646 | 358 | 625 | 402 |
| 50 a 99 acres | 322 | 168 | 2,044 | 1,072 | 371 | 289 | 301 | 213 | ||
| 100 a 174 acres | 943 | 252 | 2,412 | 1,333 | 1132 | 667 | 350 | 254 | ||
| 175 a 259 acres | 922 | 525 | 175 | 130 | 857 | 276 | 870 | 489 | 435 | 205 |
| 260 a 499 acres | 2,318 | 698 | 3,032 | 1,181 | 857 | 430 | 685 | 353 | ||
| 500 a 999 acres | 2,483 | 1,481 | 876 | 776 | 3,285 | 1,929 | 721 | 70 | 780 | 700 |
| 1000 en adelante | 40,049 | 12,654 | 18,351 | 7,426 | 14,322 | 11,471 | 60,575 | 50,690 | 16,599 | 14,737 |
| tamaño de la finca | Humacao | Fajardo | Loíza | Toa Baja | Arecibo | |||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | |
| Menos de 3 acres | 85 | 77 | 37 | 33 | 104 | 96 | 26 | 23 | 44 | 39 |
| 3 a 9 acres | 1,687 | 1,003 | 817 | 345 | 1,475 | 1,013 | 353 | 235 | 2,930 | 1,663 |
| 10 a 19 acres | 1,635 | 807 | 809 | 266 | 1,660 | 285 | 315 | 175 | 3,957 | 1,985 |
| 20 a 49 acres | 2,064 | 1,101 | 1,052 | 417 | 3,309 | 1,623 | 516 | 317 | 8,949 | 3,861 |
| 50 a 99 acres | 1,627 | 638 | 1,306 | 466 | 2,862 | 1,693 | 585 | 453 | 9,575 | 4,034 |
| 100 a 174 acres | 807 | 462 | 894 | 544 | 2,327 | 1,488 | 331 | 183 | 6,419 | 2,618 |
| 175 a 259 acres | 476 | 316 | 175 | 830 | 801 | 429 | 390 | 4,329 | 1,515 | |
| 260 a 499 acres | 1,234 | 825 | 2,283 | 1,028 | 1,958 | 952 | 1,236 | 913 | 5,551 | 1,634 |
| 500 a 999 acres | 2,593 | 1,672 | 700 | 33 | 4,671 | 1,584 | 3,209 | 2,120 | 4,393 | 1,493 |
| 1000 en adelante | 26,613 | 22,909 | 25,338 | 18,914 | 20,575 | 13,732 | 5,031 | 4,831 | 26,049 | 13,826 |
| tamaño de la finca | Adjuntas | Barranquitas | Comerío | Aguas Buenas | |||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas |
| Menos de 3 acres | 76 | 74 | 52 | 52 | 3 | 7 | 36 | 35 | |
| 3 a 9 acres | 2,391 | 1,968 | 1,515 | 1,280 | 597 | 485 | 1,416 | 1,066 | |
| 10 a 19 acres | 2,810 | 2,158 | 2,228 | 1,783 | 1,009 | 750 | 2,118 | 1,391 | |
| 20 a 49 acres | 5,715 | 4,328 | 5,022 | 3,899 | 2,896 | 2,032 | 4,659 | 2,934 | |
| 50 a 99 acres | 3,732 | 2,872 | 3,911 | 2,804 | 2,750 | 1,781 | 3,188 | 2,091 | |
| 100 a 174 acres | 6,158 | 4,504 | 3,460 | 2,567 | 2,050 | 1,105 | 3,316 | 2,087 | |
| 175 a 259 acres | 6,509 | 4,536 | 1,613 | 1,190 | 1,245 | 939 | 878 | 584 | |
| 260 a 499 acres | 6,898 | 4,940 | 1,029 | 667 | 3,523 | 2,899 | 262 | 243 | |
| 500 a 999 acres | 4,439 | 3,414 | 633 | 633 | 1,784 | 1,075 | 1,603 | 1,288 | |
| 1000 en adelante | 3,792 | 2,220 | 1,339 | 1,099 | 1,065 | 945 | |||
| tamaño de la finca | Las Marías | Maricao | Lares | Jayuya | Orocovis | |||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | Total de tierras | Tierras mejoradas | |
| Menos de 3 acres | 13 | 13 | 7 | 7 | 68 | 63 | 32 | 32 | 50 | 50 |
| 3 a 9 acres | 820 | 692 | 323 | 225 | 2,860 | 2,148 | 1,467 | 1,265 | 3,071 | 2,230 |
| 10 a 19 acres | 1,649 | 1,286 | 501 | 354 | 3,800 | 2,537 | 1,327 | 1,003 | 4,991 | 3,012 |
| 20 a 49 acres | 2,781 | 2,028 | 1,862 | 1,293 | 7,014 | 4,524 | 3,023 | 2,254 | 8,936 | 5,050 |
| 50 a 99 acres | 4,054 | 3,083 | 2,188 | 1,413 | 5,236 | 3,709 | 2,415 | 1,879 | 6,233 | 3,496 |
| 100 a 174 acres | 5,505 | 4,075 | 5,203 | 3,404 | 5,598 | 4,033 | 2,480 | 1,948 | 5,922 | 2,896 |
| 175 a 259 acres | 3,123 | 2,419 | 5,115 | 3,303 | 5,539 | 4,380 | 2,059 | 1,598 | 2,435 | 1,238 |
| 260 a 499 acres | 7,036 | 5,236 | 6,462 | 4,435 | 5,755 | 4,098 | 5,124 | 3,454 | 2,307 | 1,460 |
| 500 a 999 acres | 2,701 | 2,143 | 2,346 | 1,202 | 3,578 | 2,429 | 4,418 | 3,083 | 2,024 | 1,490 |
| 1000 en adelante | 6,283 | 3,896 | 3,226 | 2,400 | ||||||
En algunas de las municipalidades llanas de la costa, con extensas y ricas tierras de labranza, la concentración ha llegado a su límite. La municipalidad de Salinas, con 65,531 acres de tierra, tiene solamente 89 administradores de finca y 60,875 acres de sus tierras en fincas mayores de mil acres; Guánica, con 47,387 acres de tierra de labranza, cuenta solamente con 71 administradores de finca y 40,049 acres de tierra están en fincas mayores de 1,000 acres. Una situación similar la encontramos en muchas otras municipalidades como Guayama, Santa Isabel, Fajardo, Humacao, Arecibo, Manatí, etc.
El Apéndice H demuestra el análisis químico de los terrenos radicados en los llanos de la costa en comparación con los terrenos de altura en el interior. Las tierras en los llanos de la costa son ricas tierras aluviales, de reacción que oscila entre neutro y una ligera condición alcalina. Al igual que en los terrenos arcillosos, el contenido nutritivo de las plantas en los terrenos de altura es muy escaso. El contenido P2O5 de los terrenos de altura en el interior oscila entre ⅒ y ¹⁄₁₅ del contenido en las tierras llanas de la costa. El contenido K2O y CaO es, asimismo, muy bajo en comparación con el de los llanos de la costa. El agricultor de tierras de altura en el interior, además de tener la desventaja de una topografía quebrada, tiene que fertilizarlas fuertemente y abonarlas con cal a fin de obtener un resultado razonable por su trabajo.
El criterio sugerido en el plan azucarero seguramente que inducirá las corporaciones azucareras privadas a adquirir de los colonos todas las tierras que puedan, ofreciéndoles precios atractivos, si es que no encuentran otros medios factibles para ello.
Para desarrollar, por lo tanto, una situación agrícola sobre buenas bases, hemos preparado un plan de tierras con la idea de recuperar tierras de los grandes terratenientes y distribuirlas entre nuestra numerosa clase agrícola que no las posee. Para llevar a cabo este plan podríamos adoptar cualesquiera de los siguientes procedimientos:
- Hacer cumplir la cláusula de los quinientos acres de la Ley Jones, a pesar de la posible desorganización de la estructura económica de la isla;
- Modificar en la Ley Jones la política establecida sobre las tierras, de acuerdo con las siguientes pautas:
- Prohibir la adquisición adicional de tierras a propietarios con extensiones mayores de quinientos acres;
- Crear un fondo que ponga al gobierno en condiciones de entrar en el mercado cuando se trate de cualquier venta de tierras en un área mayor de 500 acres:
- Que el gobierno insular ejercite su facultad de dominio eminente a intervalos mayores de tres años, adquiriendo el 10% del área de fincas de 500 acres.
Las tierras que el gobierno adquiriese de esta forma habrían de ser subdivididas en pequeñas fincas de diversas extensiones y vendidas a plazos largos a ciudadanos no propietarios, selectos y con conocimientos adecuados.
Como una ulterior extensión de este plan de tierras, debiera establecerse una división de mejoramiento y drenaje que estudiase la posibilidad de mejorar nuestras tierras pantanosas y alcalinas, tanto públicas como privadas. A fin de demostrar la importancia que tiene el mejoramiento de las tierras pantanosas, podríamos considerar brevemente dos proyectos viables en los que se podría tomar una acción inmediata.
Proyecto de mejoramiento del “Tiburones”. El caño Tiburones es un área pantanosa de unos 17 kilómetros de largo por dos o tres kilómetros de ancho que se extiende desde cerca del pueblo de Barceloneta hasta el pueblo de Arecibo. Hace alrededor de 20 años que el gobierno de Puerto Rico concedió una franquicia al señor Wenceslao Borda para drenar esta área pantanosa y conservar su propiedad por espacio de 49 años. Se dispuso que al final de 10 años dos terceras partes de estas tierras deberían estar bajo cultivo o en condiciones de cultivo. Es del conocimiento personal de uno de los miembros de esta comisión que tal disposición no fue cumplida nunca y que las tierras están hoy en una condición tan pantanosa como lo estaban hace 20 años. Estas tierras pueden ser fácilmente recuperadas por el gobierno. Se calcula que con un gasto no mayor de $150,000 estas tierras podrían ser mejoradas, agregando así alrededor de 4,000 acres de buen terreno agrícola a las pertenencias del gobierno y mejorando las condiciones de no menos de otros 4,000 acres de propiedad privada.
Al norte del pueblo de Carolina existe una extensión de tierra que llega a 15,000 acres de los cuales, 8,000 pertenecen al gobierno insular y el resto a propietarios privados individuales. Esta extensión de tierra puede ser drenada por medio de la construcción de diques y el funcionamiento de bombas centrífugas.
Tanto el área del “Tiburones” como el área que existe al norte del pueblo de Carolina están situadas en regiones densamente pobladas de la isla y, después de mejoradas, podrían ser dedicadas a prácticamente cualquier clase de labor agrícola. En cualesquiera de estas áreas podría efectuarse un proyecto de cultivo de arroz para ver si es posible que Puerto Rico produzca una parte de las enormes cantidades de arroz que actualmente importa. El Apéndice F demuestra las importaciones de arroz en la isla.
Para llevar a cabo este plan, se recomienda la instauración de un fondo fiduciario rotatorio de $10,000,000. A este fondo podrían unirse de tiempo en tiempo los ingresos de las centrales azucareras cuasipúblicas. La corporación cuasipública debiera ser también autorizada a emitir bonos al 3% garantizados por primeras hipotecas sobre las tierras adquiridas o mejoradas.
Plan para la rehabilitación de la industria cafetera
Datos históricos
Previamente a la ocupación de Puerto Rico por Estados Unidos, la industria cafetera en la isla constituía la principal industria agrícola y la mayor fuente de ingresos para la isla. El café de Puerto Rico tenía una magnífica demanda en el mercado español, en el francés, en el italiano y en otros mercados europeos, y anualmente se embarcaban para Europa alrededor de 50,000,000 de libras del selecto producto. En 1897 (el año anterior a la ocupación americana) las exportaciones de café de Puerto Rico subieron a 51,711,000 libras, que fueron vendidas a precios que oscilaban entre 25 y 30 pesos españoles por cada 100 libras. El café de Puerto Rico es un tipo de café suave y está considerado de excelente calidad para ser servido sin leche, como demitasse, y para este fin goza de una altísima reputación en los mercados europeos. Esto hace posible la reobtención de un mercado de exportación para este producto puertorriqueño en caso de que hubiese un exceso de producción en el futuro sobre las necesidades de consumo en la isla.
Inmediatamente después del establecimiento de la soberanía americana en Puerto Rico, dos grandes calamidades cayeron sobre la industria del café en la isla, a saber: la pérdida del mercado español y la destrucción de las plantaciones de café por causa del huracán de 1899. Fue muy despacio que esta industria se recuperó de los efectos de los vientos tempestuosos; en 1905 alcanzó 17,000,000 de libras y en 1915 alcanzó de nuevo una producción normal, cuando se exportaron 51,125,000 libras.
La situación actual
Desde 1915, las exportaciones de café de Puerto Rico han venido disminuyendo por varias razones, sin embargo, durante los últimos diez años el valor de las exportaciones alcanza un promedio de $5,000,000. Entre tanto, la industria azucarera ha progresado a grandes pasos hasta convertirse en la mayor fuente de ingresos y de empleos en Puerto Rico. En 1928 otro desastroso huracán asoló la isla de Puerto Rico y destruyó prácticamente la cosecha, así como las plantaciones de café. Con la ayuda de la Comisión de Auxilios contra Huracanes, los agricultores de café de la isla comenzaron nuevamente a restaurar sus fincas, pero la cosecha de café de aquel año alcanzó menos de 5,000,000 de libras. En 1932, otro huracán pasó por Puerto Rico y aunque no hizo tanto daño como el de 1928, una parte de la cosecha fue destruida, y los árboles sufrieron daños considerables, especialmente en las plantaciones situadas en los declives montañosos de la parte norte de la isla. Continuaron los agricultores, sin embargo, cuidando de sus fincas lo mejor que pudieron, y la producción el año pasado subió a 10,000,000 de libras. Para este tiempo, el consumo de café de Puerto Rico había subido a alrededor de 15,000,000 de libras con el resultado de que la isla se ha convertido temporeramente de exportadora en importadora de café. Al propio tiempo, el mercado europeo ha sido prácticamente abandonado y solamente se ha embarcado para dicho continente la calidad superior debido al aliciente de los altos precios que allí se obtienen.
Durante los últimos dos años, se ha dado un ímpetu considerable a la reobtención del mercado europeo y nuestro café ha obtenido precios que han oscilado entre $20 y $30 quintal, mientras que el café de Brasil y otras clases similares, que estaban siendo vendidas en el mercado americano, oscilaban entre $6 y $10 quintal. A fin de proteger el mercado de consumo local para nuestro café, así como para evitar la importación de café extranjero para ser luego reexportado de la isla, nuestra legislatura ha impuesto un derecho de importación de $15 por quintal que está en vigor. En esta forma, ha sido posible mantener el precio del café en Puerto Rico entre $18 y $22 quintal. Este precio es satisfactorio en condiciones normales de producción. Evidentemente, ni la falta de mercados ni la ausencia de precios razonables es la causa para la situación en que actualmente se encuentra la industria.
El papel que representa la industria del café en la economía puertorriqueña
A fin de aclarar la importancia de la industria cafetera en Puerto Rico, debe decirse algo con respecto a la geografía y a la topografía de la isla. Puerto Rico es una isla de 100 millas de largo por 35 millas de ancho, de figura rectangular, y su longitud está en dirección de este a oeste. Un grupo de montañas situadas de este a oeste divide la isla en las costas norte y sur, que consisten en llanuras bajas y aluviales y comprenden las mejores tierras para la caña de azúcar. La caña también se cultiva a lo largo de las costas este y oeste. Alrededor de la mitad de la región montañosa en el interior de la isla está dedicada al cultivo de tabaco y frutos menores; y la otra mitad, cerca del oeste, es más apropiada para el cultivo del café y a esto se dedica. En tiempos normales, las plantaciones de café de la isla ocupan más de 200,000 acres de terreno montañoso y proporcionan empleo y manutención a más de 200,000 personas. El hecho de que la cosecha de café tiene lugar en una época en que ya ha terminado la temporada de molienda de caña hace posible que el excedente de trabajadores de la región montañosa pueda ir a las centrales azucareras en busca de trabajo y regresar a sus hogares una vez terminada la cosecha de azúcar, a tiempo en que esos trabajadores se necesitan para recoger la cosecha de café. Durante los últimos años, el área dedicada a plantaciones de café en Puerto Rico ha disminuido a unos 150,000 acres, lo que tiene como resultado el consiguiente desempleo entre los campesinos de las montañas. Esto ha destruido el equilibrio que antiguamente existía en nuestra población trabajadora, con el resultado de que muchas fincas de café han sido ya prácticamente abandonadas. Los antiguos habitantes de las montañas han invadido las ciudades por millares; han invadido los terrenos pantanosos del gobierno y de propiedad particular, y han establecido, en consecuencia, barriadas indeseables y de mal gusto, creando de este modo un serio problema económico y social. Aparte de la necesidad que existe de la industria cafetera para ofrecer empleos a esta gente, las fincas de café son una necesidad para la agricultura de la isla en general, ya que estas constituyen arboledas que ofrecen los consiguientes efectos beneficiosos en el clima y en la precipitación y regularización de las corrientes de aguas. El mantener las fincas de café en condiciones normales equivale, por lo tanto, a garantizar una selvicultura de la mejor clase en una gran porción de nuestras montañas. Debe también tomarse en consideración que las tierras dedicadas a café son las propiedades rurales que están más equitativamente divididas entre los pequeños agricultores nativos, siendo aproximadamente de 40 acres la extensión promedio de cada propiedad. En los presentes momentos, los cafeteros de Puerto Rico están desesperadamente tratando de conservar sus fincas, pero la mayor parte de sus propiedades están hipotecadas al Banco Agrícola Federal y pesan, además, sobre sí segundos gravámenes que consisten en préstamos para la producción de cosechas que han sido obtenidos desde 1928 de la Comisión de Auxilios contra Huracanes.
Motivos de la apurada situación en que ahora se encuentra la industria cafetera
Las principales causas de la actual situación desastrosa en que se encuentra la industria cafetera de la isla pueden ser enumeradas como sigue:
- La destrucción de las plantaciones por los recientes huracanes tropicales de 1928 y 1932;
- Las deudas hipotecarias con que están gravadas las propiedades;
- Los préstamos para la producción de cosechas que se deben a la Comisión de Auxilios contra Huracanes;
- La falta de nuevos instrumentos de crédito para la refacción de las cosechas;
- Los precios irrazonables del café, motivados por el dominio que tienen los especuladores del mercado local;
- El escasísimo promedio de producción de café por acre;
- La falta de un conocimiento técnico adecuado para el cultivo del café.
Como resultado de esta situación, las condiciones del trabajo en las tierras dedicadas a café son angustiosas y un gran porcentaje de las familias trabajadoras vive casi al margen de la mera existencia, sufriendo los estragos causados por una anquilostomiasis generalizada. A los trabajadores les faltan adecuadas instalaciones de alojamiento, el desempleo ha aumentado en gran cantidad y ha habido una constante migración de trabajadores agrícolas de las montañas a los pueblos de la costa.
Necesidad de ayuda rural
Debe hacerse hincapié con insistencia en la urgente necesidad que existe de alguna ayuda rural que haga posible la rehabilitación de las fincas de café en Puerto Rico. La región montañosa del país, en la que el café es el cultivo principal, representa el verdadero corazón de la isla, y hasta la fecha no se ha encontrado cosecha alguna que pueda sustituir al café en aquellos distritos. En consecuencia, cualquier plan que se trate para la rehabilitación de la población rural de Puerto Rico debe ser dirigido principalmente hacia los distritos cafeteros. Cualquier plan bien encaminado para tal trabajo de ayuda tendría naturalmente que proveer una corrección básica permanente de los distintos males mencionados en otra parte de la presente exposición. Algunos de estos males podrían ser corregidos mediante las agencias ya establecidas, tanto federales como insulares. Debe proveerse un seguro contra huracanes a fin de proteger las propiedades de café contra pérdidas por este motivo; debe establecerse una política más liberal por el Banco Agrícola Federal y por el Banco Federal[16] de Créditos Intermediarios; y deben obtenerse nuevos instrumentos de la Corporación de Créditos sobre Producción y del Banco de Cooperativas que están actualmente funcionando en Puerto Rico, a los efectos de la obtención de mercados y de créditos sobre producción. Indudablemente que se obtendrán para este producto precios mejores tan pronto como la Asociación Cooperativa de Cafeteros esté en condiciones de pignorar satisfactoriamente las cosechas de café, haciendo así posible la subsiguiente obtención adecuada de mercados. En Puerto Rico, sin embargo, no funcionan agencias efectivas que puedan resolver los otros problemas con que se confrontan los agricultores de café. Existe la necesidad inmediata y urgente de un aumento de empleos en las regiones cafeteras, con el fin de detener el actual éxodo que existe en las fincas de café por parte de los campesinos de las montañas. Los agricultores se encuentran desamparados para resolver esta situación debido a la falta de numerario para trabajar sus fincas. Debido a que sobre ellas ya pesan grandes hipotecas, existe muy poca esperanza de obtener nuevos préstamos, no empece lo liberal que puedan ser las agencias federales de crédito que en la actualidad funcionan en la isla. El problema se reduce, a fin de cuentas, a una cuestión de ayuda rural inmediata.
Necesidades de un plan coordinado para la ayuda rural
Para la rehabilitación de la industria cafetera de Puerto Rico —debemos repetirlo— se hace muy necesaria alguna forma de ayuda urgente y liberal. La ayuda que en esta forma se extendiese a los agricultores y trabajadores de nuestras montañas conduciría a los siguientes resultados, que tan deseables son:
- Rehabilitar la industria agrícola de la isla, lo que es altamente necesario para el bienestar general de la población;
- Proveer empleo remunerativo y condiciones de vida más felices a aproximadamente una tercera parte de nuestra población;
- Proveer un remedio satisfactorio e inmediato al torrente de habitantes de las montañas que migra hacia las ciudades y resolver así uno de nuestros problemas sociales y económicos más peligrosos;
- Iniciar el regreso a las montañas del excedente de población sin empleo en las ciudades, que tiene ahora que ser atendido con fondos federales de ayuda de emergencia;
- Al rehabilitar la industria cafetera, el valor de la propiedad en los distritos cafeteros de Puerto Rico ganará considerable valor, con lo cual se obtendrían tres importantes beneficios:
- Proveer y a garantía adicional adecuada para los gravámenes hipotecarios del Banco Agrícola Federal de Baltimore;
- Hacer posible el cobro de los gravámenes motivados por préstamos sobre cosechas, actualmente en manos de la Comisión de Auxilios contra Huracanes;
- Aumentar el ingreso de las municipalidades en las regiones montañosas, las cuales tanto necesitan ahora de alguna renta adicional.
Necesidad de un plan de ayuda rural
Con la exposición que queda hecha, debemos llegar a la conclusión de que los problemas de nuestra industria cafetera son de una importancia capital para el bienestar general de la isla de Puerto Rico. El asunto en su totalidad tiene una relación íntima con la estructura económica y social de la isla en general. De manera, pues, que cualquier ayuda que se dé a los cafeteros y a los trabajadores del café habrá naturalmente de resultar beneficiosa a todo Puerto Rico. Con esta idea en mente, hemos pensado en un plan por virtud del cual la ayuda que se ofrezca a los distritos cafeteros haya de ir directa y conjuntamente a los agricultores y a los trabajadores, en tal forma que unos y otros sean permanentemente beneficiados con esta medida. Asimismo, debemos considerar que, si se lleva a cabo un programa de rehabilitación por un período de, digamos, tres años, debe tomarse en consideración el hecho de que al final de este plan rehabilitador los agricultores estarían en situación de continuar trabajando sus fincas por medios de las agencias normales de crédito que quedasen disponibles, y quedarán, así, en situación de suministrar a la población campesina empleo apropiado y de carácter permanente.
Creemos que el siguiente plan es factible y adecuado para obtener con él la ayuda deseada en beneficio de la industria cafetera.
El plan
Presuponiendo que las fincas de café, en un total de 300,000 acres, pudiesen quedar comprendidas dentro del plan, proponemos la compra a los agricultores de café de 24,000 acres con el propósito de establecer 8,000 predios de subsistencia para los trabajadores. Esta compra habría de ser hecha por una Comisión de Ayuda Cafetera, que sería nombrada para hacerse cargo de la realización de este plan.
El precio que se pagase por estas tierras sería de $25 por acre. Sabemos que el valor actual en mercado es de unos $50 por acre, pero comoquiera que los agricultores habrían de beneficiarse por otra parte con este plan, parece razonable asumir que ellos diesen su conformidad a este convenio. Para llegar a esto sería necesario entrar en negociaciones con el Banco Agrícola Federal, ya que la mayor parte de las fincas de café están actualmente hipotecadas a dicha institución.
Cada uno de estos predios de subsistencia sería asignado a un trabajador que habría de ser jefe de familia. A cada uno de estos trabajadores se le pagaría una subvención, a manera de salario, de $3 por semana, por cinco días de trabajo a la semana, o sea, a razón de 60 centavos por día. Tres de los cinco días de trabajo de cada semana tendrían que ser dedicados a cualquier clase de trabajo de campo que fuese requerido bajo la dirección de los agricultores en sus plantaciones de café, y los dos días restantes serían dedicados a los susodichos predios de subsistencia. Tanto los pagos como el trabajo estarán bajo la dirección de la Comisión, en tal forma que los trabajadores queden protegidos contra un trato irrazonable por parte de los terratenientes y, al mismo tiempo, que los agricultores tengan una seguridad en cuanto a la proporción de trabajo asignada a las plantaciones de café que haya de ser rendido por los trabajadores. Es de esperar que en esta forma los agricultores pueden volver a poner en producción sus plantaciones de café al mismo tiempo que los trabajadores se acostumbrarían a cosechar sus propios productos alimenticios, haciéndose así, hasta cierto punto, independientes en cuanto a su manutención diaria.
Durante la temporada de cosechas, los cafeteros habrían de ser autorizados, naturalmente, a importar un número extra de trabajadores para recoger la cosecha de café, así como a utilizar, mediante pago y sujeto a la reglamentación de la Comisión, los dos días de trabajo asignados para la atención de los predios de subsistencia, en tal forma que durante el período urgente de la temporada de recolección pudiesen ser utilizados todos los trabajadores que estuviesen disponibles.
Con este proyecto se espera crear pequeños predios de subsistencia para 8,000 cabezas de familia en parcelas de tres acres cada una. En cada uno de estos predios proponemos la construcción de una pequeña casa de cemento a un costo que se calcula en $300 por cada casa. Las construcciones de cemento han sido adoptadas como el único medio de naturaleza permanente dentro de las condiciones montañosas de Puerto Rico, ya que la madera se pudre con gran rapidez o es fácilmente destruida por termitas. La construcción de cemento está libre de estos perjuicios y al mismo tiempo ofrece una resistencia mucho mayor contra los frecuentes temporales y huracanes tropicales que aquí padecemos.
Estas casas, con sus correspondientes predios de tres acres, se venderían a los jefes de familia seleccionados para este fin de acuerdo con un plan liberal de pagos a plazos que habría de ser determinado más tarde por la Comisión de Ayuda Cafetera. Queda entendido que los ingresos que resulten de la venta de predios y casas a los trabajadores serían dedicados eventualmente a la ayuda rural en los distritos cafeteros.
Estos 8,000 trabajadores con sus familias representarían de 40,000 a 50,000 personas. Cada familia recibiría $156 anuales en efectivo más los beneficios de las cosechas en los predios de subsistencia. El ingreso total de estas familias, en virtud de su trabajo, montaría a $1,248,000 anuales, lo cual aliviaría substancialmente la situación desamparada en que se encuentran los trabajadores del café de la isla. Evidentemente, este plan contribuiría a rehabilitar las plantaciones de café de manera permanente. Los agricultores, por otra parte, recibirían, como pago por los 24,000 acres que habrían de ser dedicados a predios de subsistencia, la suma de $600,000, lo cual les ayudaría a sufragar sus gastos de vida o a cubrir en parte cualesquiera gastos adicionales que hubiesen de hacer en sus fincas.
El plan propone que la Comisión también proveerá $120,000 para semilleros de café; $300,000 para materia fertilizante; $120,000 para la compra de animales de labranza y $2,400,000 para la construcción de casas de viviendas para trabajadores en aquellas fincas en que la falta de instalaciones de alojamiento haga necesaria esta acción para la realización del plan. Este gasto en las casas se considera de gran importancia pues hay que pensar que no hay nada como un hogar y un pedazo de tierra para conseguir retener los trabajadores en las montañas de Puerto Rico. Los semilleros de café y las pruebas de fertilizantes serán preparados y realizados bajo la superintendencia y jurisdicción de las autoridades de extensión de la Universidad de Puerto Rico.
Dándonos cuenta de que no es posible proyecto alguno de carácter financiero para la industria cafetera que pueda ser permanente sin que medien disposiciones para un seguro adecuado de las cosechas y plantaciones de café contra los daños causados por huracanes, proponemos también la creación de un Fondo de Seguro para el Café. El Banco Federal[17] de Créditos Intermediarios exigirá un seguro de cosecha antes de que los agricultores que formen parte de asociaciones de crédito sobre producción puedan descontar notas de la Corporación de Créditos sobre Producción. Ya ha sido organizada una asociación de crédito sobre producción entre los cafeteros puertorriqueños con un capital de $150,000. Esto significa que esta cooperativa podrá obtener del Banco Federal[18] de Créditos Intermediarios préstamos sobre cosechas que monten a $750,000. A fin de hacer posibles estos préstamos, los agricultores deberán proveer el seguro sobre cosechas en una cantidad por lo menos igual a los préstamos sobre cosechas que les haya hecho el banco. Las primas de seguro contra huracanes para las fincas de café que cobran actualmente las compañías de seguros que funcionan en Puerto Rico son tan altas que resultan prácticamente prohibitivas. Es muy importante, en consecuencia, proveer el seguro necesario por medio de alguna agencia dirigida por el gobierno y que preste sus servicios sin ganancias.
Se considera necesario un capital inicial de $750,000 para hacer frente a las actuales necesidades. Se estima que esta suma podría ser invertida en bonos del gobierno de los Estados Unidos a un interés del 3 por ciento anual. El tipo de primas por el seguro sobre café será de 6 por ciento, por lo tanto, el ingreso total del Fondo de Seguro para el Café sería de 9 por ciento anual en los años en que no ocurriesen huracanes. El período promedio de periodicidad de estos huracanes en Puerto Rico ha sido de alrededor de 15 años, por tanto, después de los huracanes de 1928 y 1932 podemos razonablemente esperar por lo menos un período de 12 años sin que suframos otro huracán. En ese período el fondo inicial se habrá doblado, y el plan en su totalidad tendrá razonables perspectivas para su continuación permanente. Eventualmente, a medida que la estructura financiera del fondo vaya solidificándose, los tipos de primas podrán ser reducidos en beneficio de los agricultores hasta donde las condiciones imperantes lo justifiquen. La creación del servicio de seguros es indispensable para que funcionen con éxito las cooperativas cafeteras y las consiguientes refacciones de las cosechas de café. Recomendamos urgentemente la asignación de los fondos que se requieren para este fin.
El presupuesto general para este plan puede ser recapitulado como sigue:
| Gastos para el primer año | ||
|---|---|---|
| Pago a 8,000 trabajadores, a $156 cada uno por año | $1,248,000 | |
| Costo de 24,000 acres de tierra a $25 por acre | 600,000 | |
| Fertilizantes para 25,000 acres de café, a $12 por acre | 300,000 | |
| Para 300 semilleros de café, a $400 cada uno | 120,000 | |
| Para la compra de animales de labranza, a $15 por cada finca | 120,000 | |
| Para 8,000 casas pequeñas de cemento para trabajadores, incluidas letrinas | 2,520,000 | |
| Para el fondo de seguro | 750,000 | |
| Gastos de administración | 120,000 | |
| Total para el primer año | $5,778,000 | |
| Gastos para el segundo año | ||
| Pago a 8,000 trabajadores, a $156 cada agricultor, por año | 1,248,000 | |
| Fertilizantes para 25,000 acres, a $12 por acre | 300,000 | |
| Para 120 semilleros de café, a $500 | 60,000 | |
| Gastos de administración | 50,000 | |
| Total para el segundo año | 1,658,000 | |
| Gastos para el tercer año | ||
| Total | 1,658,000 | |
| Asignación total para el período de tres años | $9,094,000 | |
Naturalmente que debiera establecerse en Puerto Rico una organización especial que representase a la comisión de ayuda rural y que expusiese los planes para reglamentar y conducir al éxito el anterior programa de rehabilitación cafetera. El total de gastos para el primer año sería de $5,778,000. Nos parece que tan pronto como el plan rehabilitador en general sea preparado y el programa comience a estar en vigor, la asignación necesaria para los años subsiguientes habría de ser mucho menor, probablemente esta no tendría que exceder de $1,700,000 por año. Se recomienda que el plan esté en vigor durante por lo menos tres años, porque solo en esta forma podríamos esperar conseguir, en una forma permanente, la tan necesitada rehabilitación rural en nuestras regiones montañosas.
Plan para la rehabilitación de la industria cítrica de Puerto Rico
Datos históricos
Poco después de la ocupación americana, unos cuantos americanos intrépidos, algunos de ellos exsoldados que vinieron con el ejército en 1898, se interesaron en la producción de frutas cítricas. Las chinas, toronjas y limas crecían sin cultivo en la isla, y algunos de dichos americanos tenían bastante seguridad en el futuro de dicha industria, por lo cual se decidieron a establecer pequeñas plantaciones comerciales, principalmente de toronjas. Los iniciadores de esta nueva industria no se encontraron con una tarea fácil.
Cuando, después de tomarse tantos trabajos, empezaron los árboles a producir, se presentó la cuestión del trasporte y de los mercados. En los primeros años los esfuerzos por conseguir mercados fueron muy poco satisfactorios. Conocían muy poco de la clasificación, empaque y transporte de la fruta. Esta se empacaba en cajas inadecuadas, realizándose muy pocos esfuerzos para clasificarla, se conducía por caminos accidentados hasta San Juan, donde se embarcaba en buques inadecuados y sin refrigeración. Durante la travesía la fruta empezaba a dañarse en las calientes bodegas de los barcos. En la mayor parte de los casos, los cosecheros sufrían pérdidas y en 1910 la industria frutera estaba en condiciones muy deplorables.
Una asociación cooperativa de mercados se estableció para esa época y en 1910 se fundó la Puerto Rico Fruit Exchange. Inmediatamente se le prestó atención al mejoramiento de la clasificación, empaque y transporte. Las pérdidas se convirtieron en ganancias y para el 1915 los cosecheros se encontraban en condiciones florecientes, habiendo aumentado el valor neto de la Puerto Rico Fruit Exchange de $12,000 en 1910 a $60,000 en 1915, además de haber producido buenos dividendos a los cosecheros.
Estas operaciones productivas indujeron a los que ya estaban cosechando frutas cítricas a establecer plantaciones mayores y atrajeron nuevos cosecheros a este negocio. Los siguientes diez años, hasta 1925, demuestran una ganancia constante en las exportaciones cítricas, y los embarques, que en 1916 alcanzaron solamente 296,613 cajas, aumentaron en 1926 a 809,036 cajas; la cosecha de 1927‑28 alcanzó más de un millón de cajas.
La fruta de Puerto Rico es de excelente calidad y goza de buena reputación, tanto en el mercado americano como en el europeo. En Inglaterra por lo general obtiene un precio mejor que la de cualquiera otra región.
Condiciones actuales
Después de varios años de prosperidad, los cosecheros confrontaron un período de varios años de adversidad que cambió tan radicalmente sus condiciones que los productores de más del 60 por ciento de la fruta, que eran prósperos y libres de deudas en 1928, tendrían que hacer frente a la quiebra y a la pérdida de sus fincas y propiedades en 1934.
La cosecha de 1928‑29, aun en los árboles, se calculó conservadoramente en 1,200,000 cajas. Esta cosecha no solo era la mayor jamás producida, sino que todos la consideraban como la más limpia y apetecible, en lo referente a tamaño y calidad, de todas las producidas en la isla hasta la fecha. Nunca fueron tan brillantes las perspectivas. Además de tener la mejor y mayor cosecha jamás producida, las perspectivas del mercado eran muy halagadoras. Si circunstancias imprevistas no hubieran impedido a los cosecheros poner esa cosecha en el mercado, hoy, a pesar de los bajos precios de los últimos tres años y del ciclón de 1932, la mayoría de los cosecheros no necesitaría refacción.
A principios de septiembre, precisamente cuando los embarques iban a empezar, un ciclón tropical azotó la isla, destruyó por completo la cosecha cítrica y causó graves daños a los árboles, edificios, maquinaria y materiales. Se calculan los daños totales en $2,214,000. Esta tormenta destruyó más de 35,000 árboles productores, dañó aproximadamente 125,000 más, de los cuales 60,000 han perecido hasta la fecha.
El ciclón motivó la formación de la Asociación Cooperativa de Créditos de los Fruteros, la cual ha prestado ayuda económica a la industria cítrica hasta el presente por mediación del Banco Federal de Créditos Intermediarios. Debido a este huracán, el Congreso creó la Comisión Rehabilitadora de Puerto Rico, la cual empleó $176,000 en préstamos para rehabilitar las propiedades afectadas de los cosecheros.
El Banco Agrícola Federal concedió en aquella época bastantes préstamos hipotecarios, hasta que el total de estos sobre propiedades de la industria cítrica alcanzó a $446,400. El montante de las hipotecas particulares sobre propiedades de la industria cítrica se desconoce y no puede determinarse con exactitud, pero de acuerdo con un cálculo conservador es alrededor de $650,000.
Hasta el otoño de 1928 los cosecheros de frutas cítricas de Puerto Rico habían estado obteniendo durante muchos años magníficos beneficios y las casas comerciales los consideraban como riesgo de crédito de primera clase, tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico. Este último le extendió crédito ilimitado para los materiales necesarios para la rehabilitación de sus propiedades. En algunos casos el total de créditos particulares concedidos excedía a los anticipos hechos por el Banco Federal de Créditos Intermediarios y por la Comisión Rehabilitadora de Puerto Rico. Los bancos particulares también tenían fe en la industria y anticiparon grandes sumas de dinero a sus clientes en hipotecas sobre tierras y cosechas.
Durante la temporada de 1929‑30, los precios se mantuvieron buenos y Puerto Rico embarcó más de 1,000,000 de cajas de toronjas a precios muy satisfactorios debido a las cosechas pequeñas en los sectores competidores y a la restricción en los embarques de toronjas de Florida por causa de la mosca del Mediterráneo.
En la primavera de 1930, durante el período de floración y las primeras etapas de crecimiento de la fruta, se experimentó un período de sequía anormal, lo cual afectó grandemente tanto el tamaño como la calidad de la fruta. Los árboles que fueron afectados por el huracán de 1928, la mayor parte de la cosecha de 1929‑30 de los cuales aún no se había recogido, sufrieron grandemente y muchos se perdieron. Otros no se recobraron enteramente hasta la primavera de 1932 y produjeron cosechas escasas en los años de 1930‑31 y 1931‑32.
La depresión no se dejó sentir en la industria cítrica hasta el mes de octubre de 1931, pero desde esa fecha los precios alcanzados en casi todas las ventas domésticas de toronjas eran en su mayoría más bajos que el costo de producción. Los cosecheros no podían afrontar sus obligaciones, muchos tomaron a préstamo lo necesario de distintas fuentes para producir las cosechas de 1930‑31 y 1931‑32, y muchos otros debían a las casas de suministro materiales de todas clases. Sus deudas aumentaron.
En septiembre de 1931 ocurrió un terrible huracán que atravesó una pequeña porción de la zona cítrica. Los daños fueron locales, pero los causados a edificios, la destrucción de las cosechas, etc., alcanzaron aproximadamente la suma de $250,000.
La cosecha cítrica de la isla correspondiente al año de 1932‑33 se calculó en los árboles aproximadamente en 700,000 cajas de frutas adecuadas para embarque, y los cosecheros, que trabajaban de acuerdo con presupuestos restringidos, consideraron que podrían poner en el mercado una parte considerable de su cosecha durante los meses de agosto, septiembre y octubre, toda vez que la cosecha de la Florida se había retrasado. Durante dichos meses no habría prácticamente competencia y los cosecheros esperaban una temporada beneficiosa y el pago de una gran parte de sus deudas. Pero otra vez la destrucción estaba a cuatro semanas plazo, y después de solamente cuatro embarques, el peor huracán que la industria cítrica había experimentado cruzó la zona cítrica por entero el día 26 de septiembre de 1932. Más del 92 por ciento del resto de la cosecha quedó destruida. Las pérdidas sufridas por la industria cítrica pasaron de $2,000,000, con daños a la propiedad de cerca de $200,000. Más de 40,000 árboles productores fueron destruidos y más de 112,000 sufrieron daños.
En la actualidad, al 1.o de junio de 1934, la industria cítrica se encuentra en las siguientes condiciones económicas. El Banco Agrícola Federal tiene actualmente $415,256 en hipotecas vencidas sobre propiedades de la industria cítrica. La Comisión Rehabilitadora de Puerto Rico ha concedido anticipos sobre tierras de la industria cítrica por la suma de $176,050, ninguno de los cuales se ha redimido. Se le deben también a la Comisión Rehabilitadora de Puerto Rico los intereses sobre estos préstamos, cuya suma se desconoce. El Banco Federal de Créditos Intermediarios tiene préstamos, antiguos y recientes, que alcanzan aproximadamente $216,000. Esto alcanza un total que los cosecheros de frutas cítricas le deben a las agencias federales de $807,306, sin incluir los intereses que se deben sobre préstamos de la Comisión Rehabilitadora de Puerto Rico. Inmediatamente después del ciclón de 1932, el gobierno insular concedió anticipos por valor de $50,000 a los cosecheros de frutas cítricas para ayudarlos a comprar abono que necesitaban inmediatamente y a proteger temporeramente la maquinaria y el equipo para empacar, que estaba a la intemperie debido a los daños que causó el ciclón a las casas empacadoras. Dichos $50,000 debían pagarlos los cosecheros que obtuvieron el préstamo a un tipo de 4 centavos por caja constituyendo un gravamen preferente sobre las cosechas presentes y futuras, con un interés de 5 por ciento. Aún quedan sin pagar alrededor de $46,000 sobre este préstamo que están ya vencidos. Además de estas deudas, los cosecheros tienen deudas sin garantía con casas de suministro y con casas comerciales particulares hasta cerca de $1,500,000.
El lugar que ocupa la industria cítrica en la vida económica de la isla
La industria frutera ocupa el cuarto lugar entre las más grandes industrias agrícolas de la isla, superada únicamente por el azúcar, el café y el tabaco. Para fines contributivos, las propiedades fruteras están tasadas en un valor muchas veces mayor que el de cualesquiera otros terrenos dedicados a la agricultura en la isla. Los fruteros pagan al Tesoro Insular una suma mayor en proporción a la extensión de las propiedades que cualquiera otra de las empresas agrícolas.
Los cosecheros, que han llevado cuentas exactas de los costos, manifiestan que comprar la tierra, hacer la debida propagación y levantar los árboles hasta la edad de ocho años, considerada como la edad a propósito para producir, cuesta $750 por acre. De manera que los 8,000 acres de arboledas productivas representan una inversión de $6,000,000 y la inversión total de la industria cítrica, incluidos 4,000 acres de árboles jóvenes que todavía no producen, casas empacadoras, equipo, etc., representa más de $10,000,000.
El dinero invertido en plantaciones cítricas representa lo que podría llamarse una inversión permanente, ya que, una vez preparado el terreno, plantados los árboles y cuidados hasta la edad productiva, la inversión es muy grande para pensar en arrancarlos y sembrar otros frutos. En este particular es un problema muy distinto al de la caña o el tabaco, porque estos productos pueden considerarse como de cosechas anuales.
Se calcula que no menos de 8,000 personas se emplean regularmente en las plantaciones cítricas, lo que significa que por lo menos 30,000 personas dependen de esta industria para su subsistencia. En las épocas de mayor trabajo el número de empleados aumenta a 10,000 personas, siendo entonces no menos de 50,000 las que dependen de la industria. La industria frutera requiere una clase de trabajadores más competentes que los de otras ramas agrícolas y, por lo tanto, como regla general, cuando la industria frutera está en condiciones económicas de hacerlo, los jornales que paga son mayores. El alojamiento y atención de los obreros por lo general es mejor que en otras ramas agrícolas. Debido a las serias condiciones económicas de los cosecheros, ha sido necesario reducir grandemente el número de empleados, así como los tipos de jornal.
Necesidad de un plan coordinado inmediato para el auxilio de la zona rural
Las condiciones de los cosecheros de frutas cítricas y especialmente de los trabajadores que dependen de esta industria es verdaderamente trágica. Si dentro de los próximos treinta días no reciben ayuda de alguna parte, un gran tanto por ciento de los actuales dueños perderán sus fincas, en las cuales han invertido sus ahorros de toda la vida, y han pasado de veinte a treinta años levantando la cuarta industria agrícola de la isla, y los trabajadores perderán todas sus esperanzas de ganarse la vida en este campo.
Se acaban de descargar los árboles del peso de la cosecha que llevaban desde marzo y abril de 1933. Debido a esta carga y a la falta del abono suficiente durante los últimos dos o tres años, el florecimiento tempranero fue escaso, prácticamente ninguno durante diciembre y enero y no mucho durante marzo y abril. Esto quiere decir que Puerto Rico no podrá colocar ninguna fruta en el mercado a principios del otoño, y parece un hecho que los embarques de Puerto Rico no alcanzarán más de 150,000 o 200,000 cajas entre junio de 1934 y mayo de 1935. Es posible que la pequeña cantidad de fruta producida por las floraciones de marzo y abril se coloque en el mercado de Inglaterra durante el invierno. La mayor parte de la región frutera ha experimentado durante el mes de abril y principios de mayo una de las épocas más secas que jamás se han conocido. La falta de humedad se hizo alarmante, y los árboles en muchos de los distritos mostraban claramente los efectos de la sequía. En cierto modo, esto es muy bueno para la industria frutera. Se ha hecho evidente durante los dos últimos años que en Florida la floración ocurre más temprano que antes y en Puerto Rico ocurre más tarde, lo cual permite a Florida mandar sus productos al mercado a principios del otoño y obtener los mejores precios antes de que Puerto Rico pueda mandarlos. Las floraciones de junio o julio nos dan frutas cuando nadie más está en el mercado, lo cual nos asegura mejores precios. Por consiguiente, si se acepta el presente plan de auxilio, debe ponerse inmediatamente en vigor.
El proporcionar trabajo según se propone en otra parte de este plan, además de prestar ayuda material a los trabajadores, permitirá a los cosecheros aumentar sus cuentas de abono e insecticidas, y ayudará a la más pronta rehabilitación de sus plantaciones.
Plan para el necesario auxilio de la zona rural
Lo que se ha expresado anteriormente tiene por objeto presentar el cuadro de la industria cítrica de Puerto Rico, su historia, sus comienzos, las pruebas por que ha atravesado y sus problemas, cómo los afrontó y resolvió, y, por último, el cuadro actual de una industria, una vez próspera y floreciente, que ha llegado al extremo en que sus cosecheros no pueden obtener crédito. El único rayo de esperanza es la esperanza de auxilio y ayuda que ofrece la Comisión de Auxilio de la Zona Rural. La única ayuda que puede ofrecerse a los trabajadores debe proceder de dicha comisión.
La salvación de las vastas y productivas plantaciones de frutas cítricas, la solución permanente del problema del trabajador rural —que en la actualidad es desesperanzador— tendrá un efecto indiscutible sobre la vida social y económica toda de la isla. El plan de auxilio que proponemos debe alcanzar a los trabajadores de tal forma que la industria resulte beneficiada permanente y sustancialmente. Estamos seguros de que a la terminación del período de tres años los dueños estarán en una posición mucho mejor para afrontar sus obligaciones y que podrán seguir sus operaciones sin mayor ayuda económica. Si necesitaren refacción, estarán en condiciones tales de mejoramiento económico que podrán procurársela mediante las agencias establecidas para esos fines. Los dueños estarán en condiciones de dar empleo de carácter permanente y adecuado a muchos más trabajadores que en la actualidad. Estamos también seguros de que un plan como este proporcionaría a los cosecheros un tipo más elevado, responsable y mejor de empleados permanentes. Los trabajadores, al tener una pequeña parcela de terreno y un hogar cómodo de su propiedad, tendrán un nuevo aliciente en la vida y serán ciudadanos mejores y más eficientes.
Creemos que el siguiente plan es factible y que ofrece una solución permanente a los problemas económicos que en la actualidad confrontan los dueños de la industria, frutera y los trabajadores de esta.
El plan
El comité ejecutivo que se nombre para hacerse cargo de este trabajo comprará a los cosecheros la tierra que sea necesaria para suministrar parcelas en que puedan ganarse la subsistencia los trabajadores, a razón de dos acres por cada trabajador de los que fueren seleccionados. Los terrenos para este fin se venderán a la Comisión a un tipo de $50 por acre. El valor de tasación de estos terrenos fluctúa entre $150 y $200 por acre, pero toda vez que los cosecheros habrán de beneficiarse en otras formas, parece razonable esperar que estarán dispuestos a vender al mencionado precio de $50. Se entenderá y se acordará que ningún terreno sembrado de árboles frutales será seleccionado por la Comisión. Toda vez que un gran tanto por ciento de las propiedades fruteras está actualmente hipotecado con el Banco Agrícola Federal, será necesario entrar en negociaciones con dicho banco para saber si estaría conforme con que se vendiera dicho terreno al referido precio.
Los cosecheros deberán escoger una cuarta parte de los trabajadores que emplean permanentemente para los cuales la Comisión asignará parcelas de subsistencia. Cada parcela constará de dos acres y el trabajador a quien se le asigne una deberá ser un padre de familia. La Comisión pagará a cada uno de estos trabajadores un jornal, subvención o compensación de $3 por semana de cinco días laborables, o sea a razón de sesenta centavos diarios. Tres de estos cinco días en cada semana los trabajará el obrero en las plantaciones y campos del frutero y bajo la dirección de este, y los otros dos días los dedicará a trabajar en su parcela de subsistencia. Los pagos y el trabajo estarán bajo el dominio de la Comisión en tal forma que los trabajadores estén protegidos contra trato injusto por parte de los dueños de los terrenos y a la vez se asegure a dichos dueños de que recibirán de los trabajadores la proporción del trabajo asignado a sus plantaciones. Durante las cosechas u otros períodos de urgencia, se permitirá a los dueños contratar los servicios de los trabajadores durante los dos días que tienen asignados para sí, por la compensación que la Comisión apruebe.
Se espera que debido a este proyecto se establezcan pequeñas parcelas de subsistencia de dos acres cada una para 2,000 padres de familia. Se recomienda que este proyecto sea para un período de no menos de tres años. Si es seguro que el período será de tres o más años, entonces proponemos que se construya en cada una de estas parcelas de subsistencia de dos acres una pequeña casa de cemento a un costo estimado de $300 cada una, más $15 para una letrina. La Comisión pagará estas casas, parcelas, etc., y las venderá a los trabajadores en condiciones muy liberales. Se entenderá también que el producto de la venta de las parcelas y casas a los trabajadores ingresará en un fondo que se dedicará a auxilio rural adicional en los distritos fruteros.
La Comisión comprará aves de corral y semillas de hortaliza hasta la suma de $15 para cada trabajador que tenga una parcela de subsistencia.
Estos 2,000 padres de familia representan unas 10,000 personas. Cada familia recibirá $156 anuales en efectivo por su trabajo más los beneficios de las cosechas de su parcela de subsistencia y los productos de sus aves. Los trabajadores estarán labrando para el futuro en que posean su propio hogar.
Además, proponemos que se les consiga trabajo a 2,000 trabajadores adicionales, pagaderos de los fondos para el auxilio de la zona rural, a un tipo de $3 por semanas de cinco días, cuatro de los cuales se dedicarán a los cosecheros de frutas cítricas y el quinto a cosechar productos alimenticios en parcelas de medio acre que serán suministradas por los fruteros. De modo que, el 50 por ciento completo de los trabajadores de la industria frutera dependerían de los fondos para auxilio para la zona rural. Esto remediaría en parte el problema obrero e indirectamente ayudaría a los fruteros en la rehabilitación de sus fincas.
No es sino justo que se apruebe un proyecto de auxilio de esta índole. De otro modo, el colapso de la industria cítrica dejaría sin trabajo definitivamente de 8,000 a 10,000 trabajadores, los cuales no podrían emplearse en otras industrias. Semejante número de personas sin trabajo agravaría grandemente el problema del desempleo tan serio en la actualidad en la isla, porque ellas tendrían que incluirse en las listas del Fondo de Auxilio de Emergencia para que se les dé alimento y ropa.
El presupuesto general para este plan es como sigue:
| Gastos del primer año | ||
|---|---|---|
| 2,000 letrinas a $15 cada una | $30,000 | |
| Cercas para 2,000 parcelas a $10 | 20,000 | |
| Para suministrar el 50 por ciento del trabajo | 624,000 | |
| Compra de 4,000 acres a $50 | 200,000 | |
| Para construcción de 2,000 casas a $300 | 600,000 | |
| Para compra de aves de corral a razón de $15 para cada parcela | 30,000 | |
| Gastos de administración | 50,000 | |
| Total para el primer año | $1,554,000 | |
| Gastos del segundo año | ||
| Para suministrar el 50 por ciento del trabajo | 624,000 | |
| Gastos de administración | 30,000 | |
| Total para el segundo año | 654,000 | |
| Gastos del tercer año | ||
| Total | 654,000 | |
| Asignación total para el período de tres años | $2,862,000 | |
Este plan beneficiará considerablemente a una industria de $10,000,000 y colocará a los productores en mejores condiciones para pagar sus deudas. Dispone un auxilio de naturaleza permanente y definitiva para los trabajadores, ya que provee para él y su familia una casa y una pequeña parcela en la cual puede cosechar alimentos y criar aves de corral para su familia. En comparación a lo que se obtendrá, el gasto de $2,862,000 en un período de tres años parece insignificante. Pondrá a la industria frutera en condiciones de emplear muchos más trabajadores que en la actualidad.
Será necesario establecer en Puerto Rico una organización especial que represente a la Comisión de Auxilio de la Zona Rural y que administre y regule la inversión de estos fondos.
Recomendamos encarecidamente la aprobación de este plan y que se ponga en vigor tan pronto como sea posible.
Plan para la rehabilitación de las fincas de tabaco
Datos históricos
El tabaco en rama ha sido por muchos años uno de los principales productos agrícolas de Puerto Rico. Desde los tiempos de la soberanía española, el tabaco de Puerto Rico ha gozado de buena reputación por su calidad, cosa que facilitaba las ventas en el mercado español, aún en competencia con el tabaco cubano mejor escogido. Después de la ocupación americana, el tabaco, como el café, perdió su mercado europeo, pero en este caso la pérdida fue más compensada porque se le concedió al tabaco puertorriqueño entrada libre a un mercado tan altamente protegido como el americano. Varias compañías de tabaco americanas empezaron a hacer negocios en Puerto Rico y compraron algunas de las mejores fincas de tabaco para convertirse en cosecheros directos de tabaco en rama. Al mismo tiempo, estas compañías establecieron fábricas modernas de cigarros y cigarrillos y compraron todo el cosecho.
El precio del tabaco mejoró considerablemente y durante un número de años la industria del tabaco disfrutó de bastante prosperidad. Los agricultores de tabaco tenían ganancias razonables y se mejoraron mucho los métodos de cultivo. El tabaco no tardó en convertirse en nuestra segunda industria agrícola. Entre 1923‑24 habían sembrados 40,000 acres de tabaco en la isla con una producción total de cerca de 280,000 quintales. El valor total de la exportación de tabaco en rama, cigarros y cigarrillos para aquel año fue de $18,701,886.
Después de que terminó la guerra mundial, el precio del tabaco mejoró lo mismo que el de otros artículos y para 1926 la producción había subido a 360,000 quintales cosechados en unos 58,000 acres. El precio que se pagó a los cosecheros aquel año fue de 39¢ la libra. Estimulados por este precio, los cosecheros emprendieron un programa muy extenso y en 1927 se cultivaron unos 81,000 acres con una producción total de 500,000 libras, la más alta que ha habido en la isla. El precio, sin embargo, no se mantuvo alto y la cosecha se vendió a un precio medio de 22 centavos la libra. Por consiguiente, la producción bajó a 270,000 quintales para el año siguiente. Continuó más o menos en la misma proporción hasta 1931 en que se produjeron 373,000 quintales y el precio bajó otra vez a 20¢ la libra.
Desalentados por este precio bajo los cosecheros de tabaco decidieron entonces limitar la cosecha y se puso en vigor una campaña violenta para no sembrar, lo que dio como resultado que en 1932 se cultivaron solamente 10,079 acres de tabaco y se cosecharon 5,500,000 libras de tabaco. Esto, sin embargo, no ayudó a mejorar los precios y el precio medio que se pagó a los agricultores por tabaco a vapor bajó a 14 centavos la libra en 1932 y a 15 centavos en 1933.
Situación actual
La pequeña cosecha que se produjo en 1932 y 1933, así como también los precios bajos que se obtuvieron por el producto, pusieron a los cosecheros de tabaco a punto de quebrar. La mayoría de las fincas están actualmente fuertemente hipotecadas y los agricultores están muy necesitados de instrumentos de crédito y de cualquier otra clase de auxilio rural.
La Ley de Ajuste Agrícola se ha puesto ya en vigor en Puerto Rico con relación a la cosecha del tabaco. Cerca de 10,000 agricultores han firmado contratos para reducir la cosecha con el Secretario de Agricultura y, como consecuencia, cerca de $1,800,000 se pondrán a disposición de los cosecheros de la isla por medio de los pagos de beneficio. Esto, sin embargo, no beneficiará a los trabajadores de las regiones tabacaleras quienes están ahora, lo mismo que los de las regiones cafeteras y fruteras, en condiciones muy angustiosas.
La cosecha limitada para este año probablemente ascenderá a 220,000 quintales. Pronto podrán disponer de instrumentos de crédito los agricultores de tabaco por medio de la organización cooperativa de la Corporación de Créditos Refaccionarios de Baltimore, una sucursal de la cual está funcionando en la isla. Una asociación de créditos refaccionarios ha sido organizada en San Juan con un capital de $400,000. Todas estas medidas ayudarán a aliviar en gran parte la situación angustiosa de los agricultores de tabaco en la isla, pero se necesitan medidas adicionales de auxilio rápido para ayudar la situación del trabajador. Nuestro problema, por lo tanto, es proveer ayuda adicional adecuada a los agricultores más necesitados y lo que es aún más importante, hallar algún medio práctico de auxiliar a los trabajadores de los distritos tabacaleros de la isla.
El puesto que ocupa la industria del tabaco en la economía puertorriqueña
Se ha señalado ya que la industria del tabaco es la segunda más importante entre las industrias agrícolas. Después de la caña de azúcar, es la más importante de nuestras fuentes de exportación. En algunos distritos de la isla como en los valles de Caguas, Comerío y La Plata, el tabaco es la principal cosecha que produce dinero a los agricultores. No sabemos de ninguna otra cosecha que pague que pudiera sustituir al tabaco en aquellas regiones, por lo tanto, parece ser lo más importante el poner sobre base de beneficios el cosechar tabaco para poder continuar proporcionando el trabajo que tanto necesitan los jíbaros de los valles interiores de la isla. De acuerdo con el informe del Brookings Institution sobre “Puerto Rico y sus problemas”, las fincas de tabaco dan empleo a unos 30,000 trabajadores rurales, lo que significa que esta cosecha proporciona subsistencia a unas 150,000 personas.
Razones que explican la angustia actual entre los agricultores de tabaco
Entre las causas principales de la situación poco satisfactoria de la industria de nuestro tabaco pueden mencionarse las siguientes:
- El fracaso del precio del tabaco en rama en el mercado de Nueva York durante 1932.
- La falta de instrumentos de crédito para sufragar los gastos de la cosecha y la falta de convenios adecuados con los negociantes para ponerla en el mercado.
- Gravamen por hipoteca de las fincas de tabaco.
- Producción baja por acre debido al cansancio del terreno y la enfermedad del mosaico.
- La destrucción general de los edificios de las fincas —tinglados para secar en su mayoría— producida por los huracanes de 1928 y 1932.
- Falta de investigación técnica adecuada para conseguir mejores variedades y procedimientos de cultivo.
Los resultados de esta acumulación de elementos desfavorables han sido desastrosos. Muchas fincas han cambiado de manos por medio de embargos mientras que otras han sido prácticamente abandonadas. Los edificios en las fincas son completamente inadecuados y las condiciones de vida de los trabajadores de las fincas son, por lo general, poco satisfactorias y con frecuencia deplorables. El éxodo creciente de los trabajadores de las fincas que abandonan las regiones tabacaleras para dirigirse a las poblaciones más que congestionadas produce un malestar que debe corregirse de inmediato.
Necesidad de auxilio rural para los distritos tabacaleros
Bajo las condiciones arriba mencionadas no hay necesidad de decir que el auxilio rural es urgente en las regiones donde se cosecha tabaco en Puerto Rico. La mayoría de los agricultores están tan en extremo necesitados a nivel económico que los instrumentos de crédito agrícola y los pagos de beneficio de la A. A. A. habrían de llegarles demasiado tarde a menos que se haga algo mientras tanto para llenar el vacío entre el estado actual de irremediable quiebra y los tiempos mejores en perspectiva.
Así pues, el problema principal de los distritos tabacaleros de la isla es la situación angustiosa de los trabajadores de las fincas. Con casi todas sus casitas destruidas por los huracanes de 1928 y 1932, sus condiciones de vida son muy pobres y requieren atención inmediata. La reducción del terreno dedicado a tabaco durante las estaciones de siembra de 1931‑32 y 1932‑33 resultaron, naturalmente, en gran cantidad de desempleo y sufrimiento entre los trabajadores de estas fincas. Para empeorar la cosa, la aplicación de la A. A. A. a Puerto Rico, que se espera beneficie sustancialmente a todos los cosecheros de tabaco en un futuro próximo, reducirá la extensión básica de terreno a sembrar el año que viene de un 20% a un 30%. Evidentemente, esto aumentará el desempleo entre los jíbaros en proporción directa a las áreas que dejen de cultivarse. Es un cálculo razonable que cerca de 5,000 trabajadores sufrirán las consecuencias por este motivo. El proporcionar albergue y empleo adecuados a estos jíbaros es una cuestión importante que merece atención inmediata. Por consiguiente, se considera muy urgente para los cosecheros de tabaco de Puerto Rico que se ponga en práctica un plan cuidadosamente estudiado de auxilio rural que incluya tanto a los angustiados agricultores como a los trabajadores desamparados.
Resultados que se esperan del plan de auxilio propuesto
Un plan como el que se menciona arriba tendrá que depender de las facilidades de auxilio rural que puedan ponerse en práctica inmediatamente en la isla. El plan debe estudiarse cuidadosamente para que se amolde a nuestras condiciones especiales, de manera que cualquier medida de auxilio que se aplique ahora a nuestras zonas donde se cosecha tabaco produzca, con un gasto de dinero mínimo, un máximo de beneficio permanente. Entre los deseados beneficios deben enumerarse los siguientes:
- El auxilio rural hará posible la rehabilitación de la industria del tabaco que es la segunda en importancia para Puerto Rico.
- Proporcionará empleo muy necesario y mejores condiciones de vida a una gran parte de nuestra población agrícola.
- Ayudará en gran escala a impedir el éxodo de nuestra población campesina hacia los pueblos, ayudando de este modo a resolver este problema social y económico siempre en aumento.
- Proporcionará trabajo a muchos jefes de familia que ahora dependen de los fondos de Auxilio de Emergencia federal.
- La rehabilitación de las fincas hará posible levantar las hipotecas y los gravámenes refaccionarios que están ahora en poder de las agencias de crédito federales que están funcionando ahora en la isla.
- Mayores ingresos se pondrán a disposición de los centros cafeteros, lo que resultaría en un renacimiento general de los negocios y permitiría a los agricultores pagar sus contribuciones insulares y municipales actualmente tan atrasadas.
Plan que se propone
El cultivo de tabaco, como el cultivo de café, está íntimamente relacionado con la estructura económica de la isla. Como la mayor parte de la cosecha la producen pequeños terratenientes hijos del país esparcidos por una gran extensión de la isla, debe considerarse también que el cosechar tabaco requiere una gran cantidad de trabajo manual y que por lo tanto el renacimiento de la industria será el auxilio directo y permanente para la población trabajadora campesina.
La extensión normal de tabaco que se cultiva en Puerto Rico es de cerca de 50,000 acres. Debido a los contratos para reducir la cosecha de acuerdo con la A. A. A., de los cuales se han firmado 10,000 en la isla, la extensión total a sembrar de tabaco para el año que viene será de 40,000 acres aproximadamente. Esta cubrirá numerosas fincas pequeñas con una superficie total probable de 150,000 acres y una población campesina de unos 150,000.
Proponemos un plan de auxilio rural sobre una base similar al que propusimos para el café. Proponemos que se compre a los agricultores de tabaco 15,000 acres de terreno a un precio de $40 cada uno. Este terreno se dividirá en 5,000 predios de subsistencia en cada uno de los cuales se construirán casas de hormigón a un costo de $300 cada una. La compra de estos terrenos se hará en la misma forma que se recomienda en el plan del café.
Cada predio de subsistencia le será asignado a un labrador, quien deberá ser jefe de familia. A cada labrador se le pagará un jornal, bonificación o beneficio de trabajo de $3 semanales bajo los mismos términos que se prescriben para las fincas de café. Las casas se venderán a los jefes de familias bajo un plan de plazos cómodos que determinará más tarde la Comisión Agrícola.
Los 5,000 labradores que se acomodarán en estos predios de subsistencia representan con sus familias de 25,000 a 30,000 personas de la población campesina de los distritos tabacaleros. Cada familia recibirá $156 al año en jornales además de los beneficios por disfrutar de condiciones de vida adecuadas y lo que les produzcan las hortalizas de subsistencias que ellos tendrán que cultivar. El ingreso total por el trabajo de los 5,000 jefes de familia sería de $780,000 al año.
El plan propone además que la Comisión ayude a los cosecheros de tabaco a través de las siguientes medidas de auxilio:
- Distribución de abonos para las fincas pequeñas y para fines de demostración;
- Establecimiento y funcionamiento 50 semilleros de tabaco para distribuir gratuitamente semilla sana y escogida. (Deberá darse preferencia a los cosecheros asociados en organizaciones cooperativas y a los que cooperen con la política de la A. A. A. para reducir las cosechas.)
- Establecimiento de una granja experimental de tabaco donde se llevarán a cabo estudios sobre el modo de cultivar el tabaco y sus variedades de que se están hoy tan necesitados en busca de variedades comerciales más productivas.
El presupuesto completo para este plan puede resumirse así:
| Gastos para el primer año | ||
|---|---|---|
| Jornales a pagar a 5,000 labradores, a razón de $156 anuales cada uno | $780,000 | |
| Costo de 15,000 acres de terreno a $40 cada uno | 600,000 | |
| Abono | 100,000 | |
| Para 50 semilleros de tabaco a $1,000 cada uno | 50,000 | |
| Para comprar animales para las fincas a razón de $15 para cada finca | 75,000 | |
| Para construir 5,000 casas y letrinas de hormigón para jefes de familias a razón de $300 cada una | 1,575,000 | |
| Fondo para asegurar los tinglados de secar contra huracanes | 200,000 | |
| Para crear una finca experimental de tabaco —terrenos, equipo, empleados, etc. | 60,000 | |
| Gastos de administración y funcionamiento | 80,000 | |
| Total para el primer año | $3,520,000 | |
| Gastos para el segundo año | ||
| Jornales pagados a 5,000 labradores a razón de $156 al año cada uno | 780,000 | |
| Abono | 100,000 | |
| Semilleros | 50,000 | |
| Granja experimental de tabaco, gastos de funcionamiento | 20,000 | |
| Gastos de administración | 50,000 | |
| Total para el segundo año | 1,000,000 | |
| Gastos para el tercer año | ||
| Total | 1,000,000 | |
| Asignación total para el período de 3 años | $5,520,000 | |
Deberá organizarse convenientemente el personal necesario para que se encargue de establecer y poner a funcionar este plan en la isla. Es de esperarse que, después de un período de tres años, la maquinaria para la producción de tabaco vuelva a su estado normal, que las asociaciones de créditos refaccionarios y las cooperativas para poner el producto en el mercado se reorganizarán y todos los instrumentos de crédito agrícola existentes estén funcionando. La industria de cosechar tabaco quedaría de este modo en camino de su rehabilitación permanente.
La industria de cocos
A todo alrededor de las costas de Puerto Rico hay grandes extensiones de terrenos arenosos en los cuales se cultivan extensas siembras de cocos. En 1920 había más o menos 17,000 acres de este cultivo, pero los huracanes de 1928 y 1932 causaron estragos en las palmas, bien arrancándolas de raíz o causándoles grandes daños, por lo que probablemente haya en la actualidad menos de 8,000 acres sembrados de cocoteros y estos estén en malas condiciones. Además, la destructora enfermedad conocida como pudrición del cogollo ha hecho su aparición en muchas siembras, y si esto no es rápidamente controlado, los cocoteros serán eventualmente destruidos al igual que fueron los de Cuba hace algunos años. La enfermedad es muy infecciosa y se propaga tan rápidamente que todas las palmeras quedarán infectadas y destruidas dentro de muy poco tiempo en el caso de que no se ataque el mal mediante vigorosos medios de extirpación. Como estas extensiones arenosas son prácticamente inútiles para otras cosechas agrícolas, parece ser de importancia que se haga algo para efectuar la rehabilitación de estas plantaciones de cocos y proveer trabajo adicional y mejores condiciones de vida para los trabajadores de estas.
Proponemos que la suma de $541,700 sea asignada para estos fines, siguiendo un plan similar al que se ha esbozado para el café. Los gastos en relación con la propuesta obra de auxilio están calculados del modo siguiente:
| Gastos para el primer año | ||
|---|---|---|
| Jornales de 400 campesinos a $156 por año | $62,400 | |
| Costo de 800 acres de terreno a $50 por acre | 40,000 | |
| Costo de 400 viviendas pequeñas de cemento y de 400 letrinas para los jornaleros | 126,000 | |
| Compra de animales de corral a $15 cada uno | 6,000 | |
| Por 100 semilleros de medio acre a $400 cada uno | 40,000 | |
| Extinción total de la pudrición del cogollo [19] | 57,000 | |
| Organización y administración | 30,000 | |
| Total para el primer año | $361,400 | |
| Gastos para el segundo año | ||
| Jornales de 400 obreras a $156 por año | 62,400 | |
| Por el cuidado de los semilleros | 5,000 | |
| Para la extinción de la pudrición del cogollo (continuación) | 14,250 | |
| Administración | 10,000 | |
| Total para el segundo año | 91,650 | |
| Gastos para el tercer año | ||
| Jornales a los trabajadores | 62,400 | |
| Cuidado de semilleros | 2,000 | |
| Campana de extinción de la pudrición del cogollo | 14,250 | |
| Administración | 10,000 | |
| Total para el tercer año | 88,650 | |
| Costo total del proyecto cocotero | $541,700 | |
Industria de bosques
Hace cien años un escritor inglés describió a Puerto Rico como “una isla completamente cubierta de bosques”. En la actualidad, las montañas han sido en su mayor parte despojadas de bosques, a excepción de vestigios diseminados de la vegetación original en las cumbres elevadas y de los pantanos de mangle en el litoral. El Bosque Nacional de Luquillo, que comprende aproximadamente 17,000 acres, constituye el único bloque sólido existente de vegetación virgen. En la Cordillera Central aún se encuentran algunos bosques valiosos que cubren las cumbres elevadas, pero como son de pertenencia privada, muchos de estos están desapareciendo rápidamente, y calculamos que dentro de una generación más o menos, esta Cordillera Central, que constituye la vértebra fisiográfica de la isla, quedará completamente despojada de sus bosques.
El gobierno insular, con los limitados medios con que cuenta, ha mostrado una actitud de simpatía hacia la política de conservar los bosques. Un Servicio Forestal Insular ha sido establecido desde 1917 y se han creado distritos forestales insulares, el más importante de los cuales se encuentra en Maricao y comprende 5,000 acres. Nuestro presupuesto para el Servicio Forestal ha sido aproximadamente de $30,000. El gobierno federal contribuye para el sueldo del primer guardabosques y tiene además un empleado pagado con fondos de la Ley Clark‑McNary extendida a Puerto Rico, lo cual no implica más de $5,000 al año. Con estos recursos tan limitados, solamente hemos podido mantener bosques bajo el control del gobierno para cubrir un poco más del uno por ciento de la extensión forestal de la isla. Se ha calculado que la región que debiera ser dedicada a bosques, a una altura especificada de más de dos mil pies y que no estuviese en conflicto con la agricultura es de 300,000 acres, o sea, un 15 por ciento del total.
Una tentativa debiera hacerse ahora para establecer una política forestal permanente con fines definitivos y proyectos cuidadosos. El gobierno federal ha de tomar la iniciativa, y los fondos necesarios habrán de ser habilitados para el proyecto, el cual irá en conjunto con otros proyectos para la rehabilitación permanente de la isla.
Nuestro comité, después de haber consultado con el guardabosque, el señor Silcox, sugiere que se efectúe un ataque definitivo y recomienda la compra de 100,000 acres en la región montañosa del interior para que sean declarados bosques insulares. El dinero para este fin podrá habilitarse del impuesto general de elaboración de azúcar, el cual está bajo la jurisdicción del Secretario de Agricultura. Nosotros calculamos que aún es posible encontrar una extensión de 25,000 acres en los bosques que cubren las cumbres elevadas de la Cordillera Central. El resto habrá de ser sembrado nuevamente.
Un máximo de $15 por acre implicaría un coste de $1,500,000 por adquirir 100,000 acres. Ha de hacerse entonces lo necesario para sembrar nuevamente 75,000 acres. Ha sido calculado por el Servicio Forestal Insular que el costo de semilleros, taladros, sembrados y reposición sería de $15 por acre el primer año, con $2 adicionales por reposiciones durante dos años consecutivos.
Es muy importante en relación con un programa forestal que se den los pasos necesarios para investigaciones, para la enseñanza de materias forestales en nuestro Colegio de Agricultura y para la enseñanza de un número de guardabosques nativos.
La Sección 2 de la ley del Congreso aprobada el 22 de mayo de 1928 provee la creación y sostenimiento de varias estaciones experimentales forestales.
Dice la referida sección:
“Que, para realizar investigaciones en los bosques sobre incendios, selvicultura y de otra naturaleza, el Secretario de Agricultura, queda por la presente autorizado, a su discreción, para mantener las siguientes estaciones experimentales forestales para las regiones indicadas, etc., y una en las posesiones tropicales de los Estados Unidos en las Antillas”.
Desgraciadamente, el proyecto no se ha llevado a la práctica debido al fracaso en la obtención de fondos. Tal proyecto es ahora realizable y nosotros sugerimos que se establezca ahora la Estación Experimental Forestal en conexión con la Universidad de Puerto Rico. El Apéndice J es un memorándum del doctor Clapp, del Servicio Forestal, sobre esta materia.
Sometemos un estimado tentativo de costo para un programa forestal de diez años a base de un proyecto de 100,000 acres. El costo total es de $4,172,900.
Recomendamos la continuación del presente convenio cooperativo entre el Servicio Forestal de los Estados Unidos y el Departamento de Agricultura y Comercio insular.
La asignación de $1,125,000 para la siembra de semilleros y de $300,000 para reposiciones tendrá que ser invertida principalmente en trabajo. Asumiendo que esto sea el ochenta por ciento, podemos tentativamente calcular cómo afectaría esto el desempleo en las regiones montañosas del interior. Significaría un ingreso aproximado por concepto de trabajo para mil jefes de familia durante el primer año y dos mil durante los seis años subsiguientes.
| Año | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 8 | 9 | 10 |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| 1. Compra de bosques montañosos | (15,000) $225,000 |
(10,000) $150,000 |
||||||||
| 2. Compra de otras tierras | (15,000) 225,000 |
(15,000) 225,000 |
(15,000) $225,000 |
(15,000) $225,000 |
(15,000) $225,000 |
|||||
| 3. Semilleros, plantaciones, etc. | (5,000) 75,000 |
(10,000) 150,000 |
(15,000) 225,000 |
(15,000) 225,000 |
(15,000) 225,000 |
(15,000) $225,000 |
||||
| 4. Reposiciones | - | 10,000 | 30,000 | 50,000 | 60,000 | 60,000 | $60,000 | $30,000 | ||
| 5. Supervisión para el número 3 | 3,000 | 6,000 | 9,000 | 9,000 | 9,000 | 9,000 | ||||
| 6. Gastos generales | 5,000 | 10,000 | 10,000 | 10,000 | 10,000 | 10,000 | 10,000 | 10,000 | $10,000 | $10,000 |
| 7. Cercas y otro equipo | 5,000 | 10,000 | 30,000 | 30,000 | 30,000 | 30,000 | ||||
| 8. Investigación | 20,000 | 20,000 | 25,000 | 25,000 | 30,000 | 30,000 | 35,000 | 35,000 | 35,000 | 35,000 |
| 9. Educación y extensión | ||||||||||
| Cátedra de selvicultura | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 |
| Beca para bachiller en artes | 4,000 | 4,000 | ||||||||
| Beca para maestro en artes | 2,400 | 2,400 | ||||||||
| Guardamontes | - | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 | 3,600 |
| Publicaciones | 500 | 500 | 500 | 500 | 500 | 500 | 500 | 500 | 500 | 500 |
| $566,100 | $592,700 | $564,100 | $584,100 | $596,700 | $371,700 | $112,700 | $82,700 | $52,700 | $52,700 | |
|
(Las cifras en paréntesis se refieren a la extensión de acres) Presupuesto total para un programa de diez años – $4,172,900. |
||||||||||
Crédito agrícola en Puerto Rico
Desde los tiempos del régimen español en Puerto Rico, el asunto de obtener instrumentos adecuados de crédito ha sido uno de los principales problemas de nuestros agricultores. Aparte de los préstamos sobre las cosechas que hacen las centrales a los colonos de caña, había muy pocos instrumentos de crédito para los agricultores de la isla. Los grandes colonos o productores de azúcar estaban con frecuencia en condiciones de negociar préstamos sobre sus cosechas con los bancos locales, pero esto era prácticamente imposible para el pequeño agricultor. Los agricultores de café generalmente obtenían préstamos sobre su producción de los grandes comerciantes españoles quienes eran, en casi todos los casos, traficantes en café que suplían estos préstamos sobre producción a fin de estar en condiciones de comprar a los agricultores una parte considerable, si no la totalidad de sus cosechas.
El interés cargado sobre estos préstamos fluctuaba entre un diez y un doce por ciento. Los productores de tabaco eran principalmente financiados por representantes de grandes compañías tabacaleras o manufactureras de cigarros o por traficantes que se valían de este medio para acaparar cierto porcentaje de la producción de Puerto Rico. Los intereses cargados sobre estos préstamos también fluctuaban entre un diez y un doce por ciento. En términos generales, los productores de caña han sido siempre los que han estado en mejor posición para obtener instrumentos de crédito, pero aún en estos casos el interés cargado en los préstamos sobre cosechas ha sido de un promedio de diez por ciento.
Es evidente que, con las condiciones arriba mencionadas prevalecientes en la isla, la necesidad de instrumentos de crédito satisfactorios ha sido grandemente sentidas por todos los agricultores de Puerto Rico. Cuando se estableció el Banco Agrícola Federal en la isla hace cosa de diez años, muchos de los terratenientes nativos se aprovecharon de la política relativamente liberal de este banco y procedieron a contratar préstamos según los ofrecía este banco, esto es, a base de primeras hipotecas con la finca como garantía. Más tarde, el Banco Federal de Créditos Intermediarios comenzó a realizar operaciones en la isla y por primera vez los agricultores tuvieron cierta clase de instrumentos de crédito favorables.
Debido a los huracanes de 1928 y 1932 que prácticamente destruyeron la industria cafetera en la isla y al colapso de los mercados de tabaco y azúcar después de 1930, los agricultores de Puerto Rico estaban, en líneas generales, imposibilitados de cumplir sus obligaciones con estas agencias federales de crédito. El resultado ha sido que el Banco Agrícola Federal ha tenido que ejecutar ciertas propiedades y el Banco Federal de Créditos Intermediarios prácticamente ha paralizado sus operaciones en la isla. Durante los últimos dos años aproximadamente, el Banco Agrícola Federal no ha hecho nuevos préstamos por varias razones. El banco ha estado prácticamente en liquidación, mientras instituciones similares en el continente han estado prestando cientos de millones de dólares a los agricultores americanos.
Las razones dadas por las autoridades del banco para la suspensión de nuevos préstamos eran que, de acuerdo con una decisión emitida por el Tribunal Federal del Distrito de Boston, las deudas por contribuciones sobre ingresos al gobierno de Puerto Rico tenían preferencia sobre préstamos tales como aquellos en posesión del banco. Con el fin de corregir esta situación, la Legislatura de Puerto Rico en su última sesión extraordinaria aprobó (24 de agosto de 1933) la Ley Núm. 14, en virtud de la cual las obligaciones hipotecarias y los préstamos de producción fueron declarados obligaciones preferidas que tienen prioridad sobre cualquiera otra carga o gravamen por contribuciones o por cualesquiera otras costas. A pesar de esto, tanto el Banco Agrícola Federal como el Banco Federal[20] de Créditos Intermediarios ha continuado su norma de inactividad de tal manera que los instrumentos de crédito de estas fuentes han sido prácticamente negados a los agricultores de Puerto Rico. Parece muy urgente que estas instituciones de créditos agrícolas reanuden sus operaciones normales en la isla lo más pronto posible a fin de ofrecer a los agricultores de Puerto Rico la misma clase de instrumentos de crédito que actualmente les están siendo extendidas a los agricultores continentales por estas organizaciones.
Una sucursal de la Corporación de Créditos Refaccionarios de Baltimore se encuentra establecida en San Juan desde hace tres meses. Bajo la dirección de esta agencia, varias asociaciones de créditos agrícolas han sido organizadas hasta la fecha en Puerto Rico. En el momento en que estamos redactando este documento han sido organizadas seis asociaciones para colonos de caña y otra para frutas, otra para tabaco y otra para café. Con el propósito de ayudar a proveer capital inicial a esta clase de cooperativas, la Legislatura de Puerto Rico ha aprobado una ley que asigna la cantidad de $100,000 para ser utilizada en este propósito a discreción de una comisión presidida por el Comisionado de Agricultura y Comercio. En relación con este asunto, deseamos llamar la atención hacia el hecho de que en vista de la limitada colateral que pueden utilizar los agricultores de Puerto Rico bajo las presentes circunstancias, una nueva práctica en la forma de descuentos, liberal y definida, debe ser establecida para la sucursal de Puerto Rico de la Corporación de Créditos Refaccionarios de Baltimore, a fin de hacer posible la obtención de estos instrumentos de créditos para los agricultores de Puerto Rico.
Existen otras dos agencias de créditos que, de acuerdo con la ley, sus ventajas son extensivas a Puerto Rico, siendo ellas: el Banco de Cooperativas y los préstamos del Comisionado del Banco Agrícola Federal. La primera de estas agencias puede suministrar capital de explotación para las cooperativas agrícolas y estos instrumentos habrán de ser muy necesitadas pronto en la isla para hacer posible la distribución de los productos agrícolas de una manera gradual y ordenada. Consideramos de gran urgencia el establecimiento de una sucursal del Banco de Cooperativas en Puerto Rico, lo más pronto posible.
Las ventajas de los préstamos del Comisionado del Banco Agrícola Federal deben también extenderse inmediatamente a la isla. Los instrumentos de crédito de esta agencia ofrecen el único medio a muchos de nuestros agricultores para evitar la ejecución de la hipoteca que pesa sobre sus terrenos. Por alguna razón que desconocen los autores de este documento, esta clase de empréstitos no han sido aún extendidos a Puerto Rico. Debido a que muchas de las fincas actualmente hipotecadas en Puerto Rico deben menos de $5,000 y pueden ser libradas de sus obligaciones con esta clase de empréstitos, parece justificado el deseo de que esta agencia de créditos se establezca de inmediato en Puerto Rico.
Otras agencias de créditos que deben extender sus beneficios inmediatamente a Puerto Rico son la Corporación de Préstamos sobre Hogares y la Asociación Federal de Préstamos y Ahorros. Los préstamos de la Corporación de Préstamos sobre Hogares son muy necesitados en Puerto Rico, toda vez que hay un crecido número de dueños de casas entre la clase media que tiene sus hogares hipotecados a altos tipos de interés, que a veces alcanzan hasta el 12 por ciento. Esta gente no tiene más esperanza de poder retener sus propiedades fuera de la ayuda que pueda prestarles esta agencia del gobierno. Debido a la total destrucción de casas por los severos huracanes de 1928 y de 1932, muchas casas de precios bajos que son las que la clase media puede habitar, necesitan ayuda económica. Estos préstamos pueden también acelerar la rehabilitación de los propietarios en desgracia, pueden ayudar a terminar con el desempleo en la forma de dar trabajo en las reparaciones y reconstrucciones. Todas estas cosas se necesitan con urgencia en Puerto Rico. Los instrumentos de crédito que puedan asegurar la posesión de sus hogares resultarían una verdadera merced para las clases medias de nuestra población.
Se necesitan también urgentemente en Puerto Rico las ventajas de la Corporación de Créditos sobre Mercancías. El azúcar y el café deben ser sumados a la lista de productos elegibles sobre los cuales se deben hacer préstamos mediante esta corporación. Esto es especialmente importante en el caso del azúcar. Un sobrante de este producto será abandonado en manos de los productores puertorriqueños este año debido a la limitación de la cosecha dispuesta por la Ley Jones‑Costigan. La Corporación Federal de Compra de Excedentes para Auxilio puede ayudar también en la distribución de este sobrante.
En general, deseamos recomendar de manera enfática que todas las ventajas de estas agencias federales de créditos sean extendidas inmediatamente a Puerto Rico, de acuerdo con las disposiciones de la legislación aprobada recientemente para la rehabilitación general. De esta manera solamente podremos esperar en un futuro cercano un crédito completo y propiamente coordinado, que resultaría en una rehabilitación básica y permanente.
Posibilidades del algodón
Hace algunos años nuestra isla tenía bajo cultivo cerca de 20,000 cuerdas de algodón sea island de excelente calidad. El cultivo del algodón es muy deseable porque (a) crece en terrenos semiáridos donde escasamente puede cultivarse cualquier otro producto económicamente y (b) porque requiere una gran cantidad de trabajo manual y por lo tanto proporciona empleo—que es bien necesitado—a los pequeños terratenientes y sus familiares.
Actualmente no se cultiva algodón sea island en la isla con excepción de algunas cuerdas sembradas para experimentar y para conservar semillas selectas que pueden ser utilizadas en el futuro. La demanda para este tipo de algodón de fibra larga ha disminuido tanto en el continente que prácticamente hace indeseable su cultivo en Puerto Rico. Debido, no obstante, a que nuestro suelo y las condiciones climatológicas se encuentren especialmente bien adaptables para el cultivo del algodón, sugerimos la asignación de una suma de $20,000 para el ensayo, durante un período de tres años, de otras variedades de perspectivas comerciales. Tomando ventaja sobre el hecho de que actualmente no se cultiva algodón en Puerto Rico, con excepción de algunas cuerdas con fines de experimentación, proponemos la iniciación de una campaña vigorosa dirigida a la extirpación completa de Puerto Rico del gusano rosado del algodón. El plan ha sido concebido para un período de tres años y requiere una asignación total de $80,054. (Véase el Apéndice K). Un fondo adicional de $80,000 debe ser separado tendiente a procurar el sostenimiento de un mercado favorable y el consecuente desarrollo de la industria, incluido el establecimiento de una cooperativa desmotadora para ser operada como una organización de fines no pecuniarios para beneficio de los agricultores.
Desarrollo industrial
Puerto Rico tiene una riqueza natural muy limitada, con excepción de su terreno y sus potenciales fuentes fluviales. El único mineral de alguna importancia es el hierro, que se encuentra en el Cerro Las Mesas de Mayagüez y que bajo las presentes circunstancias no puede ser explotado con beneficios. Depósitos de manganeso se encuentran en Juana Díaz y algunas venas de oro se están todavía buscando en los yacimientos de algunos ríos. Puerto Rico no tiene minas de carbón ni de petróleo, pero puede desarrollar su fuerza hidráulica hasta una cantidad estimada de 200,000,000 kilovatios‑hora. El petróleo puede ser importado de Venezuela y el carbón de les campos de Birmingham a precios razonables. Bajo la presente estructura económica y la Ley de Tarifas podemos esperar a desarrollar industrias a través de las siguientes líneas solamente:
- Industrias basadas en materias primas agrícolas que actualmente se producen, o en materias primas agrícolas que pueden ser producidas bajo nuestras condiciones.
- Industrias basadas en nuestra densidad de población, esto es, en el trabajo barato y abundante.
- Industrias basadas en las tarifas bajas o en materias primas importadas libremente de países vecinos.
- Industrias cuyo producto es voluminoso y barato y cuyo precio de venta, por lo tanto, se encuentra grandemente influenciado por los impuestos de transportación.
- Servicio e industrias misceláneas.
Naturalmente, nuestro desarrollo industrial ha sido en el pasado y considerablemente continuará siendo en el futuro, en las clasificaciones (a) y (b) ya que nuestros únicos recursos de importancia son la tierra y el trabajo barato. Aún en este caso, no obstante, el desarrollo —a excepción de la producción de caña de azúcar— no ha sido lo suficientemente importante. Esto, en nuestra opinión, se ha debido principalmente a dos causas importantes: a la falta de capital y a la competencia de productos similares ofrecidos por productores de los Estados Unidos.
La refinación de azúcar debiera ser naturalmente nuestra principal industria, si hubiera habido suficiente capital disponible en la isla para sufragar la creación y funcionamiento de plantas de refinar. Considerando que la materia prima para esta industria, el azúcar crudo, es el producto principal de nuestra isla, parece ser muy razonable que esta forma de industrialización sea eventualmente fomentada a su capacidad máxima. Para Puerto Rico, con sus prolíficos millares de desempleados, es cuestión de vida o muerte desarrollar todo recurso natural disponible, por lo tanto, no debe ponerse ningún entorpecimiento a este, que sería nuestro desarrollo industrial más natural. El proyecto Jones‑Costigan provee una limitación de nuestras exportaciones de azúcar crudo a los Estados Unidos, no obstante, nuestra comisión opina que se debe de tomar en muy alta consideración la necesidad de trabajo que prevalece en Puerto Rico y que ninguna restricción de índole permanente debe implantarse sobre esta industria, que es la más grande que tenemos en perspectiva.
Puerto. Rico puede producir una gran variedad de vegetales y de frutas, las cuales convenientemente enlatadas o conservadas pueden suplir el mercado local y habilitar un producto de exportación que rinda beneficios. La conservación y enlatado de vegetales y frutas pueden ser grandemente desarrollados mediante ayuda adecuada del gobierno. El establecimiento de fábricas cooperativas de envase debiera ser financieramente estimulado o un sistema de pequeñas plantas de enlatar y envasar debiera ser desarrollado.
La División de Investigaciones sobre Alimentos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ha desarrollado un método para la preparación de jugo de china envasado, un producto que se alega es idéntico al jugo fresco de la fruta tanto en apariencia como en sabor y calidad. El proceso se basa en una absoluta desaireación y rápida pasteurización, y se recomienda como muy prometedor desde el punto de vista de la explotación comercial. Puerto Rico produce grandes cantidades de excelentes chinas, todas las cuales se cultivan de manera semisilvestre en las plantaciones de café. Aproximadamente 500,000 cajas de estas magnificas frutas se pierden probablemente todos los años por falta de facilidades de mercado, y parece de importancia que se encuentre algún modo de evitar esta pérdida utilizando la fruta. El mercado de Nueva York puede fácilmente consumir todo el jugo de china envasado en Puerto Rico, por lo tanto, una vez que las posibilidades comerciales del método sean absolutamente comprobadas, la preparación de jugo de china envasado puede convertirse en una industria de relativa importancia y de beneficios para la isla.
Si la fase del plan azucarero sobre la subsistencia se lleva a efecto tal como se ha recomendado, se distribuirán entre estos agricultores aproximadamente 20,000 cerdos de buena raza. Este aumento en la población porcina de la isla hará posible el establecimiento de una planta cooperativa de envase para productos de carne de cerdo, la cual estará en condiciones de suplir parte sustancial de los productos que son actualmente importados. Se recomienda que el capital para el establecimiento de dicha planta sea habilitado a un promedio bajo de interés a la cooperativa de los productores bajo la corporación semipública formada por los agricultores que se acojan al plan de subsistencia y otros interesados en el movimiento. (Apéndice L)
El bagazo de la caña se usa actualmente solo como combustible en la industria azucarera. El valor como combustible de una tonelada de bagazo es aproximadamente el misma de un barril de petróleo. El bagazo como materia prima para la fabricación de papel, rayón o madera aisladora es de mayor valor económico y social que cuando se utiliza como combustible. Los laboratorios de Arthur D. Little en un informe presentado a la Asociación de Productores de Azúcar del Hawái indican que no hay dificultad técnica alguna en el uso del bagazo como pulpa para la fabricación de papel y que solamente había que tomar en consideración el punto financiero en este sentido. La firma Dupont estaba considerando en 1928 el establecimiento de una fábrica en Puerto Rico, utilizando un procedimiento desarrollado por su estación experimental industrial. Dicha firma no pudo llevar adelante su proyecto a causa de la depresión.
Un procedimiento para obtener la pulpa para la fabricación de rayón ha sido desarrollado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y mediante un convenio con la Asociación de Productores de Azúcar del Hawái, una planta experimental está siendo construida en Hawái para probar la misma en condiciones semicomerciales. El convenio específicamente provee que los datos y conocimientos obtenidos en la operación de esta planta experimental podrán ser utilizados en otras regiones productoras de azúcar en los Estados Unidos y sus posesiones.
Puerto Rico importa toda la madera que utiliza para construcciones. En tablas y tablones solamente, la isla importa más o menos $1,000,000 anualmente. Hay dos procedimientos en explotación comercial para la fabricación de maderas para divisiones interiores hechas de bagazo. Las tablas fabricadas por uno de estos procedimientos se han estado usando en Puerto Rico durante varios años con resultados excelentes. Son mucho mejores para divisiones interiores que las de madera por ser inmunes contra el ataque de la termita. Es nuestra opinión que bien podrían ser fabricadas estas tablas para ser vendidas a un precio inferior al de la madera corriente.
Como producto secundario de la industria azucarera se producen en Puerto Rico alrededor de 40,000,000 galones de melaza negra. La mayor parte de esta melaza es exportada a los Estados Unidos, siendo parte utilizada por una destilería local y utilizándose también algo para alimento del ganado vacuno. La melaza negra puede ser la base bien sea para la fabricación de alimento nitrogenoso para el ganado (como se hace en Alemania con la melaza de la mejor calidad) o para la producción de un combustible de motor que substituya en parte la gasolina que actualmente importamos. Una combinación de alcohol y gasolina o de alcohol y éter puede ser lanzada al mercado a un precio inferior que el que tiene actualmente la gasolina.
Otras industrias que merecen ser estudiadas por su ayuda y desarrollo son: (a) el cultivo del casabe para la producción de almidón; (b) el aprovechamiento de la fibra del coco para la fabricación de esteras y de cepillos; (c) la producción de aceite de coco o el cultivo de alguna planta que produzca una semilla que dé aceite para la producción de aceite para la fabricación de jabón; (d) la producción de nicotina y de otras plantas insecticidas sería también un buen proyecto industrial. Los planes para llevar a efecto este último proyecto están siendo actualmente estudiados bajo los auspicios del Negociado de Industria de Plantas.
En la actualidad, más de la mitad de nuestra población anda descalza por su inhabilidad económica de adquirir zapatos que duren a los elevados precios que rigen actualmente. El exterminio de algunas de las enfermedades que prevalecen entre nuestra población rural sería mucho más fácil si se consiguiera a un precio relativamente más bajo un zapato duradero y adecuado a las condiciones rurales del trópico. Estamos recomendando con gran empeño, por lo tanto, una investigación económica sobre la fabricación y la venta de calzado en Puerto Rico con el fin de establecer una planta manufacturera de calzado que considere como principal actividad la producción de un zapato corriente, de bajo precio y duradero.
Puerto Rico importa para su uso y como materia prima para su industria de aguja y de prendas de vestir varios millones de dólares en productos de algodón. Una gran parte de estos productos de algodón es material blanco, sin teñir. Sería posible interesar a lo menos una firma de las que se dedican a operar fábricas en los Estados Unidos continentales para establecer una unidad en Puerto Rico y aprovecharse del trabajo abundante y del mercado local. El algodón puede ser comprado en los puertos del sur y enviado a Puerto Rico en lugar de ser enviado a las fábricas del norte. El hilado y tejido de algodón consume tal cantidad de trabajo que a pesar de las dificultades técnico‑económicas que ofrece el proyecto, el mismo debe ser estudiado en detalle para determinar su posibilidad.
La industria de sombreros de paja tejidos está centralizada alrededor de Cabo Rojo y debe ser ayudada financieramente a fin de desarrollar una cooperativa de los trabajadores de la industria. La industria tiene buenas oportunidades de alcanzar éxito financiero y posibilidades sociales de gran interés.
En años recientes la industrias a base del trabajo barato se han desarrollado con gran rapidez. Desgraciadamente, el crecimiento de estas industrias ha resultado en una indebida explotación de los trabajadores. Su crecimiento sin control ha venido a parar en una superorganización y aguda competencia por los mismos mercados y los consiguientes fracasos. Hay, sin embargo, una gran oportunidad de mejoramiento y auge mediante el desarrollo de variedades en los productos producidos y la apertura de nuevos mercados.
Puerto Rico tiene varios depósitos de arcilla y caolín que son excelentes para la manufactura de artículos de cerámica de diferentes clases. El embalaje, la rotura y los fletes, constituyen una gran parte del precio pagado por el consumidor por estos productos, especialmente por los de precio bajo. Puerto Rico es un sitio seguro para el establecimiento de una planta para la producción de ladrillos y otros productos baratos de cerámica. El capital local debe ser alentado para acometer esta empresa y debe ofrecerse ayuda financiera en forma de préstamos a plazos largos y a bajo interés a los incorporadores.
La manufactura de muebles a bajo precio para el mercado local, bien sean de maderas nativas o importadas debe ser plenamente alentada. Es posible establecer pequeños talleres en diversos sitios que trabajen bajo un convenio cooperativo para producir el mismo tipo y diseño de juegos de muebles para ser vendidos a través de una sola agencia distribuidora. Los técnicos o grupos de técnicos que deseen entrar en un plan de esta naturaleza deben recibir dinero a largos plazos y a bajo interés —deben recibir hasta la mitad o tres cuartas partes de la cantidad necesaria para la compra de herramientas y maquinarias. Esta, como todas las cooperativas sugeridas en este plan, debe ser establecida sobre el principio de cooperativas controladas.
Hay varias industrias que es necesario ayudar a extenderse o establecerse para el mejor desarrollo de los planes industriales y de reconstrucción general. La primera entre estas es la industria del cemento. Bajo nuestras exigentes condiciones climatológicas, el cemento es un material de construcción único, duradero y, por lo tanto, económico. En los diferentes proyectos agrícolas hemos recomendado la construcción de 32,000 casas pequeñas de cemento para los trabajadores. De acuerdo con los precios actuales del cemento, una tercera parte del costo total de estas casas sería invertido en cemento Esto implicaría una inversión de más de $3,200,000. Aparte de la construcción de estas casas, hay otros planes propuestos que necesitarían gran cantidad de cemento. Puerto Rico tiene materia prima abundante —piedra caliza terciaria y arcilla— para la manufactura de cemento. La energía eléctrica para moler la piedra caliza puede ser suministrada por una de las existentes plantas hidroeléctricas del gobierno o por alguna de las varias fuentes de energía a ser desarrolladas. El aceite crudo o el carbón pueden ser importados de Venezuela o de los Estados Unidos.
El mayor E. C. Eckel, geólogo de la Autoridad del Valle de Tennessee y experto conocido en toda la nación en materias de construcciones de cemento, considera que este proyecto es realizable. Él calcula que una planta pequeña puede producir cemento a un costo de $2 el barril y una planta grande a un costo de $1.75. Bajo las condiciones de Puerto Rico, es de opinión el señor Eckel que una planta semipública de cemento puede producirlo a un precio no mayor de $1.50 por barril. (Véase el Apéndice M).
Otra de las industrias que merece atención y estudio cuidadoso es la producción de botellas, envases y efectos baratos de cristal para el mercado local. El gran uso que se está haciendo de los métodos para conservar las comidas en el hogar y la distribución comercial sanitaria de alimentos ha hecho sentir la necesidad de envases de cristal de bajo precio. Esta industria puede ser establecida en conexión con la de ladrillos y productos de cerámica, o como una corporación semipública.
Energía eléctrica barata y aceite crudo son necesarios para el desarrollo de empresas industriales. Aunque Puerto Rico no tiene provisión de carbón o aceite, no está tan mal equipado en lo referente a recursos de fuerza hidráulica. Se calcula que la fuerza hidroeléctrica desarrollada es menos de la mitad de la que puede desarrollarse.
Hay varias fuentes de fuerza hidráulica en la costa norte que pueden ser desarrolladas en conexión con los distritos de riego. El riego se practica ahora en la costa sur y en el nuevo distrito de Isabela. En la costa norte lo practican las grandes corporaciones que están en condiciones de hacer fuertes inversiones de capital. Es necesario ayudar a los agricultores de la región para asegurar sus cosechas de los cortos pero intensos períodos de sequía que ocurren frecuentemente.
Entre los varios proyectos de fuerza hidráulica merece especial atención el proyecto hidroeléctrico del río de Arecibo, en Palmieri, Morones y las Dos Bocas. Con una inversión total calculada en $1,800,000, se desarrollaría un total de 7,000 caballos de fuerza. En relación con estos proyectos, un extenso distrito de riego puede ser establecido en el Valle de Arecibo. Del Proyecto Garzas de Riego e Hidroelectricidad, en la costa sur, pueden obtenerse 4,000 caballos de fuerza y agua suficiente para regar 6,000 acres en los municipios de Guayanilla y Yauco a un costo total de $5,000,000[21].
Hay además otros puntos de variadas corrientes en los cuales podrían obtenerse 15,000 caballos de fuerza adicionales.
El señor A. Luchetti Otero, ingeniero encargado de Aprovechamiento de Recursos Hidroeléctricos, recomienda en un cablegrama a la Comisión:
El actual desarrollo del sistema hidroeléctrico en manos del gobierno y puesto en funcionamiento por el mismo y un futuro deseable para el empleo general de la electricidad en la isla, dictan como próximo paso inmediato que los sistemas privados funcionando bajo franquicias en la isla sean comprados inmediatamente por el gobierno. El actual valor de los sistemas privados es aproximadamente de siete millones de dólares. Las consideraciones económicas en cuanto a la rebaja del promedio de consumo eléctrico al público tanto para quehaceres domésticos como para faenas agrícolas y de otra índole, garantizan absolutamente esta compra como parte de un proyecto de fomentar aún más intensamente los recursos hidroeléctricos y utilizar la producción de la manera más ventajosa que sea posible.
Hay tres empresas privadas de energía eléctrica en la isla. Las dos más grandes son corporaciones extranjeras, una de estas una compañía canadiense que presta servicio a 35 poblaciones incluida la capital San Juan. El promedio de tarifa de estas compañías ha sido bastante elevado.
Recomendaciones
La mayor parte de los proyectos industriales esbozados en este informe necesitan ser estudiados en detalle por parte de los correspondientes expertos antes de actuar definidamente por su realización. Por esta razón, se recomienda que en la corporación semipública del proyecto azucarero, una división de desarrollo, estudio e investigación industrial sea creada. Esta división llevará a cabo los planes más específicos descritos en este informe, seleccionará tecnólogos de experiencia para efectuar los estudios que sean necesarios para el posible desarrollo de otras industrias y efectuará investigaciones para el posible aprovechamiento de materias primas locales o productos secundarios de industrias ya existentes. La retenida sección debiera contar por lo menos con $150,000 para su establecimiento y $50,000 anuales para gastos de personal y equipo.
El establecimiento de las industrias estudiadas por la División de Desarrollo Industrial habrá de ser efectuado de acuerdo con los principios generales en que se basa este informe.
La mayor parte de los defensores del libre intercambio comercial tendrán que admitir que las industrias no pueden ser desarrolladas en ninguna región a menos que estén protegidas en sus primeros años de cruentas luchas después de su creación y desarrollo.
Sería casi imposible desarrollar ciertas industrias en Puerto Rico si no se las protege de los poderosos y organizados manufactureros norteamericanos.
Aun las empresas de carácter semipúblico pueden encontrar su existencia amenazada por la guerra de precios y la venta a pérdida. En nuestra opinión, el único medio efectivo para poder dar protección a nuestras industrias nuevas sería dando poderes a la Legislatura Insular para imponer tributos aduaneros a los productos de todos los países, incluso los Estados Unidos.
No deseamos ver a Puerto Rico convertido en un paraíso a fuerza de proteccionismo. Debe concederse una tarifa proteccionista hasta un límite socialmente razonable durante los primeros años del establecimiento de la industria y después del período preliminar, debe permitírsele a la industria que resuelva si desea continuar protegida, pero bajo las disposiciones que rigen a las compañías de servicio público o libre en un mercado sin protección.
La ley Keller‑Copeland recientemente aprobada por el Congreso dispone el establecimiento, operación y mantenimiento de zonas libres en los “puertos de entrada” de los Estados Unidos para facilitar y fomentar el comercio extranjero. La Comisión recomienda que se tomen los pasos necesarios de manera de que a la corporación de carácter semipúblico creada en el plan de la restricción azucarera o al gobierno insular se le concedan poderes para poder establecer zonas libres en los puertos de San Juan, Ponce y Mayagüez. El establecimiento de tales zonas libres mejoraría grandemente nuestras posibilidades de industrialización en un futuro cercano.
Urgimos la asignación de $14,000,000 para la compra de las compañías privadas de servicio público y para el desarrollo de dos de las empresas más prometedoras y más estratégicamente situadas.
Las siguientes asignaciones se recomiendan para proyectos parcialmente estudiados y de cuya deseabilidad estamos plenamente convencidos:
- Fábrica de cemento para producir 500,000 barriles anuales. Capacidad – $900,000. Se necesitarán no menos de 1,500,000 barriles de cemento para la construcción de las casas para los obreros en los diferentes planes aprobados. Se necesitará también una inestimada pero gran cantidad de cemento para los varios otros proyectos. El cemento se vende en Puerto Rico de $2.15 hasta $2.25 el barril. Si consideramos que la fábrica supliría solamente la mitad del cemento que se utilice en todos los proyectos y que solo 50 centavos sea la diferencia en precio (véase el Apéndice M), se ha calculado que esta economía resultaría en no menos de la mitad del costo total de la fábrica. Puerto Rico importó alrededor de 200,000 barriles de cemento en el 1933, un año fuera de lo normal para nuevas construcciones. Se solicita el envío a Puerto Rico del mayor E. C. Eckel, geólogo autorizado del Valle de Tennessee, para que realice ]os estudios necesarios y los arreglos definitivos para el establecimiento de esta fábrica. El trabajo debe comenzar lo más pronto posible. (Apéndice M).
- Una cooperativa empacadora, con una capacidad de 200,000 jaulas – $500,000. Puerto Rico importa cerca de $3,700,000 de productos derivadas del cerdo. La cría del cerdo del tipo normal puede producirse bastante bien dentro de las condiciones existentes en Puerto Rico. (Apéndice E).
- Una planta de experimentación para la preparación de jugo de chinas embotellado, con una capacidad anual de 40,000 galones, calculando usar cien cajas diarias. En esta planta podrían además incluirse plantas para la manufactura de vinagre y de vino cordiales a base de jugo de china. El costo total que incluye materiales y gastos de funcionamiento durante 100 días se calcula en $37,500. (Apéndice O).
Transportación
La Ley de Cabotaje y sus efectos en nuestro comercio
Después de la ocupación americana de Puerto Rico, las leyes nacionales de cabotaje fueron aplicadas a esta isla. Esto significaba que todos los productos que nosotros exportásemos a, o importásemos de los Estados Unidos tenían que ser conducidos en barcos norteamericanos. La competencia extranjera queda en esta forma eliminada.[22]
Para la época del cambio del régimen más del 90% de nuestro comercio se realizaba con otros países que no eran los Estados Unidos. Después de un período de 35 años, la situación ha cambiado. Nuestro comercio total actualmente se hace en un 90% con Estados Unidos y en un 10% con otros países. Este comercio debe realizarse en barcos norteamericanos al costo más alto hoy en existencia.
El principio básico de las leyes de cabotaje es explicable en el continente. En el continente tienen que hacer frente a la competencia extranjera. A costa de grandes sacrificios económicos fueron construidos numerosos canales y habían de ser construidos otros con el fin de ofrecer facilidades al tráfico interior. Los ferrocarriles representaban miles de millones de dólares del dinero del pueblo. Cualquier competencia exterior podría poner en peligro —si es que no la destruía— toda la estructura financiera. Pero en Puerto Rico, que no es parte geográficamente hablando de los Estados Unidos continentales, la aplicación de las leyes de cabotaje —medidas de carácter y alcance económicos— ha resultado una decidida desventaja. Tenían razón los filipinos cuando se opusieron a las leyes de cabotaje. En nuestro caso, la geografía y la economía no parecen llevarse bien.
El informe del Instituto Brookings resume las desventajas que representan las leyes de cabotaje para Puerto Rico en la forma siguiente, según copiamos de las páginas 411 y 412:
Los obstáculos para el comercio puertorriqueño se manifiestan de tres distintos modos. En primer lugar, el costo de las importaciones de Puerto Rico se aumenta, por cuanto que los tipos de flete que cargan los barcos norteamericanos son más altos que los que cargan otros barcos. En términos concretos, la significación de esto puede ser ilustrada por el hecho de que Cuba, (que, desde luego, no está sujeta a las leyes navieras de Estados Unidos), puede importar arroz desde el Pacífico a un costo de solamente una décima parte de un centavo más que el costo de importación desde Luisiana.
En segundo lugar, el requerimiento de que se usen barcos norteamericanos tiende a neutralizar en cierto modo la ventaja que le ofrece el arancel a Puerto Rico en cuanto a las ventas en los mercados de los Estados Unidos. En el caso del azúcar, por ejemplo, el tipo que se cobra sobre azúcares crudos desde Cuba hasta Nueva York es de 10 a 11 centavos, mientras que el tipo correspondiente para Puerto Rico es de 15 centavos; y en azúcar refinada, el tipo fijado a Cuba es de aproximadamente de 13 centavos, mientras que el de Puerto Rico oscila alrededor de 21 centavos.
En tercer lugar, si Puerto Rico tuviese libertad para usar las embarcaciones extranjeras cada vez que considerase ventajoso hacerlo, es más que probable que levantase con las naciones extranjeras un comercio mayor que el que ahora tiene. Si un barco extranjero que trajese mercancías para la isla pudiese, por ejemplo, recoger carga tanto para puertos norteamericanos como para puertos extranjeros, no es improbable que los puertos puertorriqueños fuesen visitados más frecuentemente por barcos extranjeros. Esto abriría el camino a la isla para comprar muchos de los artículos que importa en los mercados extranjeros, en vez de verse obligada a recibir esa misma mercancía en calidad de reexportada de Estados Unidos. Y así, la isla se beneficiaría, no solo en virtud del tipo inferior de tarifas de los barcos extranjeros, sino también en virtud del ahorro de los gastos que ocasiona la atención de dicha mercancía en la metrópoli.
No es este el momento de argumentar sobre si las leyes concebidas para establecer la Marina Mercante Americana son buenas o son malas desde el punto de vista de la metrópoli, pero es una cosa positivamente desgraciada que se imponga una participación tan grande del costo que produce esa política sobre los hombros de los consumidores puertorriqueños, cuya capacidad adquisitiva está muy por debajo de la que es normal en los Estados Unidos.
El reciente libro de Diffie, Puerto Rico: A Broken Pledge hace una verdadera crítica de los intereses corporativos que monopolizan nuestro comercio. Bajo el título de “Costos comparativos sobre embarques”, dice este autor, en la página 120, lo que sigue:
El hecho de que Puerto Rico sea forzado a realizar su comercio con Estados Unidos solamente en barcos norteamericanos no es un mal por sí solo. El mal estriba en que las tarifas aplicadas para la transportación entre Puerto Rico y Estados Unidos son más elevadas que aquellas que Puerto Rico podría obtener si la isla estuviese libremente facultada para hacer sus propios convenios.
No parece existir, sin embargo, parcialidad contra Puerto Rico desde Nueva York a otros puertos antillanos. Los tipos de flete son más o menos los mismos.
Formando un fuerte contraste con estos aranceles, tenemos aquellos que se aplican a puertos suramericanos. Para embarcar efectos enlatados desde Nueva York hasta Chile, que representa una distancia de más de 4,000 millas, el costo es solamente de 20 centavos por quintal, por cada mil millas. Por el mismo producto, Río de Janeiro paga tan solo 15 centavos quintal por cada mil millas, mientras que, como ya hemos visto, Puerto Rico se ve compelido a pagar 33 centavos. En las importaciones de cemento, el costo para los embarcadores puertorriqueños es de 25 centavos quintal, mientras que Panamá, que está 600 millas más distante de Nueva York, paga solamente 30 centavos, y Colombia, todavía más lejos de Nueva York, no paga más que 21½ centavos. Para ver más fácilmente todavía cuán grande es esta diferencia, tomemos la diferencia en costo por millar de millas. En casos en que Puerto Rico tiene que pagar más de 17 centavos, la tarifa de Colombia es solamente de 10 centavos. El embarque de leche en latas también cuesta a Puerto Rico mucho más que lo que les cuesta a sus vecinos del sur: Chile no paga sino 23 centavos, Panamá 20 y Ecuador 15 centavos quintal por millar de millas en comparación con la tarifa de 33 centavos que se le carga a Puerto Rico. A Colombia solo le cuesta 17 centavos y a Haití solamente 22 centavos el millar de millas en la importación de arroz, mientras que Puerto Rico se ve obligado a pagar una tarifa de 27 centavos por el mismo producto. Chile y Panamá pagan respectivamente 16 y 18 centavos por millar de millas en el embarque de harina y por el mismo producto hay que pagar 23 centavos cuando se envía a Puerto Rico.
También nos encontramos con que la tarifa sobre ciertos productos es mucho mayor desde puertos norteamericanos hasta Puerto Rico, que desde puertos europeos hasta Puerto Rico. Los vegetales secos importados de Europa pagan 17 centavos quintal por millar de millas; y, según ya hemos dicho, los mismos productos pagan 23 centavos cuando se importan de Nueva York. Queda claramente demostrada la magnitud de esta injusticia y la pérdida que le ocasiona a Puerto Rico en algunos casos su interrupción con los mercados extranjeros en el costo de las importaciones de arroz. Puerto Rico tiene que pagar 37½ centavos quintal desde Nueva York, mientras que el costo desde Japón hasta San Francisco de California, que es una distancia tres veces y media mayor, se limita a 20 centavos. En este caso, Puerto Rico está pagando 7 veces más que la tarifa que tiene que pagar San Francisco.
En un informe sometido al Dr. J. A. Dickey por una entidad relacionada con la industria frutera fechado el 26 de abril de 1934 y en el cual se discuten los obstáculos con que se tiene que confrontar nuestra industria frutera, se expone lo siguiente:
La mayor parte de las otras regiones cítricas, excepto aquellas radicadas en el extremo suroeste, tienen un costo de transportación más bajo que Puerto Rico. A Puerto Rico le cuesta más llevar sus frutas a cualquier mercado fuera del de la ciudad de Nueva York que a prácticamente a cualquiera otra región en los Estados Unidos. Florida tiene un costo de transportación a Nueva York más bajo que Puerto Rico. Casi todas las naciones extranjeras pueden llevar sus productos a mercados competidores a un costo de transportación más bajo que el que tiene que pagar Puerto Rico. Esta verdad se acentúa aún más en lo que respecta al mercado inglés, con el cual Palestina, Sudáfrica, Jamaica y casi todas las demás regiones tienen costos de transportación más bajo que Puerto Rico. Hasta California, que hace sus embarques al mercado inglés a través con del Canal de Panamá, cuenta con tarifas menores que Puerto Rico.
Los medios de transportación con que cuenta Puerto Rico son inadecuados y poco satisfactorios. No hay objeción especial que hacer en lo que respecta al servicio de la línea naviera usada por los fruteros de Puerto Rico, pues esta línea suministra un sistema moderno para nuestras frutas. Pero el problema más serio que los fruteros de Puerto Rico han de considerar es el hecho de que todas nuestras frutas tienen que ser transportadas precisamente por esta línea, cuyos barcos salen de Puerto Rico los jueves y llegan a Nueva York los lunes. El perjuicio que esto causa es más inconveniente de lo que la mayor parte de los fruteros de Puerto Rico puedan darse cuenta, pues, en las temporadas en que se hacen los embarques mayores, el arribo a Nueva York en un solo barco de 35,000 a 40,000 cajas de frutas en un día induce a los compradores a aprovecharse de la situación sosteniendo precios bajos. Alguna solución debe hallarse para este problema, y ella puede hallarse siempre y cuando que los fruteros trabajen unidos para corregir este método de embarque tan poco satisfactorio. Probablemente no existe en los Estados Unidos otra región productiva y muy pocas existirán en el mundo que tengan que lidiar con una situación como esta.
Para resumir: entre 1927‑28, solamente los pagos por flete y seguro marítimo en las importaciones ascendieron a $5,980,000 (Informe Brookings, página 584). Se calcula que, en un año normal, el total de pagos por flete en el comercio con los Estados Unidos pasa de $10,000,000.
No hay duda de que esto representa una pesada e indebida carga sobre las fuentes de producción de la isla y sobre su población consumidora. Debe hacerse algo después de una cuidadosa investigación del asunto en lo que respecta a la Ley de Cabotaje, ya sea eliminándola por completo en lo que a Puerto Rico respecta —siguiendo así el precedente establecido con Filipinas— o confiriendo al presidente la facultad de suspender la aplicación de esta a Puerto Rico, si es que esto se considera necesario para el mejoramiento económico de los habitantes de la isla.
Pudieran presentarse objeciones sobre la base de que tal acción sería anticonstitucional. En nuestra opinión, esta alegación no prosperaría puesto que el propio Tribunal Supremo de los Estados Unidos la ha juzgado en casos similares.
Es obvio que los mejores intereses de un territorio no adyacente demanden con frecuencia que sus puertos sean tratados de un modo muy distinto a los puertos de los estados. Y no podemos encontrar nada en la propia constitución, ni en su historia, que no lleve a conclusión de que existió la intención de privar al Congreso de la facultad de actuar de esta manera”. Véase el caso de Pennsylvania v. Wheeling & B. Bridge Co. (Pa. 1856) 18 How. 421, 15 L. Ed. 435; Knowlton v. Moore (N. Y. 1900) 178 U. S. 107, 44 L. Ed. 995.
La actitud del Negociado de Asuntos Insulares del Departamento de Guerra, aunque conservadora, está bien expresada por el general P. L. Parker en un reciente informe, fechado el 22 de agosto de 1933, en el que se dice:
…en todo el comercio exterior (Puerto Rico) estuvo sujeto a ciertas desventajas en cuanto a los tipos e instalaciones de embarque, como resultado de la inclusión de la isla en el funcionamiento de las leyes de cabotaje de Estados Unidos.
Si como una cuestión de política administrativa la Ley de Cabotaje ha de continuar en vigor en la isla, recomendamos vigorosamente que se solicite de la Junta Naviera de los Estados Unidos que permita el uso de los vapores “Monticello” y “Mount Vernon” que están sin ocupación en la bahía de Chesapeake cerca de Annapolis. Estos barcos tienen un desplazamiento de 17,000 toneladas y desarrollan una velocidad de 23 nudos por hora. Tenemos información de confianza en cuanto a la condición de estos barcos: sus cascos están en magníficas condiciones, y el equipo de sus maquinarias es bastante bueno.
Estos buques podrían ser reconstruidos con los fondos de la Administración de Obras Públicas. Con ellos podría reducirse el tiempo de travesía entre San Juan y Nueva York de 90 e 65 horas. Su funcionamiento podría ser dirigido por una corporación cuasipública parecida a la que se recomienda para el azúcar que actúe al costo más una ganancia limitada (probablemente un 8 por ciento), como una necesaria concomitancia para la rehabilitación de la isla.
Posibilidades de turismo
En la isla de Puerto Rico Estados Unidos tiene probablemente el sitio más perfecto del hemisferio occidental como ‘‘lugar para vacacionar” y una isla por la que siente especial inclinación el viajero de Estados Unidos. En estos días de crisis social y económica esta isla cuenta con un gobierno estable y su numerario no está sujeto a los caprichos de la bolsa extranjera, lo cual, teniéndose en cuenta la presente reducción en el valor del dólar, ha de ser una importante consideración para el viajero norteamericano en la selección de un objetivo, consideración cuyas ventajas deben ser aprovechadas de inmediato.
Su atractivo a los americanos
Puerto Rico tiene todos los atractivos de la atmósfera española tropical y extraña sin las consiguientes desventajas de leyes, moneda, idioma o servicio de sanidad extranjeros. Libra al turista americano de los exámenes desagradables de aduana, tanto en la isla como en la metrópoli. Le ofrece al visitante de la isla todas las instalaciones posibles para que disfrute de su belleza: buenas carreteras para automóviles, excelente servicio de acueducto, hospitalización y sanidad modernas.
Clima
No hay que dudar que pocas regiones disfrutan de un clima tan delicioso como el de Puerto Rico. Su situación dentro de la zona de los vientos alisios y su superficie montañosa lo convierten en una de las regiones tropicales mejor favorecidas. El calor que hace no es incómodo y tiene una temperatura uniforme sin la monotonía enervante que tanto exaspera al norteño.
Características físicas
Incluidas sus dependencias más pequeñas, Puerto Rico tiene una superficie de poco más de 3,400 millas cuadradas y forma aproximadamente un paralelogramo de cerca de cien millas de largo por 35 de ancho. Tiene una cordillera central montañosa a modo de espina dorsal que se extiende de este a oeste a lo largo de la isla con una elevación media de 2,500 pies con algunos picachos que se levantan hasta cerca de cinco mil pies.
Precedentes históricos
Para el visitante que guste de temas históricos, Puerto Rico ofrece un campo fértil para el estudio de la América primitiva, casi medieval, pues recordará que fue aquí donde Colón desembarcó en su segundo viaje y quien tenía a su lado al romántico Ponce de León. Firmemente establecida en el 1508, la colonia fue después atacada por los franceses y, siendo también constantemente acosada por los enemigos del imperio español, se construyó en San Juan uno de los sistemas de fortificaciones más macizos que habría de conocer el Nuevo Mundo. Todavía ahora estas murallas causan pavor y admiración y constituyen un monumento singular de ingeniería militar. Casi inexpugnables, estas obras resistieron los ataques casi constantes de filibusteros y piratas que surcaban los mares y hasta cabecillas militares como sir Francis Drake y el duque de Cumberland se retiraron ante su fortaleza.
Tierra incógnita
Esta isla, tan rica en belleza natural y en las tradiciones de un gran pasado romántico, es probablemente la parte menos conocida de los Estados Unidos. Infinidad de americanos continentales parecen no darse cuenta de que aquí habitan más de millón y medio de ciudadanos americanos. Se han dirigido cartas a cónsules americanos imaginarios en San Juan y se sabe de alguno que ha preguntado si somos parte del archipiélago filipino.
Esta vaguedad acerca de Puerto Rico es lamentable, pero se comprende fácilmente si se trata de conseguir información para hacer turismo. Las distintas agencias ofrecen poca o ninguna información en cuanto al clima, panorama, salud, instalaciones para baños, clubs de golf o de tenis, o acerca de las comodidades que ofrecen los hoteles. La única fuente a que se dirigen estas preguntas es la oficina de la Compañía de Vapores New York‑Puerto Rico. Aquí podrá uno encontrar un folleto interesante sobre las islas del Caribe, el cual incidentalmente incluye a Puerto Rico.
El problema
En breves palabras, la situación de Puerto Rico en cuanto a turistas puede considerarse que consiste en un círculo vicioso cuyos segmentos se componen de transporte caro e inadecuado, falta de publicidad y alojamiento inferior en hoteles. Resulta evidente que hay que romper el círculo y es aparente que es el gobierno quien debe tomarse la iniciativa.
Publicidad
Esta iniciativa está tomando forma ahora. Durante el año pasado el Departamento de Agricultura y Comercio creó un negociado de publicidad como ataque inicial a la situación. Se están preparando escritos para anunciar la isla de Puerto Rico al turista americano, mientras se estudian ahora otras formas de promoción.
Hoteles
Las comodidades de los hoteles es una cuestión de gran importancia y para la cual pensamos que la ayuda federal es especialmente necesaria. Hay en la actualidad un hotel de primera clase, el Condado en San Juan, diseñado por los eminentes arquitectos Warren y Wetmore, y construido hace algunos años por intereses americanos a un costo de más de un millón de dólares. Este hotel tiene una situación ideal sobre una altura de rocas frente al mar y tiene acceso al corazón de San Juan por tranvía en diez minutos. Con el mar por delante y una gran laguna natural por detrás, el hotel goza de una situación sin paralelo en las Antillas.
La historia del Condado
Construido originalmente con capacidad para 96 habitaciones y 66 baños, se demostró que el Condado era demasiado pequeño para funcionar económicamente y servir al negocio de turistas. Esto, combinado con el advenimiento de la prohibición y el desvío consiguiente de la corriente de turistas hacia otras islas, hizo del hotel un negocio sin éxito y, por lo tanto, después de varios años se clausuró. Con el tiempo, un español rico residente de la isla lo compró en trescientos mil dólares y, desde entonces, ha estado funcionando, aunque de modo muy poco satisfactorio.
Desarrollo propuesto del Condado
Si investigamos el posible modo de desarrollar el hotel, encontramos que, si aumentamos su capacidad añadiéndole cien habitaciones, cada una con su baño, el Condado llenaría sus funciones como el primer hotel de la isla y dentro de un período de tiempo comparativamente corto se sostendría por sí solo. El costo aproximado de esta ampliación es de trescientos mil dólares y para desarrollar la laguna en consonancia con el hotel se necesitarían cincuenta mil dólares.
Debe advertirse que la estructura actual tiene capacidad de cocina, comedor y descanso suficiente para acomodar el aumento en capacidad sin añadir a estas dependencias.
Costo
Después de estudiar la situación cuidadosamente, se ha averiguado que los intereses privados locales no tienen capital suficiente para realizar esta mejora. Por lo tanto, el Gobernador de Puerto Rico obtuvo una opción hace poco para comprar el hotel por $300,000, de modo que por $650,000 puede disponerse de un establecimiento de hotel. El costo actual del cual sería casi $1,500,000 sin incluir los terrenos.
Aumento de empleos
Las ventajas de proveer fondos poner a funcionar este hotel son muchas. Es evidente que tienen una importancia inmensa para el desarrollo futuro del negocio de turistas en la isla. También puede verse de inmediato que la ampliación que se propone proporcionará empleo a gran número de trabajadores no solamente en la construcción misma, sino en su mantenimiento. Además, el aumento de actividad será sin duda motivo para que los intereses hoteleros locales traten de imitarlo aumentando también su empleomanía. Y esto quiere decir que aumentaría el poder adquisitivo de los habitantes de la isla, porque el dinero se gastaría localmente.
Combinaciones de hoteles
Se recordará que hay en Puerto Rico unos Baños de Coamo de valor terapéutico similar a los de Warm Springs, Georgia y que un esfuerzo combinado con ambos hoteles podría hacerse ventajosamente. Además, el Condado podría sin duda convertirse en el núcleo de un sistema de hoteles y campamentos que abarquen toda la isla. Las posibilidades aumentan a medida que se considera el asunto.
Interés federal
Este proyecto se considera de bastante importancia para que merezca la atención de la administración. La ayuda federal que se preste para proveer fondos para este proyecto estaría en armonía con cualquier plan general para la rehabilitación económica de Puerto Rico.
Transporte
Tiene la importancia correspondiente la cuestión de transporte entre la isla y la metrópolis. Evidentemente, el mejor hotel tendría poco valor si no es accesible. También deben proporcionarse medios para llegar hasta los mercados continentales si es que se va a alentar la producción agrícola. En el momento presente, Puerto Rico se lamenta por carecer de instalaciones para el transporte rápido y frecuente por mar. Este asunto ha sido investigado par T. Martin Stevenson de la Sociedad de Arquitectos Navales e Ingenieros Marinos que ha preparado un informe titulado “Puerto Rico y el negocio de turistas”.
Programa de reducción de contribuciones
Ningún plan para la rehabilitación económica de Puerto Rico estaría completo si no tomase en consideración el grave problema de nuestra deuda pública y la gran necesidad de un reajuste general contributivo. En el presente proponemos un plan tentativo que utilizará una cantidad substancial de la contribución de elaboración para reducir la carga pesada de contribuciones que pesa sobre la clase agrícola y al hacer esto conseguimos: (a) compensar a los agricultores en forma equivalente a los pagos de beneficios; (b) resolver parcialmente el problema de la economía municipal; (c) ayudar a resolver el problema del distrito de riego de Isabela.
La deuda pública de Puerto Rico y el problema de las contribuciones sobre las fincas
La deuda pública de Puerto Rico se divide en municipal e insular de la siguiente manera:
| Deuda del gobierno insular: | ||
|---|---|---|
| Bonos y pagarés | $28,500,000 | |
| Deuda de los municipios: | ||
| Bonos y pagarés | 17,500,000 | |
| Cuentas por pagar | 2,000,000 | 19,500,000 |
| Total | $48,000,000 |
La cantidad de $46,000,000 de bonos y pagarés es redimible a un tipo anual de $2,000,000 con un cargo anual de $2,000,000 por intereses, o sea, un cargo total de $4,000,000 por año: $2,000,000 para cubrir los requisitos de la deuda insular y $2,000,000 para los de los municipios
Con excepción de algunos empréstitos temporeros redimibles con los fondos generales del gobierno insular y bonos de riego, la deuda se redime con el producto de la contribución especial sobre la propiedad. Los bonos que representan deudas municipales se redimen todos con la contribución sobre la propiedad.
Tomando en consideración la preponderancia de la agricultura sobre todas las demás actividades podemos decir, para todo fin práctico, que el peso de la deuda pública, tanto insular como municipal, lo llevan los agricultores.
Debido a los efectos de la depresión, el contribuyente ha perdido la capacidad para pagar contribuciones, y la recaudación de contribuciones sobre la propiedad impuesta hasta la suma de $7,000,000 anuales ha resultado en un fracaso como puede verse por las siguientes cifras:
| Contribuciones sobre la propiedad atrasadas pendiente de recaudación al finalizar el año fiscal, 30 de junio de 1931 | $4,670,958.24 |
|---|---|
| Parte de las contribuciones en proceso de ejecución | $4,258,165.44 |
| Contribuciones sobre la propiedad atrasadas pendiente de recaudación al terminar el año fiscal, 30 de junio de 1932 | $5,862,497.89 |
| Parte de las contribuciones en proceso de ejecución | $5,465,603.65 |
| Contribuciones sobre la propiedad atrasadas pendiente de recaudación al terminar el año fiscal, 30 de junio de 1933 | $7,176,910.28 |
| Parte de las contribuciones en proceso de ejecución | $6,102,653.62 |
En dos años la acumulación de recibos por recaudar casi se ha doblado con los resultados siguientes:
En 1931‑1932 las contribuciones sobre la propiedad por recaudar para los presupuestos municipal y escolar fueron las siguientes:
| Año corriente | $994,877.82 |
|---|---|
| Años anteriores | 693,898.68 |
| Total por recaudar durante el año fiscal | $1,688,776.50 |
| Cantidades realmente recaudadas: | |
| Contribuciones del año corriente | 568,449.28 |
| Contribuciones del año anterior | 317,590.15 |
| Cantidad total realmente recaudada durante el año fiscal | $886,039.43 |
| Calculando los resultados a base de las cantidades recaudadas representan porcentaje | 52.42% |
| Cantidades por recaudar | 47.58% |
| En 1932‑1933 las contribuciones por recaudar fueron: | |
| Ano corriente | 982,060.20 |
| Años anteriores | 859,859.63 |
| Cantidad total a recaudar durante el año fiscal | $1,841,919.83 |
| Cantidades realmente recaudadas durante el ano económico: | |
| Contribuciones del año corriente | 509,608.67 |
| Contribuciones del año anterior | 251,982.55 |
| Cantidad total realmente recaudada durante el año fiscal | $761,591.22 |
| Calculando los resultados a base de porcentaje las cantidades recaudadas representan | 41.33% |
| Cantidades por recolectar | 58.67% |
Todas las fuentes de rentas para el presupuesto calculadas para el año fiscal son asignadas para cubrir los servicios. El total de rentas calculadas son gravadas con gastos del presupuesto y dejar de recaudar las rentas causa la acumulación de cuentas del presupuesto a pagar, el total de la cual aumenta cada año por lo menos en la misma proporción que la recaudación disminuye.
Las siguientes cifras demuestran el aumento corriente de las cuentas a pagar de los municipios que se acumulan, así como también el aumento correspondiente en las rentas que quedan en el proceso de recaudación:
| Fin del año fiscal | Cuentas por pagar acumuladas, en presupuesto | Cuentas que quedaron por recaudar (incluidas las contribuciones sobre la propiedad y otras rentas) |
|---|---|---|
| 30 de junio de 1931 | $1,515,000 | $1,975,000 |
| 30 de junio de 1932 | 1,795,000 | 2,490,000 |
| 30 de junio de 1933 | 2,090,000 | 3,060,000 |
En el informe sometido por la Oficina del Auditor el 30 de junio de 1933 (véase la página 14) se hace constar que las cuentas de los municipios pendientes de pago aumentaron durante los últimos cinco años de $868,624.00 a $2,752,671.15. Esta cantidad incluye:
- Sueldo de funcionarios y empleados pendientes de pago, en muchos casos durante períodos que varían de dos a cinco años.
- Sueldos de médicos y enfermeras que prestan servicios de beneficencia.
- Sostenimiento de hospitales.
- Cuentas de comerciantes por materiales y efectos.
- Alquiler de casas para escuelas.
- Sueldos de maestros a pagar de fondos municipales.
- Jornales de trabajadores.
- Servicio de luz eléctrica en 34 municipios servidos por la Porto Rico Railway Light and Power Co. con multa a pagar de 9 por ciento de interés.
Esta situación tiene dos efectos inconvenientes:
- Los acreedores de cuentas que no devengan interés, tales como las de los empleados, venden sus derechos con un descuento de un 10 por ciento a un 30 por ciento cuando encuentran con quién negociarlos para vencer en fechas indeterminadas y el pago sujeto a las posibilidades de cobrarlas.
- El costo de los servicios, por lo tanto, ha aumentado o no ha sufrido reducción razonable posible.
A pesar de tal condición, debido principalmente a la falta de recaudación de las contribuciones, los pagos de bonos, pagarés y sus intereses de tanto el gobierno insular como el municipal se ha hecho a su vencimiento, aunque los fondos para redimir la deuda salen de las contribuciones sobre la propiedad. El pago ha sido posible por las siguientes razones:
- Porque cuando la parte de la recaudación de contribuciones que pertenece al fondo de redención no es suficiente, las deficiencias se cubren con la parte de la recaudación de contribuciones que pertenece a los fondos generales. Tal porción está ya gravada con los gastos del presupuesto y su aplicación al servicio de la deuda es causa adicional para la constante acumulación creciente de cuentas pagar. Por esto es por lo que en muchos municipios las cuentas por pagar que quedan pendientes al terminar el año fiscal son cerca de un 90 por ciento de la cantidad del presupuesto corriente.
- Porque en varios municipios el tipo de contribuciones especiales para crear los fondos de redención son excesivos, si se comparan con los requisitos de capital e intereses, y se ha acumulado dinero efectivo innecesariamente en detrimento de los contribuyentes. Los municipios de Ponce y Arecibo son ejemplos de estos casos.
- Porque, como último extremo, las deficiencias en los fondos de redención se cubren con los fondos generales del Tesoro Insular con los correspondientes efectos inconvenientes en el presupuesto vigente del gobierno insular.
Los efectos de esta situación en el presupuesto general del gobierno insular son, sin embargo, insignificantes si consideramos el hecho de que mientras las contribuciones sobre la propiedad son la fuente más importante de rentas de los municipios —representan de 75 a 80 por ciento de su presupuesto total—, el presupuesto del gobierno insular recibe solamente $400,000 de las contribuciones sobre la propiedad, que es solamente un 4 por ciento de la cantidad total de su presupuesto.
Una consolidación de la deuda haciendo una nueva emisión de bonos ha sido descartada como remedio no solamente por las posibles dificultades que pueden encontrarse en el mercado para la venta de los nuevos bonos, sino principalmente debido al hecho de que, en la mayoría de los casos, el derecho del pueblo al redimir bonos y pagarés antes de su vencimiento no había sido reservado. Por desgracia también se contrajeron empréstitos sin seguir una norma coordinada para el servicio de la deuda. Parece conveniente que el gobierno de Puerto Rico, cuando sea posible, debería tratar de redimir antes de su vencimiento los bonos o pagarés pendientes que fueron emitidos devengando tipos de interés altos. En algunos casos las cuentas de intereses sobre bonos alcanzan un 5½% y sobre pagarés un 8%.
El problema de la deuda municipal e insular no está solo limitado a Puerto Rico. El Congreso ha reconocido que es una emergencia nacional en la Ley Núm. 251‑73d del Congreso titulada: “Ley para enmendar una ley titulada ‘Ley para establecer un sistema uniforme de quiebras en todos los Estados Unidos’, aprobada el 1.o de julio de 1898 y las leyes que la enmiendan y suplementan aprobadas el 24 de mayo de 1934. El remedio que aplica el gobierno nacional, de acuerdo con su autoridad constitucional limitada en el continente respecto a este asunto, fue extender la jurisdicción de los Tribunales Federales en casos de quiebra disponiendo que los municipios y distritos contributivos a su iniciativa y con la aprobación de 51% de sus acreedores (créditos) pueden someter a al tribunal un plan para reajustar las deudas. El tribunal oirá a los peticionarios, así como a la defensa, y la decisión es solamente obligatoria para los acreedores de minoría.
Este remedio no puede aplicarse en Puerto Rico tanto por cuestiones de norma como de ley, como sigue:
- La Asamblea Legislativa de Puerto Rico no puede aprobar leyes que afecten las obligaciones de contratos, por lo tanto, el aspecto coercitivo del estatuto no podría aplicarse a los acreedores de minoría.
- Si la ley federal se hace aplicable a Puerto Rico no sería aplicable en la práctica porque los tenedores de bonos que residan en los Estados Unidos continentales poseen del 75% al 90% de la deuda y están seguros de cobrar la cantidad total de sus derechos según se explica en las páginas 110 y 111 de este informe, por lo tanto, nunca darán su consentimiento para hacer un reajuste por medio del cual se reducirían sus pagos.
En las siguientes páginas se someten recomendaciones que incluyen medidas posibles coordinadas con el plan general de reconstrucción que pueden considerarse como remedios adecuados para el problema.
Sugerencias sobre el problema de la deuda pública de Puerto Rico con el fin de reducir la carga contributiva y los derechos de riego sobre las fincas
- Bajo nuestro plan, el gobierno insular tendrá que hacerse cargo de toda la deuda municipal pendiente de pago, la cual en números redondos se compone de lo siguiente:
| Bonos y pagarés | $17,500,000 |
|---|---|
| Rentas acumuladas a pagar | 2,000,000 |
| Total | $19,500,000 |
La deuda corriente del presupuesto, calculada en $2,000,000, se consolidará por medio de pagarés que expedirá el gobierno insular y que devenguen un tipo de interés razonable redimible por serie durante un período de cuatro años con dinero del nuevo fondo de redención a que se hace referencia más adelante en este memorándum, reservándose el gobierno el derecho de cancelarlos antes de su vencimiento.
- Los municipios, a su vez, expedirán bonos para reembolsar al gobierno insular y cubrir sus deudas. Esta emisión para reembolsar deberá ser redimible de acuerdo con un nuevo plan de amortización suficientemente flexible para permitir reajustes necesarios. Se presume que tres años deberá ser un período de transición razonable durante el cual se apliquen y se desarrollen las medidas básicas para la reconstrucción económica de la agricultura. De este modo, el plan de redención deberá prepararse sobre una base de que no se impondrán contribuciones especiales adicionales durante dicho período. Subsiguientemente, una contribución especial podría imponerse para proporcionar medios para el fondo de redención que se menciona más adelante en este informe (véase (c) y (d) bajo el número 4 a continuación), si las otras fuentes de rentas con las cuales ha de crearse dicho fondo fuesen entonces insuficientes para satisfacer los requisitos de principal e intereses. De otro modo, parte de los nuevos bonos para reembolsar deberá cancelarse cada año autorizados por ley en la misma proporción que los bonos y pagarés municipales de las antiguas emisiones sean redimidos por el gobierno insular.
- El gobierno insular tendrá que satisfacer, por lo tanto, los pagos anuales de principal e intereses del total de la deuda, lo que representa el pago de cerca de $5,000,000 todos los años.
Como el costo de los intereses disminuye a medida que el principal se reduce, el máximo calculado de $5,000,000 se reducirá gradualmente.
Un fondo general de redención para satisfacer los requisitos de toda la deuda se creará de las siguientes fuentes:
- De las transferencias que se hagan de los fondos de depósitos que más adelante se mencionan en la presente.
- De las rentas que se deriven con los derechos sobre el azúcar importado de Cuba para ser refinado en Puerto Rico, de las cuales por lo menos $200,000,000 deberán depositarse anualmente en este fondo.
- Del producto de una contribución especial que el gobierno insular impondrá en caso de que el producto de la fuente (b) se reduzca por cualquier motivo después del período de transición de tres años.
- De los fondos que ha de recibir el gobierno insular de los bonos de redención y de reembolso de los municipios en caso de que las circunstancias hagan inconveniente su cancelación, teniendo que levantar dichos fondos los municipios imponiendo una contribución especial después del período de transición de tres años durante el cual se espera que los agricultores hayan recuperado su capacidad para pagar.
Cualquier sobrante en el nuevo fondo de redención durante cualquier año después de cubrir los requisitos de capital e interés deberá emplearse para recoger bonos o pagarés que devenguen altos tipos de intereses antes de su vencimiento a fin de reducir con la mayor rapidez posible la deuda pública de la isla.
La cancelación de bonos o pagarés antes de su vencimiento puede llevarse a cabo de dos maneras:
- Usando el derecho que se reserva el Pueblo para tal redención en los casos en que se reservó dicho derecho, y
- Comprando en el mercado dichos valores siempre que sea posible.
La cantidad de $4,000,000 de la contribución de elaboración del azúcar durante tres años se depositará en el Tesoro Insular para tenerse en fideicomiso para concederla a los agricultores en forma de una rebaja de la carga contributiva, así como reduciendo los derechos del servicio de riego.
Este fondo de depósito se conocerá como “Fondo para beneficio de la agricultura en general para ser concedido a los agricultores en forma de contribuciones y derechos de riego rebajados”.
Los desembolsos con cargo a este fondo de depósito solo deberán hacerse en forma de transferencias para sustituir cualquier rebaja de las contribuciones a los agricultores que haga la Asamblea Legislativa, así como las rebajas que se hagan en los derechos del servicio de riego.
- El tipo total de la contribución sobre la propiedad podría reducirse considerablemente o por lo menos las contribuciones especiales en vigor para la redención de préstamos podrían derogarse por completo. Estas contribuciones fluctúan en nuestros municipios entre alrededor de ²⁵⁄₁₀₀ del 1 por ciento y ⁷⁵⁄₁₀₀ del 1 por ciento sobre la propiedad sujeta a contribución, más ³⁵⁄₁₀₀ para el gobierno insular.
- El tipo total de contribución para fines municipales e insulares fluctúa en cada localidad entre 1.85 y 2.61 por ciento.
- Se estima que las reducciones son entre 0.65 y 1.10 por ciento.
- Por consiguiente, el promedio de los tipos reducidos podría ser desde 1.20 a 1.41 por ciento.
La reducción debe efectuarse en primer lugar para beneficio de los agricultores, incluidas sus tierras y propiedades. Los contribuyentes, por lo tanto, pueden dividirse en grupos para fines contributivos. De esta forma los $4,000,000 que se obtendrán de la contribución sobre la elaboración del azúcar durante los tres años serían la base para la reducción de la contribución sobre tierras dedicadas a la agricultura y otras propiedades. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha resuelto ya que la agrupación de contribuyentes por clases no está en pugna con la limitación constitucional sobre uniformidad.
La primera clasificación consistirá por lo tanto de (a) agricultores y (b) no agricultores. Las contribuciones de los agricultores se reducirán a base de los $4,000,000 que se obtendrán de la contribución de elaboración y las contribuciones de los no agricultores a base de los derechos a cobrar sobre el azúcar importado de Cuba. Podría hacerse una clasificación adicional entre los agricultores propiamente, tomando en consideración ya sea el número de acres de que consten sus fincas o la valoración de sus propiedades. Esta segunda clasificación deberá hacerse con el fin de beneficiar a las fincas más pequeñas en consonancia con el espíritu y los fines del programa general de rehabilitación. Esta reducción graduada de la contribución será una ayuda en el desarrollo de las normas relativas a la tierra, toda vez que ello tendería a subdividir las fincas mayores en pequeñas para reducir la contribución. Sin embargo, para evitar que los grandes contribuyentes atacaran en las cortes la política de reducción, lo que produciría el correspondiente trastorno temporero de todo el plan, se recomienda que la reducción se haga sobre una base uniforme, siempre que se enmiende la Ley de Contribución sobre Ingresos para establecer tipos graduados de contribución.
Consideraciones generales
Las sugerencias que se someten se basan en las siguientes consideraciones:
- La imposición de una contribución especial para la redención de bonos forma parte de los contratos celebrados con los tenedores de bonos, y “no se aprobará ninguna ley que menoscabe las obligaciones contractuales”.
- La buena fe de El Pueblo de Puerto Rico se ha empeñado en el pago del capital y los intereses de todos los bonos, incluidos los emitidos por los municipios. Esta es también una disposición que aparece en los contratos celebrados con los tenedores de bonos.
- El Pueblo, mediante el poder legislativo, tiene el derecho de sustituir una contribución especial con otros ingresos que se dedicarán a redimir la deuda pública, siempre que dicha sustitución no resulte en menoscabo de las obligaciones.
- La Asamblea Legislativa, basándose en los principios arriba expresados, tiene derecho a aprobar una ley que remedie o corrija cualquier irregularidad.
- Dicha legislación correctiva deberá facultar a la administración para que el ejecutivo, mediante la maquinaria contributiva, pueda hacer los reajustes necesarios en los tipos de contribución cuando fuere conveniente, tomando en consideración tanto las necesidades de la deuda pública como las condiciones económicas relativamente sólidas de los agricultores.
- Las deudas adicionales de los municipios, que asumirá y tomará a su cargo el gobierno insular, no afectarán y por lo tanto sobrepasarán el límite constitucional del gobierno insular para incurrir en deudas. Esto es así, porque los municipios contrajeron estas deudas de conformidad con la autoridad en ellos delegada por la Asamblea Legislativa de acuerdo con la Ley Orgánica. Además, el cargo que se hace al gobierno insular se nivela con la correspondiente suma de bonos de reembolso que los municipios expedirán, los cuales antes de cancelarse constituirán un activo del Tesoro.
Resultados
Si las medidas son substancialmente aplicadas, pueden esperarse de ellas los siguientes resultados:
- Se concederán a los agricultores compensaciones derivadas del impuesto sobre el azúcar, en la forma de una reducción de contribuciones, haciendo así posible la aplicación de este fondo para beneficio de la agricultura en general.
- La deuda pública, que actualmente llega a $48,000,000 —lo que representa alrededor del 20% del importe total del valor de tasación de la isla— será rápidamente reducida.
- Los derechos de importación sobre el azúcar de Cuba serán aplicados, no en la forma de gastos del gobierno, sino como una inversión para reducir la deuda pública.
- El cobro de las contribuciones sobre la propiedad resultará más efectivo, haciendo así más seguros, desde el punto de vista financiero, los fondos derivados de esta fuente de ingresos.
- Las municipalidades funcionarán sobre una buena base financiera ya que podrán preparar sus presupuestos, no sobre la base de las rentas acumuladas durante el año, sino sobre la de rentas cobradas, llevando a cabo sus transacciones, de esa manera, sobre una base práctica de efectivo. Esto, a su vez, disminuirá el costo del funcionamiento municipal y aumentará su eficiencia, lo que resolverá el problema municipal en toda la isla.
- La forma de las cuentas municipales pendientes de pago será cambiada de reclamaciones corrientes sin una fecha específica de vencimiento a instrumentos negociables que ayuden a limpiar los créditos que están actualmente congelados en los bancos, empresas comerciales y público en general.
- La confianza pública en el gobierno municipal será nuevamente lograda y la moral de los funcionarios y empleados será fortalecida al pagárseles sus sueldos con regularidad.
- El gobierno insular no tendrá necesidad de asignar fondos del presupuesto general para cubrir déficits en los fondos de amortización en detrimento de otros servicios.
- El problema de la deuda del Servicio de Riego de Isabela quedará resuelto. Repetidamente ha fallado la solución de este problema con la implantación de medidas que tendían a evitar los constantes déficits habidos en el pasado. Este es uno de los problemas más importantes que han estado, están todavía bajo la consideración de la Legislatura, siendo el segundo en importancia después del problema municipal.
- Los derechos que actualmente se cargan a los agricultores por servicio de riego serán reducidos, lo que beneficiará directamente a la agricultura.
Fin
I. Proyectos misceláneos
A. Almacenes y plantas de enlatado gubernamentales
Puerto Rico importa cada año una gran cantidad de alimentos que pueden cultivarse en la isla pero cuya producción ha sido poco rentable para los agricultores. Entre esos alimentos podemos mencionar el maíz, los tomates, los pimientos, los pepinos, los guisantes y varias clases de habichuelas. La isla importó $1,175,774 solo de habichuelas rojas secas durante el año fiscal 1932-33. Una gran parte de estas posiblemente podría cultivarse en la isla, lo cual serviría al doble propósito de ofrecer a los agricultores la oportunidad de producir un cultivo comercial adicional y, al mismo tiempo, generar los empleos que tanto necesitan los trabajadores agrícolas.
En el pasado, la razón principal para no encontrar un mercado adecuado en la isla para estos cultivos del país ha sido que todos los años, durante la temporada de cosecha, los mercados locales se saturan y, por consiguiente, se deprimen. Como consecuencia normal, los precios bajan demasiado y no permiten que los agricultores obtengan beneficios. Luego, cuando los productos agrícolas se echan a perder por no poder venderlos o terminan en manos de especuladores, los precios están destinados a subir de manera exorbitante, con el consiguiente detrimento para los consumidores y sin ningún beneficio para los agricultores.
Para corregir este problema, proponemos establecer en la isla instalaciones adecuadas para la fumigación y el almacenamiento de productos como el maíz y las habichuelas que, de otra forma, serían carcomidos rápidamente por el gorgojo en nuestras condiciones climáticas. Esto requeriría establecer almacenes operados por el gobierno y equipados apropiadamente para hacer acopio de los productos que los agricultores traigan. Proponemos construir diez o quince de estos almacenes para habichuelas secas y maíz que el Departamento de Agricultura y Comercio insular operaría como depósitos garantizados por el gobierno. Con este propósito, estimamos que se necesitaría la cantidad de $150,000 para el primer año. Para financiar el funcionamiento de los almacenes durante este período de prueba, deberían estar disponibles asignaciones adicionales de $10,000 para cada uno de los dos años siguientes. Una vez que se les venda la idea a los agricultores de la isla y se logre su cooperación plena, es razonable esperar que el proyecto sea autoamortizable y de beneficio permanente para ellos.
Con el fin de ocuparse de los productos agrícolas más perecederos como tomates, pimientos, guisantes, habichuelas tiernas y hortalizas parecidas, así como de frutas de varias clases, proponemos establecer una serie de pequeñas plantas de enlatado distribuidas en las zonas donde mejor crecen las cosechas. Para estos proyectos, estimamos que se necesitaría la cantidad de $150,000 más $20,000 al año para gastos de operación durante los próximos dos años.
La asignación total para la construcción de estos almacenes y depósitos y su ulterior operación durante un período de tres años probablemente ascendería a $360,000[23]. No se intenta determinar aquí el tamaño, el tipo y el método de funcionamiento de estas instalaciones porque se sabe que pueden ser necesarios algunos experimentos y muchos cambios para conocer las condiciones locales de la isla. Con el tiempo, estos almacenes y plantas de enlatado pueden ser organizados como cooperativas supervisadas por el gobierno, que operarán como procesadoras, almacenadoras y agentes de promoción para la producción de los agricultores.
B. Establecimiento de criaderos de peces de agua dulce
Un estudio reciente sobre los peces en Puerto Rico que llevó a cabo el Negociado de Pesca de Estados Unidos reveló que nuestros ríos no tienen especies endémicas de peces y que ahora solo se encuentran en nuestros riachuelos aquellos tipos marinos que han sido capaces de adaptarse a ambientes de agua dulce. Se han considerado como excelentes las posibilidades de importar a la isla especies de peces útiles para la pesca deportiva. Incluso se cree que las truchas arcoíris se pueden adaptar a nuestros riachuelos de montaña. Teniendo en cuenta la gran necesidad de aumentar los alimentos ricos en proteínas en la dieta de nuestros campesinos, se ha pensado que poblar nuestros numerosos ríos con especies de peces útiles para la pesca deportiva es un proyecto valioso. Se ha preparado un plan, con el asesoramiento del Negociado de Pesca, para el establecimiento de criaderos de peces en la isla, para lo cual se provee $96,100 para gastos durante un período de tres años (véase el Apéndice P). Después de este período, se ha dispuesto que la División de Pesca del Departamento de Agricultura y Comercio insular retome y continúe el trabajo.
C. Erradicación de la garrapata del ganado
La garrapata ha sido durante muchos años una de las mayores plagas del ganado en Puerto Rico. No solo transmite la babesiosis entre los animales importados, sino que también causa grandes daños al retrasar el crecimiento del ganado nativo. Dado que la falta de consumo de carne es la mayor causa de desequilibrio en la dieta de nuestras clases más pobres, parece ser muy importante que se extienda la rehabilitación a la industria ganadera. Con el asesoramiento de expertos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, se ha preparado un plan para una campaña de erradicación de tres años que conllevaría una asignación de $564,520[24]. Este trabajo lo dirigirá la División de Veterinaria del Departamento de Agricultura y Comercio insular con asesoramiento y cooperación federal. Se recomienda que los fondos para este trabajo estén disponibles de los fondos del impuesto general del procesamiento del azúcar (véase el Apéndice P‑1).
D. Campaña de erradicación de la tuberculosis bovina
Según el censo de 1930, la cantidad total de vacas ordeñadas en Puerto Rico fue 78,412. La cantidad actual será quizás un poco mayor y más cercano a las 80,000 cabezas. Se estima que el 4% de esta cifra dará positivo a la prueba de tuberculina, así que, al presente, 3,200 vacas lecheras probablemente están afectadas por la tuberculosis. Estos animales tuberculosos se ordeñan a diario y, por ende, constituyen una peligrosa fuente de infección para quienes consumen su leche, en particular los niños. Esta condición se considera una amenaza peligrosa para la salud pública de la isla y, por lo tanto, merece atención inmediata.
Se debe dirigir una campaña eficaz y bien planificada para la erradicación de esta enfermedad que atienda la eliminación de los animales afectados, así como una adecuada compensación para sus dueños. Entendemos que la Ley Jones-Connally pone a disposición fondos para trabajos de esta naturaleza y que la ley aplica a Puerto Rico. De esta y de cualquier otra fuente, se deben asignar fondos suficientes para la necesaria campaña de erradicación. El trabajo se debe llevar a cabo durante tiempo suficiente (al menos tres años consecutivos) con el fin de proporcionar una garantía razonable de éxito permanente.
Los gastos estimados para la campaña de erradicación de tres años, incluidos los pagos de compensación, serían de $235,650[25], una cantidad pequeña si consideramos la magnitud e importancia de este problema. No se puede hacer una mejor inversión para la protección de la salud de los niños puertorriqueños (véase el Apéndice Q).
Ya existe en la isla una División de Veterinaria que opera bajo el Departamento de Agricultura y Comercio y que con facilidad podría ocuparse de la ejecución de este plan. En Puerto Rico hay veterinarios cualificados que pueden seguir los mismos métodos técnicos utilizados en Estados Unidos para este tipo de trabajo, con lo cual se asegura el uso apropiado de los fondos asignados para tal fin. La necesidad de esta importante campaña de erradicación se ha reconocido durante mucho tiempo, pero nunca se ha contado con suficientes fondos insulares para este propósito. Recomendamos urgentemente la asignación de los fondos necesarios para atender este problema.
E. Investigación agrícola
A partir del 1.o de julio de 1934, la Universidad de Puerto Rico tendrá disponible los Fondos Adams, Hatch y Purnell para la Investigación Agrícola, los cuales ascienden a una cantidad inicial de $25,000 que aumentará anualmente hasta un máximo de $90,000 en 1943-44.
Se han aprobado planes para la creación de un Departamento de Economía Agrícola en nuestra Estación Experimental para iniciar investigaciones clave sobre los aspectos económicos de la producción agraria, el manejo de fincas y los problemas de distribución y comercialización.
F. Extensión en agricultura y economía doméstica
Se han aprobado planes de cooperación entre el Departamento de Agricultura y la Universidad de Puerto Rico para un programa de extensión el cual se intensificará mayormente en las regiones cafeteras en relación con el programa de ayuda al café. Por primera vez en la isla se iniciarán trabajos de demostración de economía doméstica a cargo de la Universidad de Puerto Rico.
El 1.o de julio de 1934 estarán disponibles $70,000 de los Fondos Smith-Lever para llevar a cabo este programa de extensión. Esta cantidad se aumentará anualmente a razón de $15,000 hasta 1943-44, como dispone la ley del Congreso del 3 de marzo de 1931.
G. Estudio de suelos
Nuestra comisión y el Negociado de Química y Suelos ya han llegado a un acuerdo para completar un estudio de suelos en Puerto Rico (Apéndice R). Para este estudio se ha asignado la cantidad de $35,000 y el trabajo se finalizará en un período de diez meses, que comienza el 1.o de julio de 1934.
H. Trabajo de erosión de suelos
Se ha aprobado otro memorando de acuerdo mediante el cual se llevará a cabo un estudio de erosión de suelos (en coordinación con el estudio de suelos), estudios investigativos y trabajo de extensión en erosión de suelos. Las partes cooperantes son el Departamento de Agricultura, el Departamento del Interior y la Universidad de Puerto Rico. Estos estudios son de importancia fundamental para nuestra política de conservación de suelos y se ha aprobado provisionalmente un programa de tres años. A estos fines se propone la cantidad de $107,000 para efectuar este trabajo que se gestionará mediante un acuerdo de cooperación.
I. Investigación médica, nutricional y parasitológica
La Escuela de Medicina Tropical de la Universidad de Puerto Rico, con el auspicio de la Universidad de Columbia, ha sometido a nuestro comité una lista de nueve proyectos de investigación para incluir en relación con nuestro programa de rehabilitación económica. Nuestro comité ha estudiado cuidadosamente estos proyectos y recomienda la aprobación y el financiamiento de los siguientes:
- Tratamiento, control y erradicación del Schistosomiasis mansoni y un estudio parasitológico general de la isla. Costo: $40,000.
- La incidencia de aborto endémico en el ganado y en los cerdos, y su relación con la infección en los humanos y la salud pública. Costo: $15,000 por un período de tres años.
- La influencia de la nutrición en la tuberculosis experimental. Costo: $15,000 por un período de tres años.
- Un estudio del valor nutricional de los alimentos autóctonos, con referencia especial a su composición química, contenido vitamínico y efectos fisiológicos. Costo: $25,000 por un período de tres años.
- Un estudio de las propiedades medicinales de las plantas autóctonas de Puerto Rico. Costo: $15,000 por un período de tres años.
Se han hecho los arreglos con el Dr. J. R. Mohler, jefe del Negociado de Industria Animal, para enviar uno o dos especialistas a la Escuela de Medicina Tropical para continuar el estudio parasitológico en la isla.
El Apéndice S ofrece una relación detallada de los proyectos que fueron recomendados para aprobación y que preparó el director de nuestra Escuela de Medicina Tropical.
J. Investigación de huracanes
Se han hecho arreglos provisionales con un físico destacado para iniciar relaciones de cooperación entre la Radio Corporation of America y la Universidad de Puerto Rico para un programa de investigación en radiotelegrafía. Este trabajo sería de gran interés, como demostraron las instalaciones de equipo especial para registros fotográficos de las condiciones de la ionosfera en dos observatorios del Departamento de Magnetismo Terrestre del Instituto Carnegie –uno cerca de Huancayo, Perú, y otro en Watheroo, Australia, y uno bajo la dirección de Oficina de Normas de los Estados Unidos en Washington D.C. El valor científico de este programa, en vista de la importancia del estudio de las regiones superiores de la atmósfera, resultará no solo en una aplicación práctica a la radiotransmisión y recepción, sino también a problemas de investigación referentes a las correlaciones de los fenómenos geofísicos.
En este sentido, las oportunidades para la investigación en el uso de métodos de radio para la ubicación de huracanes son muy reales. El Apéndice T se explica por sí mismo con respecto a este proyecto, y proponemos la asignación de un fondo de $15,000 para la investigación de huracanes para 1934-35.
K. Informes de cultivos, precios e ingresos agrícolas
Este servicio sería de gran importancia para Puerto Rico, especialmente en la situación actual de transferencia de tierras azucareras marginales para la producción de cultivos alimenticios. Los estimados de cultivo son básicos en la formulación de planes para la disposición de cultivos, la asignación de cuotas y la presentación a los agricultores de pronósticos generales de producción agraria para orientarlos en las futuras siembras. Esto sería de gran ayuda en la administración del proyecto legislativo de control de azúcar y otras medidas de crédito agrícola y asistencia rural. El servicio incluiría estadísticas de precios e ingresos agrícolas que son imprescindibles para juzgar correctamente el éxito del plan de control del azúcar y la transferencia de las tierras azucareras marginales para cultivos alimenticios.
El señor W. F. Callander, jefe de la Sección de Informes de Cultivos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, considera que se debe incluir a Puerto Rico en el servicio. Esto no se ha hecho antes debido a la falta de fondos. En las circunstancias actuales, la Ley de Ajuste Agrícola podría proveer los fondos para extender el servicio a Puerto Rico. El señor Callander estima que el establecimiento del servicio costaría lo siguiente:
| Gastos anuales: | |
|---|---|
| 1 estadístico | $4,400 |
| 1 secretario | 1,620 |
| 1 oficinista | 1,400 |
| Gastos de viaje | 1,000 |
| Total de gastos anuales | $8,420 |
| Equipo | 1,000 |
| Total | $9,420 |
El proyecto puede ser dirigido en conjunto entre el sistema de Informes de Cultivos de Estados Unidos y el Departamento de Agricultura y Comercio insular.
L. Investigación social y económica
Un programa de reconstrucción social de la magnitud del que se iniciará en Puerto Rico necesita una cuidadosa revisión y precisa medición del progreso social logrado.
Bajo el plan azucarero propuesto, por ejemplo, necesitamos determinar los cambios económicos de los colonos que sean transferidos de las tierras marginales a las tierras buenas para cultivo de caña de azúcar, como también el mejoramiento social de los trabajadores que sean ubicados en las fincas de subsistencia. Solo de esta manera se puede medir ese progreso.
Aparte de esto, hay problemas de distribución, transportación y comercialización que los especialistas tienen que estudiar. Se debe reservar una suma total de $50,000 para investigación social y económica que lleve a cabo una unidad especial de la corporación semipública o la Universidad de Puerto Rico.
M. Eliminación de los arrabales
A cualquier visitante que llega a San Juan, Ponce, Mayagüez o cualquier otro pueblo le llama la atención las míseras viviendas de los pobres que se han asentado en los suburbios. La mayoría de sus casas están construidas en manglares, plagados de mosquitos.
Miles de personas viven en las condiciones sanitarias más adversas y es una cuestión de humanidad que se preste atención a este grave problema social.
Proponemos que una generosa cantidad de dinero, digamos $5,000,000 para la eliminación de estos arrabales, se dedique a la solución parcial de este problema. Se debe dar preferencia a ciudades como San Juan, Ponce, Mayagüez y Arecibo, donde las condiciones empeoran cada día.
Cierre del informe
Para finalizar este informe, deseamos expresar nuestro agradecimiento al secretario de agricultura por el honor que nos confirió mediante su invitación a venir a la capital nacional para asumir el trabajo acabado de realizar. Ha sido una oportunidad única y hemos intentado estar a la altura de las responsabilidades que conlleva. Nuestras recomendaciones, hasta donde nuestro juicio pudo determinar, han estado libre de discrimen y prejuicio porque solo de esa manera hemos considerado posible cumplir con nuestra tarea, poniendo los intereses y el bienestar de Puerto Rico por encima de toda otra consideración. La excelente cooperación que nos dieron los técnicos de los diversos departamentos del gobierno y de los directores de la Administración de Créditos Agrícolas y otras agencias federales afines ha sido para nosotros una gran ayuda, así como una fuente de inspiración para el servicio. Deseamos expresar nuestro más sincero agradecimiento por estas consideraciones.
Respetuosamente,
Carlos E. Chardón
Rector de la Universidad de Puerto Rico
R. Menéndez Ramos
Comisionado de Agricultura y Comercio
R. Fernández García
Director del Departamento de Química
Universidad de Puerto Rico
Fecha: 14 de junio de 1934
Apéndices
Apéndice A – Población: nacimientos y defunciones notificados
Con tasas por mil habitantes durante 25 años (del Departamento de Sanidad insular)
| Año fiscal | Población[26] | Nacimientos | Tasa por 1000 habitantes | Defunciones | Tasa por 1000 habitantes |
|---|---|---|---|---|---|
| 1900‑1901 | 973,387 | 19,930 | 20.4 | 35,781 | 36.7 |
| 1901‑1902 | 983,459 | 25,898 | 26.3 | 24,447 | 24.8 |
| 1902‑1903 | 993,531 | 30,123 | 30.3 | 25,552 | 25.7 |
| 1903‑1904 | 1,003,603 | 40,053 | 39.9 | 22,694 | 22.6 |
| 1904‑1905 | 1,013,675 | 28,472 | 28.0 | 23,050 | 22.7 |
| 1905‑1906 | 1,023,747 | 32,226 | 31.4 | 25,927 | 25.3 |
| 1906‑1907 | 1,033,819 | 34,778 | 33.6 | 27,132 | 26.2 |
| 1907‑1908 | 1,043,891 | 34,701 | 33.2 | 23,530 | 22.5 |
| 1908‑1909 | 1,053,963 | 38,088 | 36.1 | 22,049 | 20.9 |
| 1909‑1910 | 1,118,012 | 37,343 | 33.4 | 24,751 | 22.1 |
| 1910‑1911 | 1,133,674 | 37,692 | 33.2 | 26,579 | 23.4 |
| 1911‑1912 | 1,149,336 | 39,874 | 34.6 | 27,607 | 24.0 |
| 1912‑1913 | 1,164,998 | 41,002 | 35.1 | 26,034 | 22.3 |
| 1913‑1914 | 1,180,660 | 45,609 | 38.6 | 21,775 | 18.4 |
| 1914‑1915 | 1,196,322 | 46,947 | 39.2 | 23,664 | 19.7 |
| 1915‑1916 | 1,211,984 | 45,590 | 37.6 | 26,572 | 21.9 |
| 1916‑1917 | 1,227,646 | 42,259 | 34.4 | 34,939 | 28.4 |
| 1917‑1918 | 1,248,308 | 43,261 | 34.6 | 34,457 | 27.7 |
| 1918‑1919 | 1,258,990 | 53,348 | 42.4 | 39,974 | 31.7 |
| 1919‑1920 | 1,299,809 | 50,729 | 39.0 | 30,280 | 23.2 |
| 1920‑1921 | 1,315,870 | 47,961 | 36.4 | 29,396 | 22.3 |
| 1921‑1922 | 1,333,846 | 52,033 | 39.0 | 30,098 | 22.5 |
| 1922‑1923 | 1,351,822 | 50,348 | 37.2 | 28,533 | 21.1 |
| 1923‑1924 | 1,381,238 | 51,722 | 37.4 | 25,886 | 18.7 |
| 1924‑1925 | 1,398,796 | 54,556 | 39.0 | 31,350 | 22.4 |
Apéndice B – Cuenta de ingresos “internacional”
Año que termina el 30 de junio de 1928
(Del Informe del Instituto Brooking, p. 583-584) (Las cifras se expresan en miles)
| Operaciones que resultaron en ingresos netos para Puerto Rico: | |||
|---|---|---|---|
| Comercio de materias primas:[27] | |||
| Exportaciones registradas de materias primas | $103,535 | ||
| Ventas de carbón y petróleo bunker | 827 | ||
| Accesorios para barcos y reparaciones de barcos | 50 | ||
| $104,412 | |||
| Menos: | |||
| Importaciones registradas de materias primas | (92,342) | ||
| Importaciones de licor de contrabando | (1,000) | ||
| (93,342) | |||
| $11,070 | |||
| Donaciones y contribuciones: | |||
| Con fines educativos | 95 | ||
| Iglesias y misiones extranjeras | 320 | ||
| Salud | 70 | ||
| Investigación científica | 21 | ||
| 506 | |||
| Desembolsos federales en Puerto Rico | 2,712 | ||
| Publicidad | 400 | ||
| Total neto de las operaciones enumeradas anteriormente | 14,688 | ||
| Operaciones que resultaron en el egreso neto de Puerto Rico: | |||
| Pagos de fletes y seguro marítimo de importaciones | 5,980 | ||
| Comisiones: | |||
| Pagos | 4,290 | ||
| Menos recibos | (100) | ||
| 4,190 | |||
| Remesas: | |||
| Enviadas a puertorriqueños que viven fuera de la isla | 1,232 | ||
| Menos cantidades recibidas de puertorriqueños residentes en el extranjero y en Estados Unidos continentales | (930) | ||
| 302 | |||
| Comercio turístico: | |||
| Gasto de los puertorriqueños | 582 | ||
| Menos ingresos de extranjeros | (472) | ||
| 110 | |||
| Transacciones de seguros (excluidas las marítimas) | 1,980 | ||
| Regalías cinematográficas | 160 | ||
| Cargos por cable y radio | 247 | ||
| Boletos de lotería | 1,000 | ||
| Intereses, dividendos y rentas pagados a | |||
| Inversores continentales y extranjeros por el gobierno de Puerto Rico | $2,072 | ||
| Banco Agrícola Federal y Banco Federal de | |||
| Créditos Intermediarios | 676 | ||
| Inversores continentales y extranjeros por personas privadas y corporaciones | 9,400 | ||
| 12,148 | |||
| Menos cantidades recibidas por | |||
| Gobierno insular sobre inversiones externas | (35) | ||
| Personas privadas y corporaciones sobre inversiones externas | (1,094) | ||
| (1,129) | |||
| 11,019 | |||
| Elementos misceláneos de egreso | 57 | ||
| Total neto de los artículos enumerados anteriormente | 25,045 | ||
| Deficiencia neta para todas las operaciones comerciales y de servicios | ($10,357) | ||
Apéndice C – Comercio de Puerto Rico con Estados Unidos en comparación con países extranjeros en 1932-33
(De los informes de la Cámara de Comercio de Puerto Rico)
| Países exportadores | Países importadores | ||||
|---|---|---|---|---|---|
| 1. | Canadá | 146,159,517 | 1. | Inglaterra | 257,240,742 |
| 2. | Japón | 114,488,709 | 2. | Canadá | 194,393,131 |
| 3. | Filipinas | 86,694,003 | 3. | Alemania | 127,984,506 |
| 4. | Hawái | 82,506,629 | 4. | Japón | 108,373,017 |
| 5. | Inglaterra | 73,787,666 | 5. | Francia | 105,775,511 |
| 6. | Puerto Rico | 73,387,498 | 6. | Hawái | 53,551 179 |
| 7. | Brasil | 70,660,852 | 7. | Italia | 51,183,285 |
| 8. | Alemania | 67,542,973 | 8. | Puerto Rico | 48,886,844 |
| 9. | Cuba | 54,329,359 | 9. | China | 43,869,934 |
| 10. | Colombia | 52,595,811 | 10. | Filipinas | 41,488,531 |
| ll. | Francia | 39,691,424 | 11. | Países Bajos | 40,039,344 |
| 12. | Italia | 37,574,122 | 12. | Bélgica | 37,914,405 |
| 13. | Alaska | 29,437,562 | 13. | México | 33,255,513 |
| 14. | México | 28,822,328 | 14. | Argentina | 30,960,566 |
| 15. | India británica | 27,473,149 | 15. | Brasil | 27,815,356 |
| 16. | China | 25,990,434 | 16. | España | 26,070,637 |
| 17. | Países Bajos | 25,590,070 | 17. | Australia | 24,904,588 |
| 18. | Suecia | 21,048,514 | 18. | Cuba | 24,153,701 |
| 19. | Bélgica | 18,398,019 | 19. | Alaska | 20,326,998 |
| 20. | Venezuela | 14,442,099 | 20. | India británica | 17,319,410 |
Apéndice D – Comercio exterior de Puerto Rico
Estados Unidos
| Año fiscal | Importaciones | Exportaciones | Total |
|---|---|---|---|
| 1909‑10 | $27,097,654 | $32,095,645 | $59,193,299 |
| 1910‑11 | 34,671,958 | 34,765,409 | 69,437,367 |
| 1911‑12 | 38,470,963 | 42,873,401 | 81,344,364 |
| 1912‑13 | 33,155,005 | 40,538,623 | 73,693,628 |
| 1913‑14 | 32,568,368 | 34,423,180 | 66,991,548 |
| 1914‑15 | 30,929,831 | 42,311,920 | 73,241,751 |
| 1915‑16 | 35,892,515 | 60,952,768 | 96,845,283 |
| 1916‑17 | 49,539,249 | 73,115,224 | 122,654,473 |
| 1917‑18 | 58,945,758 | 65,514,989 | 124,460,747 |
| 1918‑19 | 57,898,085 | 71,015,351 | 128,913,436 |
| 1919‑20 | 90,724,259 | 133,207,508 | 223,931,767 |
| 1920‑21 | 97,074,399 | 103,388,227 | 200,462,626 |
| 1921‑22 | 57,400,028 | 66,229,771 | 123,629,799 |
| 1922‑23 | 64,743,462 | 77,007,257 | 141,750,719 |
| 1923‑24 | 80,590,021 | 80,754,975 | 161,344,996 |
| 1924‑25 | 79,349,618 | 84,411,792 | 163,761,410 |
| 1925‑26 | 83,046,553 | 88,106,570 | 171,153,123 |
| 1926‑27 | 87,046,319 | 100,574,001 | 187,620,320 |
| 1927‑28 | 79,743,088 | 96,662,610 | 176,405,707 |
| 1928‑29 | 85,078,596 | 76,418,210 | 161,496,806 |
| 1929‑30 | 73,078,779 | 95,097,640 | 168,176,419 |
| 1930‑31 | 68,018,167 | 94,876,997 | 162,895,164 |
| 1931‑32 | 52,826,794 | 83,645,863 | 136,472,657 |
| 1932‑33 | 48,886,844 | 73,388,298 | 122,275,142 |
Comercio con otros países
| Año fiscal | Importaciones | Exportaciones | Total |
|---|---|---|---|
| 1909‑10 | 3,537,201 | 4,864,574 | 8,401,775 |
| 1910‑11 | 4,115,039 | 5,152,958 | 9,267,997 |
| 1911‑12 | 4,501,928 | 6,832,012 | 11,333,940 |
| 1912‑13 | 3,745,057 | 8,564,942 | 12,309,999 |
| 1913‑14 | 3,838,419 | 8,679,582 | 12,518,001 |
| 1914‑15 | 2,954,465 | 7,044,987 | 9,999,452 |
| 1915‑16 | 3,058,641 | 5,778,805 | 8,837,446 |
| 1916‑17 | 4,005,975 | 7,855,693 | 11,861,668 |
| 1917‑18 | 4,443,524 | 8,779,033 | 13,222,557 |
| 1918‑19 | 4,502,275 | 8,480,689 | 12,982,964 |
| 1919‑20 | 5,664,275 | 17,603,941 | 23,268,216 |
| 1920‑21 | 8,405,304 | 8,890,348 | 17,295,652 |
| 1921‑22 | 6,775,121 | 5,942,800 | 12,717,921 |
| 1922‑23 | 7,201,043 | 5,285,793 | 12,486,836 |
| 1923‑24 | 8,779,603 | 7,525,565 | 16,305,168 |
| 1924‑25 | 11,154,983 | 10,407,152 | 21,562,135 |
| 1925‑26 | 12,211,711 | 10,618,281 | 22,829,992 |
| 1926‑27 | 11,764,431 | 7,493,433 | 19,257,864 |
| 1927‑28 | 12,599,241 | 6,872,120 | 19,471,361 |
| 1928‑29 | 12,782,164 | 5,304,660 | 18,086,824 |
| 1929‑30 | 10,844,050 | 4,468,565 | 15,312,615 |
| 1930‑31 | 8,419,243 | 3,523,930 | 11,943,173 |
| 1931‑32 | 8,454,307 | 2,771,075 | 11,225,382 |
| 1932‑33 | 5,859,067 | 2,018,157 | 7,877,224 |
Apéndice E – Importaciones de productos alimenticios, año 1932-1933
(Del informe del gobernador Berveley)
De Estados Unidos
| Animales y productos animales: | ||
|---|---|---|
| Productos cárnicos | ||
| Carne de res y de ternera | $38,236 | |
| Cerdo | 2,061,795 | |
| Carnes enlatadas | 203,195 | |
| Otras carnes | 156,505 | |
| $2,459,731 | ||
| Aceites y grasas animales (mayormente manteca de cerdo) | 1,494,408 | |
| Productos lácteos | ||
| Leche seca, evaporada y condensada | 361,118 | |
| Mantequilla | 185,347 | |
| Queso | 233,443 | |
| Comida infantil, malteada, etc. | 23,225 | |
| 803,133 | ||
| Pescado | ||
| Bacalao, salado | 103,871 | |
| Conservas y otros pescados | 148,625 | |
| 252,496 | ||
| Huevos | 91,859 | |
| Otros productos animales | 5,067 | |
| 96,926 | ||
| Hortalizas y productos vegetales | ||
| Cereales y preparaciones | ||
| Maíz | 49,812 | |
| Harina de maíz | 239,667 | |
| Alimento de maíz para el desayuno | 9,424 | |
| Avena | 43,374 | |
| Harina de avena, etc. | 88,392 | |
| Arroz | 5,016,796 | |
| Cribado del arroz, etc. | 18,041 | |
| Harina de trigo | 1,281,774 | |
| 6,747,280 | ||
| Panecillos y galletas saladas | 429,906 | |
| Piensos y forrajes | 449,211 | |
| Hortalizas y preparaciones | ||
| Habichuelas, secas | 1,175,774 | |
| Guisantes, secos | 145,806 | |
| Papas, blancas | 411,636 | |
| Cebollas | 102,827 | |
| Otras hortalizas frescas | 32,091 | |
| Hortalizas enlatadas | 186,523 | |
| Kétchup y otras salsas de tomate | 91,247 | |
| Vinagre | 32,053 | |
| Levadura | 58,140 | |
| Misceláneos | 33,714 | |
| 2,269,811 | ||
| Frutas y preparaciones | ||
| Frutas frescas | 162,216 | |
| Frutas enlatadas | 98,796 | |
| Otras preparaciones de frutas | 16,600 | |
| Nueces | 25,096 | |
| 302,708 | ||
| Aceites y grasas vegetales, comestibles | ||
| Semilla de algodón, soja, aceite de maíz, etc. | 45,450 | |
| Grasas para cocinar distintas de la manteca de cerdo | 54,423 | |
| Cacao en polvo | 29,071 | |
| Chocolate endulzado | 20,211 | |
| Café | 71,033 | |
| Misceláneos | 46,273 | |
| 266,461 | ||
| Confitería | ||
| Chocolate | 124,519 | |
| Otro | 183,022 | |
| Chicle | 36,428 | |
| Refrescos | 334,113 | |
| Misceláneos | 4,142 | |
| 682,224 | ||
| Total | $16,254,295 | |
De países extranjeros
| Animales y productos animales: | ||
|---|---|---|
| Ganado | 27,943 | |
| Cerdos | 211 | |
| 28,154 | ||
| Carnes | ||
| Aves | 1,370 | |
| Carnes enlatadas | 30,239 | |
| Carne de res y de ternera | 34,615 | |
| Carne de cerdo, encurtida y salada | 12,420 | |
| 78,644 | ||
| Productos lácteos | ||
| Leche | 2,319 | |
| Mantequilla | 28,190 | |
| Queso | 73,365 | |
| 103,874 | ||
| Pescado | ||
| Pescado enlatado | 21,805 | |
| Pescado, salado o encurtido | 785,083 | |
| Todos los demás pescados | 4,131 | |
| 811,019 | ||
| Hortalizas y productos vegetales: | ||
| Maíz y arroz | 36,853 | |
| Panecillos y macarrones | 11,413 | |
| Misceláneos | 3,353 | |
| 51,619 | ||
| Hortalizas | ||
| Habichuelas y guisantes | 105,918 | |
| Papas | 2,929 | |
| Ajo | 68,547 | |
| Otras hortalizas | 34,394 | |
| 211,788 | ||
| Plátanos y guineos | 89,713 | |
| Aceitunas | 8,419 | |
| Todas las demás frutas | 24,119 | |
| Nueces | 4,862 | |
| Aceite de oliva | 117,493 | |
| 154,893 | ||
| Cacao y chocolate | 14,675 | |
| Café, tostado | 112,199 | |
| Té y especias | 9,067 | |
| 135,941 | ||
| Caramelos y chicle | 31,513 | |
| Agua mineral y refrescos | 101,034 | |
| 132,547 | ||
| Total | $1,798,192 | |
| Total de Estados Unidos | $16,254,295 | |
| Total de países extranjeros | 1,798,192 | |
| Gran total | $18,052,487 | |
Apéndice F – Importaciones de arroz de Puerto Rico durante los años 1914-1929 en sacos de 100 libras
(De los informes de la Cámara de Comercio de Puerto Rico)
Llegadas
| Año fiscal | San Juan | Otros puertos | Total | Sacos por día |
|---|---|---|---|---|
| 1914‑15 | 550,892 | 684,322 | 1,235,214 | 3,400 |
| 1915‑16 | 680,345 | 811,001 | 1,491,346 | 4,090 |
| 1916‑17 | 650,881 | 901,753 | 1,552,634 | 4,260 |
| 1917‑18 | 612,278 | 644,627 | 1,256,905 | 3,450 |
| 1918‑19 | 892,674 | 693,412 | 1,586,086 | 4,350 |
| 1919‑20 | 730,454 | 632,221 | 1,362,675 | 3,730 |
| 1920‑21 | 787,960 | 768,898 | 1,556,858 | 4,270 |
| 1921‑22 | 849,365 | 777,739 | 1,627,104 | 4,460 |
| 1922‑23 | 781,540 | 858,897 | 1,640,437 | 4,500 |
| 1923‑24 | 915,539 | 871,689 | 1,787,228 | 4,900 |
| 1924‑25 | 856,047 | 908,449 | 1,764,496 | 4,830 |
| 1925‑26 | 910,759 | 904,919 | 1,815,678 | 4,980 |
| 1926‑27 | 951,237 | 915,678 | 1,866,915 | 5,120 |
| 1927‑28 | 912,454 | 921,725 | 1,834,179 | 5,030 |
| 1928‑29 | 1,005,934 | 995,588 | 2,001,522 | 5,480 |
| 1932‑33 | 1,422,827 | 1,027,462 | 2,450,289 | 6,713 |
Apéndice G – Ordenanza
Ordenanza
para crear una corporación que se conocerá como la Compañía de las Islas Vírgenes y para establecer y definir sus poderes y para otros propósitos.
Por cuanto, la Administración de Obras Públicas de los Estados Unidos ha puesto a disposición la cantidad de $1,000,000 para la rehabilitación de las Islas Vírgenes de Estados Unidos; y
Por cuanto, dicha cantidad se colocará bajo la custodia de los incorporadores de la Compañía de las Islas Vírgenes que esta ordenanza creará.
Por tanto, el Consejo Colonial del Municipio de St. Thomas y St. John reunido en sesión promulga:
Sección 1. Con el fin de ayudar a llevar a cabo la rehabilitación económica del municipio de St. Thomas y St. John y de las Islas Vírgenes de Estados Unidos y para promover el bienestar general de los habitantes del municipio de St. Thomas y St. John y de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, Harold L. Ickes, Oscar L. Chapman y Paul H. Pearson, de las Islas Vírgenes de Estados Unidos (en lo sucesivo los Incorporadores) por la presente, han creado y constituido un cuerpo corporativo llamado “La Compañía de las Islas Vírgenes”, en lo sucesivo la Corporación.
Hasta tanto se escoja los directores, los Incorporadores deberán tener la dirección de los asuntos y de la organización de la Corporación, incluido el poder para aprobar estatutos, elegir un presidente de la corporación (que deberá ocupar el cargo hasta que su sucesor sea elegido según lo previsto en el estatuto) y emitir no más de tres acciones del capital de la Corporación. Los Incorporadores pueden actuar mediante voto mayoritario en una reunión celebrada luego de una renuncia a la notificación firmada por todos los Incorporadores, en la que establezcan la hora y el lugar de dicha reunión. La presencia de la mayoría de los Incorporadores debe ser requisito y será suficiente para constituir un cuórum en cada una de dichas reuniones.
Sección 2. Salvo lo estipulado en específico en esta ordenanza, la Corporación:
- Puede adoptar, usar y, de vez en cuando, alterar a su gusto un sello, que deberá ser notificado judicialmente;
- Tendrá sucesión en su nombre corporativo;
- Puede demandar y ser demandada en su nombre corporativo;
- Puede adoptar, enmendar o revocar estatutos para la gestión de sus bienes y la regulación y la administración de sus asuntos;
- Tendrá tales poderes, y podrá nombrar a los oficiales o agentes, según sea necesario o apropiado para el ejercicio del poder aquí específicamente conferido a la Corporación.
Sección 3. La naturaleza de los asuntos que se van a tramitar y los objetivos y propósitos que la Corporación promoverá y llevará a cabo serán:
- Ayudar a lograr la rehabilitación económica de las Islas Vírgenes de Estados Unidos y promover el bienestar general de los habitantes de las Islas Vírgenes de Estados Unidos y ejercer todos los poderes que aquí se le confieren, a fin de avanzar y conseguir dicha rehabilitación económica y la promoción del bienestar general.
- Adquirir o ayudar a adquirir de cualquier manera, disponer o ayudar en la eliminación de cualquier manera, armar, construir, establecer, poseer, equipar, operar, mantener, mejorar, administrar y supervisar cualquier edificio, planta, molino, fábrica, bosque, parque, mina, industria, planta de energía, finca, jardín, huerto, lechería, empresa de procesamiento agrícola, establecimiento comercial, empresa cooperativa, agencia de mercado u otras mejoras e instalaciones, o cualquier otra empresa o actividad de cualquier tipo necesaria o deseable para el bienestar económico de los habitantes de las Islas Vírgenes, y para desempeñar cualquier otra operación o función necesaria o deseable en conexión con eso.
- Comprar, arrendar, adquirir mediante donación o de cualquier otra manera adquirir o ayudar a adquirir, y vender, arrendar, hipotecar, prometer, ceder, transferir o de otra manera disponer o ayudar a disponer de, sin restricción o límite en cuanto a la cantidad, cualquier terreno o terrenos o propiedad inmueble de cualquier descripción y donde sea que se encuentre, y cualquier derecho o título de cualquier tipo a este respecto, incluidas estructuras u otras mejoras en ellos y cualquier tipo de propiedad personal cualquiera que fuera y dondequiera, sin restricción o límite en cuanto a la cantidad, para cualquier propósito, o uso necesario o deseable para lograr los propósitos, poderes y objetivos establecidos en esta ordenanza.
- Adquirir o ayudar a adquirir de cualquier manera, disponer o ayudar en la eliminación de cualquier manera, establecer, poseer, equipar, operar, mantener, mejorar, administrar y supervisar fincas y participar en todos y cada uno de los tipos de producción agrícola en dichas fincas y disponer o ayudar en la eliminación de cualquiera de los productos de tales fincas.
- Continuar el negocio para refinar azúcar y procesar caña de azúcar, y el negocio de fabricar todos y cada uno de los productos y subproductos del azúcar y de la caña de azúcar.
- Gastar dinero de su excedente devengado en cualquier tipo de actividad benéfica, educativa, de asesoría o de asistencia en relación con cualquiera de sus empresas en las Islas Vírgenes de Estados Unidos en apoyo de los objetivos, propósitos y actividades establecidos en esta ordenanza.
- Colaborar con cualquier agencia o agencias gubernamentales dentro de Estados Unidos de América, ya sea nacional, estatal o municipal y con cualquier agencia o agencias gubernamentales dentro de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, y con cualquier agencia privada o pública, con miras a cumplir con los objetivos y propósitos de la Corporación como se indica en esta ordenanza.
- Aceptar y administrar subvenciones, préstamos, entregas de dinero, productos de consumo o terrenos hechos para la Corporación por cualquier persona o agencia gubernamental, o bajo y de acuerdo con los estatutos, o cualquier estatuto de Estados Unidos de América, o de cualquiera de los varios estados, u ordenanza del Consejo Colonial del Municipio de St. Croix o del Consejo Colonial del Municipio de St. Thomas y St. John.
- Celebrar, formalizar y cumplir contratos de todo tipo y descripción con cualquier persona, firma, asociación, Corporación, municipio, condado, estado, organismo político, gobierno o colonia o dependencia de este.
- Tomar prestado o recaudar dinero para cualquiera de los propósitos de la Corporación y, de vez en cuando, sin límite en cuanto al monto, retirar, hacer, aceptar, endosar, garantizar, ejecutar y emitir pagarés, giros, letras de cambio, certificados de depósito, bonos, obligaciones y otros instrumentos negociables o no negociables y evidencias de endeudamiento, y para asegurar el pago de cualquiera de ellos y de los intereses sobre estos mediante hipoteca o prenda, transferencia o cesión en fideicomiso de la totalidad o cualquier parte de la propiedad de la Corporación, ya sea en el período de su propiedad o adquirida posteriormente, y vender, pignorar o disponer de otra manera de dichos bonos u otras obligaciones de la Corporación para sus propósitos corporativos.
- Hacer préstamos y, de otra manera, ayudar en la compra de, adquirir o ayudar en la adquisición de cualquier manera, construir, equipar, mejorar, mantener, administrar, operar y supervisar, disponer de cualquier manera y ayudar en la construcción, equipar, mejorar, mantener, administrar, operar y supervisar hogares de subsistencia y comunidades de hogares de subsistencia dentro de las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
- Lograr, llevar a cabo o ayudar de cualquier manera al transporte o movimiento de personas y pertenencias hacia y desde las Islas Vírgenes de Estados Unidos, y desde cualquier lugar de las Islas Vírgenes de Estados Unidos a cualquier otro lugar de estas.
- Otorgar préstamos a cualquier persona o personas con el propósito de contribuir a la compra, construcción, mejoramiento equipamiento y mantenimiento de viviendas de subsistencia, y para ayudar a dichas personas mediante préstamos o de otro modo a adquirir tierras, edificios, herramientas, maquinaria, ganado, semillas, fertilizantes, materiales de construcción, libros, ropa, alimentos, piensos y todos y cada uno de los productos básicos o cosas necesarias o útiles en relación con la vida de dichas personas en hogares de subsistencia.
- Fabricar, comprar o adquirir de otra manera, poseer, hipotecar, pignorar, vender, arrendar, ceder y transferir, o de otra manera disponer de, invertir, comerciar, comerciar y negociar bienes, mercancías y propiedad personal de toda clase y descripción.
- Hacer préstamos a cualquier persona, firma, asociación o Corporación dentro de las Islas Vírgenes de Estados Unidos, con el fin de lograr cualquiera de los propósitos u objetivos establecidos en esta ordenanza.
- Tener una o más oficinas y efectuar todas o cualquiera de sus operaciones o negocios.
- En general, para llevar a cabo cualquier otro negocio y realizar cualquier otro acto o cosa en relación con, o necesario o conveniente para el logro de los objetivos, poderes y propósitos anteriores, y para tener y ejercer todos los poderes y privilegios conferidos por las ordenanzas y leyes del municipio de St. Thomas y St. John sobre las corporaciones con fines de lucro y para hacer todas y cada una de las cosas aquí establecidas con anterioridad en la misma medida en que las personas físicas pudieran o podrían hacer.
- Las cláusulas anteriores se construirán como objetivos y como poderes y por la presente se dispone expresamente que la enumeración anterior de poderes específicos no se considerará para limitar o restringir de ninguna manera los poderes de la Corporación.
- Nada de lo incluido en esta ordenanza se interpretará como una concesión a la Corporación de ningún privilegio especial frente a cualquier persona, firma o Corporación que participe en una empresa similar dentro de este municipio.
Sección 4. Las acciones de la Corporación estarán representadas por certificados, cuya forma determinarán los Incorporadores, estarán firmadas por el presidente, tendrán el sello de la Corporación y serán transferibles. El número total de acciones que la Corporación tendrá autoridad para emitir será de tres, y el valor nominal de cada una de dichas acciones, de $10.00, sumando en conjunto la cantidad de $30.00. Dichas acciones se emitirán solo en contraprestación del dinero recibido en realidad. No se emitirán, pagarán o pondrán a disposición de ninguno de los Incorporadores o tenedores de dichas acciones o ni de nadie en su nombre dividendos, salarios o ganancias de ningún tipo o descripción, sino que todas las ganancias, rentas y utilidades que la Corporación pueda derivar de las operaciones de cualquiera de sus poderes en virtud del presente, se gastará en efectuar la rehabilitación económica de las Islas Vírgenes de Estados Unidos y en promover el bienestar general de los habitantes de las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Sección 5. Cada accionista tendrá derecho en cada reunión de accionistas a un voto, presencial o representado, por cada acción del capital social que posea. Las asambleas de accionistas se realizarán una vez al año, el lugar se especificará en los estatutos de la Corporación, y la notificación se entregará en persona, o depositándola en la oficina de correos, debidamente dirigida a cada accionista, al menos veinte días antes de la asamblea. Las reuniones especiales se pueden llevar a cabo en los momentos y lugares y luego del aviso que los estatutos determinen. La persona o personas con derecho podrán renunciar por escrito, con su firma, a cualquier aviso de este tipo, ya sea de una reunión anual o especial, bien antes o después de la hora indicada. Uno o más accionistas, por acuerdo, declaración de fideicomiso, transferencia en fideicomiso u otro instrumento escrito, presentado en la oficina principal de la Corporación, pueden conferir el derecho a votar, consentir o actuar de otra manera con respecto a sus acciones a una persona o personas designadas en o según lo dispuesto en dicho instrumento, sujeto a los términos y condiciones y por cualquier período especificado en este.
Sección 6. La Corporación tendrá existencia perpetua, sujeta a disolución según lo dispuesto en esta ordenanza.
Sección 7. El negocio de esta Corporación será administrado por una junta de directores que no necesitan ellos mismos ser accionistas, pero que será elegida por los accionistas. En la medida de lo posible, los directores deberán ser nativos de las Islas Vírgenes de Estados Unidos o ciudadanos de Estados Unidos, todos los cuales habrán establecido su residencia legal en las Islas Vírgenes de Estados Unidos. Un cuórum de directores para la transacción de negocios en cualquier reunión debidamente convocada será la mayoría de sus miembros. El número de directores que integrarán la junta se indicará en los estatutos.
Sección 8. Los Incorporadores y, si los estatutos así lo disponen, los accionistas y directores tendrán poder para celebrar sus reuniones y tener una o más oficinas dentro o fuera de las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Sección 9. Los Incorporadores pueden adoptar los estatutos originales de la Corporación. A partir de entonces, los accionistas serán los únicos que tendrán el derecho de hacer, modificar o derogar los estatutos de la Corporación.
Sección 10. Cuando y según lo autorice el voto afirmativo de los titulares de todas las acciones emitidas y en circulación, dado en una asamblea de accionistas, debidamente convocada para ese propósito, o cuando sea autorizado por el consentimiento escrito de los titulares de todas las acciones emitidas y en circulación, la junta de directores podrá:
- Autorizar y hacer ejecutar hipotecas y gravámenes sobre los bienes inmuebles y muebles de la Corporación.
- Disolver la Corporación y liquidar sus asuntos.
Sección 11. El representante legal del gobierno puede mantener una acción en nombre y en representación del pueblo, para obtener un fallo que disuelva la Corporación y renuncie a sus derechos corporativos y franquicia por cualquiera de las siguientes causas:
- Cuando la Corporación sea insolvente, como lo demuestre la devolución de bienes no encontrados en ejecución, o mediante sentencia o decreto en procedimiento de insolvencia.
- Cuando haya suspendido sus negocios habituales y lícitos durante al menos tres años.
- Cuando sea parte de una combinación ilegal para restringir el comercio.
- Cuando la ley impone la pena de disolución.
Sección 12. La oficina principal de la Corporación se establecerá dentro del municipio de St. Thomas y St. John. Todos los libros, registros, papeles, documentos y archivos de la Corporación se mantendrán en dicha oficina principal de la Corporación y estarán abiertos en todo momento razonable para la inspección de cada accionista de la Corporación o su agente o representante debidamente constituido.
Sección 13. En caso de disolución de la Corporación, los entonces accionistas de la Corporación propiciarán que todos sus activos, excepto el dinero, sean vendidos en ese momento o momentos, en tal lugar o lugares, y en las formas que consideren mejor, y el producto de dicha venta o ventas junto con todo el resto del dinero que queda en posesión de la Corporación después del pago de sus deudas y gastos, se desembolsará por orden del Tribunal de Distrito de las Islas Vírgenes de Estados Unidos a petición del presidente del Consejo Colonial del Municipio de St. Thomas y St. John de tal manera que se promueva el bienestar general de los habitantes de las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Sección 14. La Corporación mantendrá en todo momento libros de contabilidad completos y correctos, que en todo momento estarán abiertos a la inspección de cualquier accionista o director de la Corporación. La junta directiva preparará y publicará anualmente, tan pronto cierre cada año fiscal como sea conveniente, un balance general, un estado de operaciones y un informe de los negocios de la Corporación para el año.
Sección 15. Esta ordenanza, o cualquier disposición aquí contenida, puede ser enmendada, alterada, cambiada o derogada, y todos los derechos conferidos en este documento se otorgan sujetos a esta reserva, pero tal enmienda, alteración, cambio o derogación no aplicará para perjudicar la obligación de cualquier contrato hasta ahora hecho por la Corporación bajo cualquier poder conferido en esta ordenanza.
Sección 16. En caso de que la Corporación alquile o arriende propiedad o propiedades libre de impuestos ubicadas en el municipio de St. Thomas y St. John, deberá pagar a dicho municipio una cantidad equivalente a los impuestos sobre la propiedad que se hubieran pagado si estas propiedades estuvieran en manos privadas. La Corporación estará sujeta a todas las leyes tributarias de este municipio.
Sección 17. Esta ordenanza puede citarse como la Ley de Compañía de las Islas Vírgenes de 1934.
Así lo aprobó el Consejo Colonial de St. Thomas y St. John en la reunión extraordinaria, celebrada el 9 de abril de 1934.
Valdemar A. Miller V. A. Christensen
Secretario Presidente
La ordenanza anterior queda sancionada y aprobada en su totalidad.
Sea testigo de mi mano y del sello del gobierno de las Islas Vírgenes de Estados Unidos en St. Thomas, este 16 de abril de 1934 d.C.
(Sello) Paul M. Pearson
Gobernador
Apéndice H – Análisis químico de los suelos
(Análisis hecho en la Estación Experimental insular)
| Nombres de series de suelo | Profundidad de la muestra (en pulgadas) | Valor del pH | Porcentaje en base seca | |||
|---|---|---|---|---|---|---|
| Total N2 | Solución de ácido cítrico al 1% | |||||
| P2O5 | CaO | K2O | ||||
| Llano costanero del sur | ||||||
| Arcilla Serrano | 0-15 | 8.6 | - | 0.016 | 0.697 | 0.030 |
| Franco arcilloso arenoso fino Serrano | 0-12 | 8.2 | 0.10 | 0.015 | 0.625 | 0.014 |
| Franco limoso San Antón | 0-12 | 7.4 | 0.12 | 0.032 | 0.350 | 0.028 |
| Franco limoso arcilloso San Antón | 0-12 | 7.6 | 0.11 | 0.051 | 0.537 | 0.030 |
| Franco San Antón | 0-20 | 8.4 | 0.07 | 0.015 | 0.242 | 0.015 |
| Franco arenoso fino San Antón | 0-12 | 7.4 | 0.07 | 0.036 | 0.416 | 0.018 |
| Limoso arcilloso San Antón | 0-12 | 8.4 | 0.27 | 0.056 | 0.647 | 0.025 |
| Franco San Antón – fase de color oscuro | 0-12 | 8.2 | 0.10 | 0.037 | 0.565 | 0.030 |
| Limoso arcilloso Paso Seco | 0-10 | 8.1 | 0.17 | 0.081 | 0.490 | 0.026 |
| Franco arenoso fino Cintrona | 0-24 | 8.2 | 0.05 | 0.027 | 0.785 | 0.023 |
| Arcilla Úrsula | - | 8.7 | 0.29 | 0.016 | 0.847 | 0.035 |
| Franco limoso arcilloso Santa Isabel (fase con drenaje pobre) | 0-12 | 7.4 | 0.23 | 0.016 | 0.772 | 0.057 |
| Limoso arcilloso Santa Isabel | 0-3 | 6.9 | 0.22 | 0.049 | 0.452 | 0.042 |
| Arcilla Coamo | - | 7.0 | 0.29 | 0.043 | 0.510 | 0.038 |
| Franco arcilloso Juana Díaz | 0-6 | 6.4 | 0.15 | 0.006 | 0.302 | 0.011 |
| Arcilla Santa Isabel | 0-6 | 8.0 | - | 0.013 | 0.430 | 0.023 |
| Limoso arcilloso Descalabrado | 0-6 | 7.9 | - | 0.007 | 0.492 | 0.012 |
| Franco limoso arcilloso Descalabrado | 0-5 | 7.4 | - | 0.017 | 0.417 | 0.025 |
| Franco Machete | - | 6.6 | - | 0.012 | 0.220 | 0.018 |
| Franco limoso Patillas | 0-6 | 6.6 | - | 0.007 | 0.140 | 0.008 |
| Llano costanero del norte | ||||||
| Franco limoso Coloso | 0-12 | 7.9 | 0.15 | 0.052 | 0.754 | 0.006 |
| Arcilla Coloso | 0-7 | 5.8 | 0.22 | 0.014 | 0.314 | 0.016 |
| Franco limoso arcilloso Coloso | 0-6 | 7.0 | 0.27 | 0.029 | 0.561 | 0.012 |
| Arcilla Coto – fase con textura gruesa | 0-7 | 7.1 | 0.24 | 0.014 | 0.313 | 0.036 |
| Franco limoso Estación | 0-10 | 5.9 | 0.12 | 0.010 | 0.134 | 0.017 |
| Franco arenoso Toa – fase del fondo inferior | 0-12 | 6.7 | 0.13 | 0.028 | 0.326 | 0.019 |
| Franco limoso Toa | 0-25 | 7.0 | 0.19 | 0.012 | 0.349 | 0.010 |
| Franco Toa | 0-6 | 6.6 | 0.15 | 0.016 | 0.386 | 0.019 |
| Limoso arcilloso Toa | 0-12 | 6.4 | 0.10 | 0.012 | 0.331 | 0.017 |
| Franco limoso Fajardo | 0-8 | 5.2 | 0.18 | 0.002 | 0.147 | 0.016 |
| Zona montañosa del interior | ||||||
| Franco limoso arcilloso Naranjito | 0-9 | 5.7 | - | 0.001 | 0.149 | 0.025 |
| Arcilla Vía | 0-12 | 5.1 | 0.13 | 0.004 | 0.315 | 0.010 |
| Arcilla Alonso | 0-8 | 5.7 | 0.22 | 0.002 | 0.346 | 0.017 |
| Franco limoso arcilloso Los Guineos | 0-6 | 5.0 | - | 0.001 | 0.157 | 0.011 |
| Franco arcilloso Jayuya | 0-5 | 5.4 | 0.12 | 0.001 | 0.158 | 0.027 |
| Franco arcilloso Utuado – fase empinada | 0-4 | 5.6 | 0.13 | 0.022 | 0.346 | 0.013 |
| Franco arcilloso rocoso Picacho – fase empinada | 0-10 | 5.1 | - | 0.005 | 0.240 | 0.065 |
| Franco arcilloso Ciales | 0-5 | 5.5 | 0.08 | 0.003 | 0.336 | 0.026 |
| Limoso arcilloso Catalina | 0-18 | 5.2 | 0.19 | 0.001 | 0.072 | 0.007 |
| Arcilla Catalina | 0-15 | 5.9 | 0.17 | 0.012 | 0.129 | 0.004 |
Apéndice I – Erradicación de la pudrición del cogollo del cocotero
La enfermedad infecciosa conocida como la pudrición del cogollo es el enemigo más destructivo de nuestros cocoteros. Con el tiempo, destruirá todos los árboles a menos que se emprenda de inmediato un trabajo de control eficaz. El agente causal de la enfermedad se propaga con mucha rapidez de un árbol a otro, principalmente transportado por los insectos conocidos como escarabajos rinoceronte, que se introducen en los tallos de las plantas de las que se alimentan.
Por lo tanto, las medidas de control para la erradicación de la enfermedad deben seguir dos líneas de acción, a saber: (a) la tala y quema de todos los cocoteros infectados y (b) la captura y destrucción de los escarabajos. La campaña debe ser intensiva, coordinada minuciosamente y debe continuarse durante un período de al menos tres años para dar probabilidades razonables de éxito permanente.
El presupuesto para la campaña necesaria para la erradicación de la pudrición de los cogollos se ha estimado de la siguiente manera:
| Salarios y sueldos | ||
|---|---|---|
| Director de campaña | $2,000 | |
| Siete inspectores a $1,000.00 por año | 7,000 | |
| 250 trabajadores, 100 días laborables cada uno a un dólar por día | 25,000 | |
| 25 capataces, 100 días laborables, a $1.25 por día | 3,125 | |
| Un taquígrafo y secretario | 1,000 | |
| Recolección de 200,000 docenas de escarabajos rinoceronte a 5 centavos la docena | 10,000 | |
| $48,125 | ||
| Gastos generales | ||
| De viaje | 5,000 | |
| Equipos y accesorios | 2,000 | |
| Telégrafo y teléfono | 150 | |
| Gastos de envío y fletes | 300 | |
| Impresión y papelería | 400 | |
| Imprevistos | 1,000 | |
| 8,850 | ||
| Total durante el primer año | 56,975 | |
| Gastos del segundo año (estimados en menos del 40% de los del primer año) | 20,000 | |
| Gastos del tercer año (estimado en un 50% respecto al año anterior) | 10,000 | |
| Costo total de la campaña de tres años | $86,975 | |
Apéndice J – Investigación sobre los bosques en Puerto Rico
7 de junio de 1934
Servicio Forestal de Estados Unidos
La investigación realizada hasta ahora en el campo de la silvicultura tropical estadounidense ha ido poco más allá de (1) la botánica o dendrología forestal, (2) una cantidad limitada de trabajo en ecología forestal, (3) la fase de identificación de la tecnología de la madera y (4) una cantidad relativamente pequeña de trabajo sobre la resistencia y otras propiedades de las maderas tropicales.
En general, lo que la investigación debe proporcionar es (a) la base científica, biológica, sociológica y económica, para toda la empresa forestal, y (b) la información complementaria que permitirá la aplicación práctica en el manejo forestal y el uso pleno y eficiente de todos los productos del bosque. Los trabajos a realizar pueden agruparse en los siguientes campos:
- Complementar y finalizar el trabajo de botánica forestal.
- La ecología forestal o silvicultura, un campo extenso y muy complejo debido al número de especies de árboles y tipos de bosques y de otras especies vegetales y formas de vida que componen el bosque tropical. Este trabajo debería establecer gran parte de la base científica necesaria para la silvicultura y el manejo forestal.
- La silvicultura y el manejo forestal, incluido el importante problema de la reforestación artificial, la restauración a la productividad de los bosques deteriorados, el mantenimiento y manejo de bosques productivos, la determinación de posibles crecimientos y rendimientos, todo el campo de protección contra insectos y enfermedades forestales, y en las zonas más secas de la isla contra incendios forestales.
- La genética forestal, incluido el trabajo sobre las mejores cepas o clases de especies nativas, llegando, en última instancia, al desarrollo de cepas mejoradas, híbridos, etc. Estrechamente relacionado está el campo de introducción, que podría incluir cosas como coníferas para las partes más secas de la isla, de caucho, acacias, etc.
- El problema de las cuencas hidrográficas, incluido el control de la erosión, la regulación del caudal y el manejo forestal en relación con las condiciones satisfactorias de las cuencas.
- La utilización, incluida la fuerza fundamental, química y otras propiedades de las maderas y otros productos del bosque con referencia a mejorar la utilización, nuevas formas de utilización, la posibilidad de emplear especies menores y desconocidas, la protección de la madera contra los insectos y la descomposición, etc. Un problema adicional de utilización es el del forraje para el pastoreo del ganado doméstico.
- El campo económico, incluida una amplia gama de problemas en la planificación territorial con referencia a los bosques y otras formas de uso de la tierra y las posibilidades de hacer que el bosque contribuya de la mayor manera posible al bienestar social y económico. El trabajo podría organizarse como una unidad en la Universidad de Puerto Rico. Para un manejo más eficaz, se requerirían áreas limitadas de tierra dedicadas en exclusivo a la investigación y con toda probabilidad instalaciones de laboratorio adicionales limitadas para la investigación más estrictamente biológica. Tal vez debido al alto costo de los equipos, etc., el trabajo sobre las propiedades de las maderas y otros productos forestales podría manejarse de manera más efectiva en el Laboratorio de Productos Forestales en Madison, Wisconsin.
En resumen, existe la oportunidad de realizar una gran cantidad de trabajo en un campo amplio en el que hasta ahora se ha hecho poco. Puede estar estrechamente relacionado con la formación y el desarrollo de hombres no solo para el trabajo en Puerto Rico, sino también en otros países tropicales americanos. Por último, se ofrece una maravillosa oportunidad de liderazgo en la fase de investigación de la silvicultura tropical para el continente americano.
Earl H. Clapp,
Asistente Forestal
Servicio Forestal de los Estados Unidos
Apéndice K – Proyecto de tres años para la erradicación del gusano rosado del algodón
El cultivo de algodón se interrumpió hace unos tres años y el único que se encuentra en la isla hoy en día es en forma de variedades silvestres o plantas voluntarias en campos anteriormente cultivados. Dado que el gusano rosado es un factor limitante en la producción de algodón en Puerto Rico, un proyecto para la destrucción de plantas voluntarias y otras plantas huéspedes sería de gran beneficio para la industria algodonera de la isla. De las otras plantas en las que se reproduce el gusano rosado, la maga (Montezuma speciosissima) es la más importante; el ocra y la emajaguilla son de importancia secundaria. Hasta la mitad de las vainas pueden estar infectadas en ciertos momentos en algunos árboles de maga. Nos parece que ha llegado el momento de llevar a cabo una campaña sistemática y bien planificada. No se podría encontrar con frecuencia una oportunidad tan espléndida en ningún país o para cualquier cultivo en el control de enfermedades nocivas o plagas de insectos como las que prevalecen en Puerto Rico en la actualidad con el abandono temporero del terreno cultivado.
El siguiente proyecto tiene como objetivo una búsqueda exhaustiva y la destrucción de todas las plantas de algodón silvestres o voluntarias, y de todas las plantas de ocra que crecen en las dos áreas de cultivo de algodón. Los árboles de maga, debido a su valor como madera fina, no serían destruidos, sino que se cortarían con la suficiente rigurosidad como para destruir todas las vainas que puedan albergar las larvas del insecto.
Dado que no estamos cultivando algodón en la isla este año, nos parece que una campaña eficaz y bien planificada de destrucción de plantas voluntarias de algodón, maga y ocra debería comenzar, al mismo tiempo, en ambos distritos y continuar durante al menos tres años, de la forma antes mencionada, si no se siembran grandes campos de algodón durante la vigencia de este proyecto. Por otro lado, si se plantara algodón en la isla durante la próxima y sucesivas temporadas de siembra, el plan necesariamente se modificaría según se requiera para cumplir con las diferentes condiciones.
El presupuesto de tres años para la campaña de erradicación se ha estimado de la siguiente manera:
| Primer año | ||
|---|---|---|
| Salarios | ||
| Entomólogo jefe a cargo | $2,400 | |
| Inspector de campo | 1,200 | |
| Cuatro inspectores auxiliares (solo dos meses a $100.00 por mes) | 800 | |
| Taquígrafo y oficinista | 1,000 | |
| Salarios totales | $5,400 | |
| 400 trabajadores, 60 días a $1.00 diario | 24,000 | |
| 40 capataces, 60 días a $1.50 | 3,600 | |
| Sueldos totales | 27,600 | |
| Equipos y accesorios | ||
| 440 machetes a 80¢ cada uno | 352 | |
| 50 hachas a $2.00 cada uno | 100 | |
| Queroseno (para quemar plantas y antorchas) | 1,000 | |
| Gastos de viaje | 1,200 | |
| Telégrafo y teléfono | 50 | |
| Impresión y papelería | 200 | |
| Gastos de envío y fletes | 100 | |
| Imprevistos | 200 | |
| Gastos generales totales | 3,202 | |
| Costo total para el primer año | 36,202 | |
| Segundo año | ||
| Salarios (igual que el primer año) | 5,400 | |
| Sueldos (50% estimado en el primer año) | 13,800 | |
| Gastos generales (menos el 50% de los gastos del año anterior por equipos y accesorios) |
2,726 | |
| Costo total para el segundo año | 21,926 | |
| Tercer año | ||
| Todos los gastos iguales a los del año anterior | 21,926 | |
| Costo total de la campaña de tres años | $80,054 | |
Nota: Se entiende que este proyecto no se llevará a cabo hasta que se realice una investigación exhaustiva para determinar las posibilidades futuras de la industria algodonera en Puerto Rico. Solo en el caso de que las perspectivas de reactivación de la industria parezcan razonablemente aseguradas, los gastos antes mencionados se considerarán justificados.
Apéndice L – Planta empacadora cooperativa en Puerto Rico
1. Memorando a la Comisión del Plan Puertorriqueño. (De la carta fechada el 23 de mayo de 1934). De E. Z. Russell, Principal Criador de Animales en Investigaciones sobre el Ganado Porcino.
Re: Producir suficientes cerdos en Puerto Rico para suministrar la carne de cerdo que ahora se importa de Estados Unidos.
En su memorando del 12 de mayo, usted enumera las siguientes importaciones de carne de cerdo y sus derivados para el año fiscal 1932-1933:
| Tipo de carne | Libras |
|---|---|
| Lomos y otros frescos o congelados | 240.259 |
| Jamones y paletillas, curados | 10,984.681 |
| Tocino | 365.229 |
| Otro cerdo, encurtido o salado | 15,730.106 |
| Embutido (no enlatado) | 2,266.386 |
| Embutido (enlatado) | 1,026.556 |
| Ingredientes de embutido, salados o curados de otro modo (enlatados) | 4,625.441 |
| Cerdo (enlatado) | 176.737 |
Por teléfono usted me dio la cantidad de manteca de cerdo importada en 23,629,000 libras.
Para fines de cálculo, he agrupado algunos de estos cortes. Los lomos frescos o congelados importados no son más que un artículo comparativamente pequeño. Se han agrupado los lomos, el tocino y otro cerdo en escabeche y salado. Todos los embutidos se han agrupado con el cerdo enlatado. Al hacer cálculos sobre estos artículos, se deben realizar algunas correcciones. Los embutidos no enlatados serían un producto seco. Es necesario agregar alrededor del 50% en peso a esto para que sea comparable a la carne fresca, lo que hace que este artículo sea de 3,399,579 libras. Todos los embutidos, como los que se importan a su país, contienen del 50% al 70% de carne de res. Sin embargo, lo he calculado sobre una base del 50%. Esto haría que la cantidad neta de carne de cerdo importada en forma de embutido sea de 4,619,157 libras.
Los jamones y las paletillas son curados importados. Se debe agregar alrededor de un 12% en peso a las libras reportadas para que sea una base de carne fresca, y la grasa de manteca pierde como un 25% en el procesamiento. Al hacer estas correcciones, las siguientes serían las libras de carne de cerdo importadas, según he agrupado los cortes.
| Jamones y paletillas | 10,984.681 |
|---|---|
| Agregar 12% | 1,318.162 |
| 12,302.843 | |
| Panzas | 16,335.594 |
| Embutidos (no enlatados) | 2,266.386 |
| Agregar ½ | 1,133.193 |
| 3,399.579 | |
| Cerdo enlatado | 176.737 |
| Embutido enlatado | 1,026.556 |
| Ingredientes de embutido | 4,625.441 |
| 9,228.313 | |
| Menos carne ½ | (4,614.156) |
| 4,614.157 | |
| Manteca de cerdo | 23,629.000 |
| Agregar ⅓ para procesar | 7,876.333 |
| 31,505.333 | |
| 64,757.927 |
Es prácticamente imposible decir cuántos cerdos se necesitarían para obtener los productos porcinos que uno importa. A continuación, se muestra el porcentaje que representa cada uno de los cortes anteriores de una canal y también el porcentaje de las importaciones totales que representa el mismo corte.
| Tipo de carne | Porcentaje de la canal | Porcentaje de las importaciones de 1932-33 |
|---|---|---|
| Jamones y paletillas | 34.00 | 19.00 |
| Panzas (tocino) | 11.50 | 25.23 |
| Embutido | 4.30 | 7.12 |
| Manteca de cerdo | 20.00 | 48.65 |
He utilizado un cerdo con un peso vivo de 240 libras como base de cálculo y un rendimiento de faena del 75 por ciento, o una canal que pesa 180 libras.
La siguiente tabla muestra la cantidad de libras que cada uno de los distintos cortes extrae de un animal muerto de 180 libras.
| Jamones y paletillas | 61.2 |
|---|---|
| Panzas | 20.7 |
| Embutido | 7.74 |
| Manteca de cerdo | 36.00 |
Para producir el número de libras de los distintos cortes importados, se necesitaría en cada caso el siguiente número de cerdos.
| Jamones y paletillas | 201,027 |
|---|---|
| Panzas | 789,159 |
| Embutido | 596,144 |
| Manteca de cerdo | 875,148 |
Debido al hecho de que los jamones y paletillas serían un porcentaje mucho mayor de la canal que cualquiera de los otros cortes, en realidad, casi tan grande como los otros tres, recomendaría que la cantidad de importaciones de estos cortes se tome como base para calcular el número de cerdos necesarios, o 201,027. Si se produjera este número, generarían la siguiente cantidad de cada uno de los otros cortes.
| Panzas | 4,161.259 |
|---|---|
| Embutido | 1,555.949 |
| Manteca de cerdo | 7,236.972 |
Esto significaría que sería necesario importar una cantidad considerable de estos tres productos siempre que se mantuviera la proporción de los diversos cortes importados en 1932-1933.
El porcentaje de la canal de cada uno de estos diversos cortes depende en cierta medida, al menos, de cómo se pueden cortar.
Un estimado justo del número promedio de cerdos que producirá una cerda en 12 meses sería 10. Esto se basa en el plan de volver a aparear a la cerda tan pronto como sea posible después de que destete una camada, lo que significaría que las cerdas parirían en todas las estaciones del año, después de que el plan haya estado en funcionamiento durante 2 a 3 años. Debido a las condiciones climáticas en Puerto Rico, estoy bastante confiado en que esto se puede hacer de manera segura.
La producción de 10 cerdos por cerda requeriría, en números redondos, 20,000 cerdas. Es seguro decir que el 10% de estas cerdas no producirían cerdos debido a esterilidad, abortos, accidentes, etc., lo que haría que el requisito fuera de 22,000 cerdas.
Si los verracos mantienen el ritmo y no se interrumpe la monta de las cerdas y a estas se les da un solo servicio, calculo que se necesitaría un verraco por cada 40 cerdas, o un total de 550 verracos.
Si el plan se va a poner en práctica en el otoño de 1934, recomendaría la compra de cerdas y verracos paridos en la primavera de 1934, y posiblemente algunos paridos en el otoño de 1933.
2. H. P. Henschien – arquitecto – Chicago. (De una carta fechada el 22 de mayo de 1934)
La planta se diseñará como una unidad completa para la preparación de carnes y derivados. Por lo tanto, los requisitos estándar incluirían el espacio y el equipo como se indica a continuación:
- Piso de matanza, con capacidad máxima diaria de 1,000 cerdos.
- Refrigerador de cerdos: capacidad para dos días de matanza, 2,000 cerdos.
- Cámaras frigoríficas: para curar y preparar carnes.
- Piso para corte de cerdo.
- Refinería de manteca.
- Departamento de procesamiento de grasas.
- Departamento de fertilizantes.
- Ahumaderos - para jamones y tocino.
- Fábrica de embutidos.
- Instalaciones de embalaje, carga y envío.
- Oficina, vestidores y baños para empleados.
- Planta de calderas con 50% de capacidad de reserva.
- Planta frigorífica con 50% de capacidad de reserva.
- Corrales para la matanza del suministro de tres días, o 3,000 cerdos.
- Planta a ser diseñada para una expansión futura en todos los departamentos.
- Diseño y equipo para cumplir con las regulaciones estándar del Negociado de Industria Animal, Washington, D.C., y apropiado para el clima tropical.
| El costo de los edificios, maquinaria y equipo, listos para operar, se estima en | $466,000 |
|---|---|
| Comisión de arquitectos (6%) | 28,000 |
| Total | $494,000 |
3. William H. Knehans, Ingeniero Jefe, Packers Architectural & Engineering Co., San Luis, Mo. (De una carta fechada el 25 de mayo de 1934).
Una planta para el manejo de 200,000 cerdos al año, con todo el equipo necesario para la fabricación de la línea habitual de productos porcinos y la preparación adecuada de las vísceras costaría aproximadamente $450,000. Esto incluiría una planta generadora de energía. Los edificios serían de hormigón reforzado y ladrillo y los equipos los más modernos y eficientes.
En cuanto a nuestros servicios, diremos que proporcionaremos todos los planos y especificaciones necesarios y la supervisión por una tarifa del 5% en función del costo de la planta y el equipo.
4. R. E. Jordan & Co., diseñadores y manufactureros, Baltimore, Md. (De una carta fechada el 23 de mayo de 1934).
En vista de que un estimado para su planta de empaque, incluidos los departamentos de procesamiento completos, costaría alrededor de $200,000, no creemos que nuestro estimado aproximado esté muy alejado, es decir, no creemos que el costo total sea mucho más de $200,000 o $250,000, o mucho menos de $200,000.
Si debe tener un corral, esto sería unos $10,000 más.
5. Stadler Engineering Co., Nueva York. (De una carta fechada el 4 de junio de 1934).
Hemos profundizado sobre el asunto y calculamos que se puede construir una planta completa que incluya edificios, aislamiento, toda la maquinaria y equipo necesarios para la empacadora, calderas, equipos de refrigeración, etc., por la cantidad de $530,000.00.
Este cálculo se basa en la suposición de que el sitio para la planta propuesta tendrá instalaciones de alcantarillado y suministro de agua, y también que no existen condiciones inusuales en relación con el suelo sobre el que la planta se erigirá.
El edificio principal será una estructura de tres pisos y un sótano de hormigón reforzado diseñado para brindar un espacio amplio para todos los departamentos y para cumplir con todos los estándares y requisitos del Negociado de Industria Animal de los Estados Unidos en cuanto a saneamiento, acabado de pisos y paredes, etc. Asimismo, la planta estaría diseñada para contar con los equipos más modernos y económicos de sus diversos tipos en todas las ramas.
El tercer piso contendría los departamentos de matanza y faenado de cerdos, refrigeradores de cerdos con capacidad para 1,200 cerdos y el departamento de corte de cerdos con el equipo necesario para manejar 150 cerdos por hora.
El segundo piso contendría la sala de despiece, la sala de carga de fundidores de productos no comestibles, la sala de limpieza y tratamiento de tripas, la elaboración de embutidos (con el refrigerador necesario para la cocina de embutidos) y las oficinas generales.
El primer piso contendría las salas de fusión de los productos no comestibles y de almacenamiento de chicharrón de cerdo, la refinería de manteca de cerdo, la sala de carne ahumada y los refrigeradores para la carne de cerdo fresca, manteca de cerdo, tocino y un refrigerador de ventas, así como la sala de envío, la oficina de envío y el vestidor principal para hombres.
El sótano contendría el refrigerador de encurtidos, la sala de remojo y lavado de jamón, la sala de secado de pelo de cerdo y el almacén en seco y general. El edificio se amueblará con tres ascensores, uno para productos no comestibles y dos para productos comestibles, los ahumaderos para jamones y embutidos, dos torres de escaleras y una escalera independiente para el departamento de no comestibles, vestidores para hombres y mujeres y una oficina para el inspector del gobierno de Estados Unidos.
El estimado y el resumen anterior debe incluir corrales de un piso con capacidad para 1,500 cerdos, que tengan la rampa o pendiente necesaria para permitir el paso adecuado de los animales al piso de matanza, además de un garaje con espacio para doce autos.
Apéndice M – Notas sobre el costo de una planta de cemento en Puerto Rico
Por Edwin C. Eckel, geólogo
Autoridad del Valle de Tennessee
Una pequeña planta de cemento moderna con un horno produciría alrededor de 200,000 barriles en un año de operación real. Si por seguridad se añadiera un segundo horno, pero sin maquinaria de molienda adicional, el costo total de construcción de la planta no superaría los $500,000 y, tal vez, se reduciría a $400,000.
Se presume que el crudo de Venezuela u otro se usaría como combustible en los hornos. Si las tarifas hacen que esto sea demasiado caro, será bueno investigar el costo del carbón de Virginia o Alabama entregado en Puerto Rico. Para la energía necesaria en la operación de la planta, que estaría alrededor de los 700 caballos de fuerza, estoy suponiendo que la energía eléctrica se puede comprar más barata en la planta del gobierno que en una planta de energía impulsada por carbón.
Todo esto se basa en el supuesto de que los suministros de materia prima son satisfactorios y están bien ubicados y en los niveles de salarios conocidos. Aparte del combustible para los hornos, el único material para operar que habría que importar de manera constante es el yeso. Esto probablemente podría obtenerse de forma más económica en las canteras de Nueva Escocia, que se encuentran una marisma.
Según lo que se sabe en este momento sobre mano de obra, combustible, energía, etc., considero que una planta de cemento del gobierno podría producir un buen cemento Portland en un molino pequeño, como el descrito con anterioridad, por no más de $1.50 por barril, y que, si los costos de combustible y energía son más bajos de lo que supongo ahora, el costo total del cemento podría ser tan bajo como $1.20 por barril. En comparación con un molino comercial, una planta del gobierno obviamente puede ahorrar entre $0.30 y $0.40 por barril porque no necesita incluir los gastos de los vendedores, provisiones para deudas incobrables, publicidad, etc.
En cuanto al tiempo requerido:
- El examen y muestreo de los depósitos de materia prima tomaría entre una semana y diez días. Además, el vapor viaja a Puerto Rico y regresa, el trabajo implicaría unas tres semanas en total.
- La construcción de un pequeño molino tomaría por lo general de 6 a 8 meses. En un año de construcción flojo como este, probablemente podría hacerse más rápido.
- Por lo tanto, con buena suerte, un molino podría estar produciendo cemento para el 1 de enero de 1935.
Apéndice N – Desarrollo industrial
Radiograma del Sr. A. Lucchetti, Jefe de Utilización de los Recursos Energéticos
7 de junio de 1934
Los emplazamientos de energía sin desarrollar disponibles, de acuerdo con estudios preliminares, son el Proyecto Hidroeléctrico y de Riego Garzas, de 4,000 caballos de fuerza y agua para regar 6,000 acres en los distritos de Guayanilla y Yauco, costo estimado $2,000,000. Este proyecto puede ampliarse y extenderse hacia el oeste para regar el valle de Lajas con la fuente adicional del río Rosario, este esquema en mi opinión es preferible al plan actual considerado de un embalse del río San Germán. El estimado preliminar para el desarrollo de riego es de $3,000,000. El Proyecto Hidroeléctrico Jauca, de 4,000 caballos de fuerza, costo estimado $1,200,000, el desarrollo también suministra aguas adicionales hacia el río Bucaná para el riego de 2,000 acres en las cercanías de Ponce. Los Proyectos Hidroeléctricos del Río Arecibo en Palmieri, Morones y Dos Bocas, de 7,000 caballos de fuerza, tienen un costo estimado de $1,800,000. El Proyecto Hidroeléctrico del Río Yahuecas, de 2,000 caballos de fuerza, costo estimado de $600,000. El Proyecto Hidroeléctrico Río Blanco de Lares, de 5,000 caballos de fuerza, costo estimado de $900,000. El Proyecto Hidroeléctrico Río Guacio en Alto Sano, de 5,000 caballos de fuerza, costo estimado de $1,300,000. La Planta Hidroeléctrica Carite Número 3, de 3,600 caballos de fuerza, costo estimado de $150,000. La Planta Hidroeléctrica Toro Negro Número 2, de 1,000 caballos de fuerza, costo estimado de $250,000. El crecimiento actual del sistema hidroeléctrico, de propiedad y operado por el gobierno, y el desarrollo futuro deseable para el uso generalizado de la electricidad en Puerto Rico dictan como próximo paso inmediato que las autoridades gubernamentales compren en su totalidad los sistemas de propiedad privada que funcionan bajo franquicia en la isla. El valor actual de los sistemas privados es de alrededor de $7,000,000. El abaratamiento de las tarifas eléctricas al público para el uso doméstico, y agrícola y otros usos industriales, como criterio económico, justifica plenamente dicha compra, como parte del esquema de desarrollo adicional de los recursos de energía hidráulica y la utilización de la producción al máximo. Los ingresos directos en efectivo de la operación completa del sistema de la isla se estiman en no menos de $4,000,000 al año. La capacidad instalada actual en funcionamiento continuo en las plantas gubernamentales es de 9,000 caballos de fuerza con una producción este año de 33,000,000 kilovatios-hora. La producción total de todos los sistemas de servicio público, incluido el gobierno, es de 75,000,000 de kilovatios-hora. La producción total obtenible estimada por el sistema unificado después del desarrollo de los proyectos antes mencionados es de 200,000,000 kilovatios-hora.
Apéndice O – Plan y costo estimado de una planta experimental de jugo de china en Puerto Rico
Capacidad de operación – 100 cajas de frutas por día, equivalentes a 400 galones de jugo.
Plan de operación – El jugo de china se extrae en exprimidoras manuales, se desgasifica y se pasteuriza rápidamente. Los contenedores son retornables, las botellas de 12 onzas con tapas de corona, el precio de venta al público es 10 centavos más 3 centavos de depósito por botella. Durante los primeros 100 días, la planta operará en promedio a la mitad de su capacidad y aumentará de manera gradual hasta su capacidad total, tras lo cual proporcionará capital operativo al devolver los bienes vendidos.
Capital necesario durante los primeros 100 días:
| Costo del edificio | $5,000 |
|---|---|
| Costo del equipo | 2,000 |
| Instalación, cableado, plomería, etc. | 500 |
| Capital para operar 100 días y materiales incluidas las frutas | 17,000 |
| Trabajo | 2,000 |
| Supervisión del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, gastos de 60 días (salario pagado por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) | 1,000 |
| $27,500 |
Costo detallado del equipo:
| Cortador de frutas | $100 |
|---|---|
| Exprimidora - Southeastener - Orlando | |
| 4 cabezales a $50 | 200 |
| Mesa de madera | 20 |
| Colador | 5 |
| Filtradora - Southeastener - Orlando | |
| completa con motor | 150 |
| Desgasificador | |
| 2 barriles de cerveza de 15 ½ galones | 35 |
| Instalaciones | 65 |
| Bomba aspiradora | 175 |
| Bomba de jugo | 150 |
| Pasteurizador | 75 |
| Controlador de temperatura | 150 |
| Preenfriador | 75 |
| Relleno | 150 |
| Máquina de cierre | 150 |
| Enfriador | 75 |
| Lavador de botellas | 100 |
| Caldera | 100 |
| Objetos variados como cuchillos, cubos, mangueras, etc. | 225 |
| Total equipo | $2,000 |
Costo de operación durante 60 días (50 días de operación)
15 días adicionales permitidos para instalación
| Costo de instalación | |
|---|---|
| Trabajo | $300 |
| Materiales | 200 |
| $500 | |
| Materiales | |
| 10,000 cajas de fruta a $1.00 | $10,000 |
| 200,000 botellas a 3 centavos | 6,000 |
| Tapas de corona a 36 centavos por gruesa | 500 |
| Etiquetas y pegamento | 500 |
| $17,000 | |
| Trabajo | ||
|---|---|---|
| Extracción, 4 hombres a $1.00 | 4 | |
| Trabajo de piso, 10 hombres a $1.00 | 10 | |
| Otro trabajo, 4 hombres a $1.50 | 6 | |
| 100 días de funcionamiento a | 20 | $2,000 |
Planta de vinagre
Uso del equipo de la planta de jugo para la extracción de chinas.
Planta de operación – el jugo de china se mezcla con el jugo de caña y se fermenta.
Capacidad de operación – 400 galones de vinagre al día usando 100 galones de jugo de china o 25 cajas.
| Equipo adicional | |
|---|---|
| Bomba de jugo | $150 |
| Tanques de fermentación | |
| 7 de 500 galones a $50.00 | 350 |
| Generadores, 2 a $100.00 | 200 |
| Trituradora de caña | 300 |
| Capital operacional y materiales | 3,000 |
| $4,000 | |
Planta de vino y cordial
Uso de equipo de la planta de jugo para la extracción de chinas.
Plan de operación – El jugo de china se fermenta y se añeja para obtener vino. El jugo fermentado se destila y el destilado de alcohol se usa para elaborar cordiales.
Capacidad de operación – 200 galones de vino o 75 galones de brandi o cordial al día.
| Equipo adicional | |
|---|---|
| 10 tanques de fermentación de 1,500 galones a $100 | $1,000 |
| Recipientes para añejar el vino y equipo diverso | 1,000 |
| 1 serpentín de enfriamiento | 100 |
| 1 alambique de 100 galones de capacidad de desbordamiento | 1,900 |
| Capital operacional y materiales | 2,000 |
| $6,000 | |
Costo total del proyecto, incluido el capital de trabajo durante 100 días.
| Planta de jugo de china | $27,500 |
|---|---|
| Anexo para planta de vinagre | 4,000 |
| Vino y cordial | 6,000 |
| Total | $37,500 |
Apéndice P – Plan para el establecimiento de criaderos de peces de agua dulce en Puerto Rico
Recientemente, el Dr. Samuel F. Hildebrand, ictiólogo principal del Negociado de Pesca, realizó un estudio cuidadoso de la fauna de peces de los cuerpos de agua dulce de Puerto Rico. Como resultado de sus investigaciones, el Dr. Hildebrand encontró que, con la excepción de algunos crustáceos, no hay verdaderas especies de peces de agua dulce en Puerto Rico y que los que ahora se encuentran en nuestros ríos son especies marinas que se han adaptado, poco a poco, a los hábitat o ambientes de agua dulce. Los numerosos ríos de la costa norte de la isla resultaron favorables para la producción de peces, mientras que los riachuelos de las montañas del interior se encontraron bien adaptados para el crecimiento de peces para la pesca deportiva tan deseables como la trucha arcoíris. Se importaron huevos de este género de truchas y unos 10,000 ahora están prosperando muy bien en un embalse construido para tal fin en el Bosque Federal de Luquillo.
Las condiciones generales para el establecimiento de una fauna apreciable de peces de agua dulce se consideran muy favorables. Dado que nuestros ríos están libres de verdaderos peces de agua dulce, ahora no hay especies indeseables en ellos; por lo tanto, podemos seguir adelante e importar solo los tipos más útiles como base para nuestra futura fauna de peces. Estos pueden elegirse considerando, sobre todo, su valor como caza y comida.
La importancia de propiciar un suministro de peces comestibles en nuestros ríos será evidente si consideramos que Puerto Rico importa cada año más de un millón de dólares en pescado y productos elaborados a partir del pescado, en su mayoría de Canadá en forma de bacalao seco. Esto constituye una parte importante de la dieta diaria de los trabajadores de nuestro país, que apenas pueden permitirse comprar carne, huevos, leche u otra fuente de alimentos ricos en proteínas. Es bien sabido que la dieta de los campesinos puertorriqueños es muy deficiente, no precisamente por la cantidad de alimentos consumidos, sino por ser desbalanceada. La gran deficiencia se debe a la falta de alimentos ricos en proteínas como la leche, los huevos y la carne.
Se considera que el establecimiento de una fauna de peces de agua dulce en nuestros ríos puede hacer mucho para paliar esta situación. Quizás, con el tiempo, los estanques de peces podrían establecerse y operarse a la manera de Java y las Islas Filipinas, donde se crían inmensas cantidades de peces comestibles.
Dado que el gobierno insular no tiene fondos disponibles para el costo inicial de una estación de crianza de peces, por la presente se solicita que se proporcione el dinero preciso para tal fin. Nuestro plan requiere una asignación de $29,700 para el primer año y otra anual subsiguiente de $16,600 por un período de cinco años. Después de este tiempo, el proyecto estará en marcha y el Departamento de Agricultura y Comercio podrá hacerse cargo del trabajo. Se ha creado una División de Pesca a tal efecto, dentro del presupuesto del Departamento. Creemos que, con la ayuda federal solicitada durante los primeros cinco años, se puede realizar un excelente trabajo de carácter permanente en este sentido, principalmente a favor de la clase más pobre de la isla.
El presupuesto adjunto se ha preparado con el asesoramiento del Negociado de Pesca. Por la presente, se somete con la solicitud de que se asigne a Puerto Rico una suma suficientemente grande para cubrirlo.
La asignación total sería la siguiente:
| Durante el primer año | $29,700 |
|---|---|
| Durante los cuatro años subsiguientes a $16,600 por año | 66,400 |
| Total | $96,100 |
Este trabajo será realizado en Puerto Rico por la División de Pesca del Departamento de Agricultura y Comercio en cooperación y con la asesoría técnica del Negociado de Pesca de Estados Unidos.
Presupuesto sugerido para la estación de crianza de peces de agua dulce en Puerto Rico
Personal, construcción, equipo y operación durante los cuatro años subsiguientes
Estimado, 1935
| Número | Salario | |
|---|---|---|
| Servicios personales: | ||
| Servicio profesional: | ||
| Director, División de Ornitología y Pesca | 1 | $3,000 |
| Biólogo | 1 | 2,400 |
| Servicio subprofesional: | ||
| Capataz de la estación de crianza de peces | 1 | 1,500 |
| Servicio de oficina, administrativo y fiscal: | ||
| Inspector de pesca | 1 | 1,500 |
| Oficinista | 1 | 900 |
| Total de empleados permanentes | 5 | 9,300 |
| Personal temporero (mano de obra) | 2,000 | |
| Total de servicios personales | $11,300 | |
| Construcción y operación de criaderos, estanques y equipo | 15,000 | |
| Equipo científico y de oficina | 1,000 | |
| 16,000 | ||
| Operaciones de campo: | ||
| Viaje y dieta para evaluaciones e inspecciones al abastecer los riachuelos | 1,200 | |
| Viaje y dieta de un experto de Estados Unidos y envíos de huevos y pescado de Estados Unidos | 600 | |
| Viaje del inspector de pesca | 600 | |
| 2,400 | ||
| Total durante el primer año | 29,700 | |
| Estimado de personal, operación y mantenimiento durante el segundo año: | ||
| Total de servicios personales | 11,300 | |
| Operación y mantenimiento del criadero | 2,500 | |
| Operaciones de campo | 2,800 | |
| $16,600 | ||
| Total durante los cuatro años | 66,400 | |
| Gran total para todo el proyecto | $96,100 |
Apéndice P-1 – Campaña para la erradicación de la garrapata del ganado
Ningún plan de rehabilitación agrícola podría considerarse completo sin incluir las disposiciones necesarias para la erradicación de la garrapata del ganado de Puerto Rico. Se reconoce que el daño que causa el insecto a nuestro ganado es enorme. La garrapata no solo es la portadora del organismo que produce la babesiosis, tan mortal para las razas de ganado importadas, sino que también constituye el mayor obstáculo para la ceba y crianza del ganado nativo que pasta en campo abierto. No hay fondos federales para este trabajo en Puerto Rico; por lo tanto, recomendamos que las asignaciones para esta campaña estén disponibles de los fondos de impuestos de procesamiento asignados a la isla. El país es tan pequeño que presenta un problema autocontenido y único. Una eficaz y bien planificada campaña de erradicación llevada a cabo por el Departamento de Agricultura insular con el asesoramiento y la cooperación de la Negociado Federal de Industria Vegetal tiene muy buenas posibilidades de éxito. Los beneficios aportados a nuestros agricultores por este tipo de campaña son evidentes y valdrán muchas veces los gastos incurridos por el trabajo. La erradicación completa de la garrapata del ganado en la isla será una forma permanente de ayuda rural muy necesaria.
La campaña de erradicación consistirá en los baños de inmersión obligatorios de todos los animales infectados con la garrapata –ganado, mulos y caballos– cada quince días. Posiblemente, hará falta regulaciones gubernamentales para establecer las cuarentenas indispensables y conseguir que los agricultores cooperen con este trabajo, pero todo esto se puede hacer bajo las leyes existentes. Si fuera necesario, no se encontrarían problemas para lograr que se promulgue la legislación requerida.
El siguiente presupuesto para una campaña de erradicación de garrapatas que se llevará a cabo durante un período de tres años amerita una recomendación enfática. Ha sido preparado con el asesoramiento del Dr. W. M. MacKellar, jefe de la División de Erradicación de Garrapatas del Negociado de Industria Animal, Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Presupuesto para una campaña de tres años para la erradicación de la garrapata del ganado en Puerto Rico
(Aprobado por el Negociado de Industria Animal)
| Personal: | |
|---|---|
| 1 director a cargo | $3,600 |
| 7 supervisores de distrito a $1,500 cada uno | 10,500 |
| 30 inspectores locales a $1,200 cada uno | 36,000 |
| 50 vaqueros a $1,000 cada uno | 50,000 |
| 2 taquígrafos a $1,200 cada uno | 2,400 |
| 2 oficinistas a $1,000 cada uno | 2,000 |
| $104,500 | |
| Tanques de inmersión: | |
| Construcción de 200 tanques de inmersión a $400 cada uno | 80,000 |
| Reparación de los tanques existentes | 10,000 |
| Solución de arsénico para 300 tanques (60 galones por año a 60 centavos por galón) | 10,800 |
| Reactivos químicos y equipos para análisis de solución de inmersión | 400 |
| 101,200 | |
| Gastos generales: | |
| Oficina | |
| Material de oficina (papelería, escritorios, máquinas de escribir, etc.) | 3,000 |
| Material de imprenta para propaganda (carteles, circulares, exposiciones de películas, etc.) | 5,000 |
| Gastos de envío y fletes | 2,000 |
| Telégrafo, teléfono y luz | 1,000 |
| Alquiler de oficinas | 2,500 |
| 13,500 | |
| Gastos de viaje | |
| Director, $100.00 al mes | 1,200 |
| 7 inspectores a $60.00 al mes | 5,040 |
| 30 inspectores locales a $40.00 al mes | 14,400 |
| 20,640 | |
| Gastos imprevistos: | 5,000 |
| Total de gastos generales | 39,140 |
| Total durante el primer año de la campaña | 244,840 |
| Durante el segundo año | |
| Eliminar la construcción de los tanques de inmersión | ($80,000) |
| Disminución a la mitad de la asignación para reparaciones. | (5,000) |
| (85,000) | |
| Total de la asignación durante el segundo año | 159,840 |
| Total de la asignación durante el tercer año | 159,840 |
| Costo total de la campaña de tres años | $564,520 |
Apéndice Q – Presupuesto tentativo para una campaña de tres años para la erradicación de la tuberculosis bovina
(Aprobado por el Negociado de Industria Animal)
| Salarios | ||
|---|---|---|
| Jefe de veterinarios, a cargo de la campaña | $2,600 | |
| 4 veterinarios auxiliares a $2,000 al año | 8,000 | |
| 4 asistentes junior a $1,000 al año | 4,000 | |
| 1 taquígrafo y oficinista | 1,000 | |
| Total de salarios | $15,600 | |
| Gastos de viajes | ||
| Veterinarios y asistentes | 10,000 | |
| Gastos generales | ||
| Material de imprenta y propaganda | 1,000 | |
| Papelería | 100 | |
| Gastos de envío y fletes | 500 | |
| Telégrafo y teléfono | 200 | |
| Total de gastos generales | 1,800 | |
| Equipo y accesorios | ||
| Etiquetas de oreja | 500 | |
| Tuberculina | 4,000 | |
| Equipos para la aplicación de la prueba | 300 | |
| Agujas y piezas adicionales | 50 | |
| Alcohol, algodón, etc. | 200 | |
| 4 equipos para autopsias | 100 | |
| Total de equipo y accesorios | 5,150[28] | |
| Imprevistos | 2,000 | |
| Las compensaciones por los animales de raza pura registrados a razón de $50.00 cada uno –otros a $20.00– se estiman en $1,600 al año, considerando que 40,000 vacas serían analizadas cada año y 4% serían positivas; calculando el 25% como razas importadas y el resto como ganado nativo de cuernos largos, los fondos de compensación necesarios serían los siguientes: | ||
| 400 razas mejoradas a $50.00 | 20,000 | |
| 1,200 vacas nativas a $20.00 | 24,000 | |
| Total para compensaciones | 44,000 | |
| Costo total de la campaña de un año | 78,550 | |
| Costo total de la campaña de tres años | $235,650 | |
Al presente, se calcula que el número de vacas lecheras en la isla es de 80,000. El XV Censo de Estados Unidos (1930) arrojó la cantidad de 78,412. Se estima que, debido al aumento en el número de vacas a causa de la llegada de nuevas novillas a la producción de leche, el total de vacas analizadas durante el período de tres años ascendería a 120,000. Así, el número de animales tratados por año para abarcar la isla tendría que ser de 40,000.
Apéndice R – Memorando de acuerdo
Memorando de acuerdo concertado entre la Comisión del Plan Puertorriqueño y el Negociado de Química y Suelos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Se sugieren los siguientes puntos como base sobre la cual la Comisión del Plan Puertorriqueño y el Negociado de Química y Suelos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos acuerdan cooperar para completar el estudio de suelos de la isla de Puerto Rico.
- El Negociado de Química y Suelos acuerda proporcionar el número requerido de agrimensores capacitados junto con cuatro asistentes que serán seleccionados localmente, para completar el estudio de suelos de Puerto Rico dentro de un período de diez meses, a partir del 1 de julio de 1934.
- El Negociado de Química y Suelos proporcionará un inspector para correlacionar los tipos de suelo de las áreas en las que se han trazado mapas con los que se encuentran en otros lugares, para preparar los informes necesarios y supervisar el trabajo.
- El Negociado de Química y Suelos acuerda preparar copias de los mapas de campo para entregar a la Comisión copias en blanco y negro de los mapas y copias multigráficas de los informes inmediatamente después de la finalización del trabajo de campo.
- El Negociado de Química y Suelos acuerda proporcionar a la Comisión del Plan Puertorriqueño copias impresas de los informes de campo en su totalidad, junto con copias finales de los mapas impresos una vez que estén completos.
- La Comisión del Plan Puertorriqueño acuerda financiar este proyecto por una cantidad que no exceda los $35,000, excepto por los costos finales de impresión mencionados en el párrafo cuatro.
- La responsabilidad y autoridad de los detalles técnicos de la obra será del Negociado de Química y Suelos. Las sugerencias de la Comisión con respecto a cualquier diferenciación especial que deba hacerse las llevará a cabo, de la mejor manera posible, el Negociado de Química y Suelos.
| Fecha | 23 de mayo de 1934 | R. Menéndez-Ramos |
| Miembro de la Comisión del Plan Puertorriqueño | ||
| Fecha | 23 de mayo de 1934 | Carlos E. Chardón |
| Miembro de la Comisión del Plan Puertorriqueño | ||
| Fecha | 23 de mayo de 1934 | R. Fernández-García |
| Miembro de la Comisión del Plan Puertorriqueño | ||
| Fecha | 23 de mayo de 1934 | Henry G. Knight |
| Jefe, Negociado de Química y Suelos | ||
| Aprobado: | ||
| R. G. Tugwell | ||
| Secretario, Departamento de Agricultura |
||
| Fecha | 23 de mayo de 1934 | |
Apéndice S – Proyectos médicos, nutricionales y parasitológicos
(Preparados por la Escuela de Medicina Tropical)
Tratamiento, control y erradicación de la Schistosomiasis mansoni en Puerto Rico (Fasciola hepatica en los humanos)
Propósito
Esta enfermedad es un factor económico importante aquí en la isla, puesto que más del 10% de las personas en las áreas infectadas están incapacitadas para trabajar.
Antes de emprender medidas de salud pública definitivas para el estudio del control y el tratamiento masivo de la enfermedad, sería muy importante determinar los métodos de acción adecuados. Se podría demostrar que la erradicación del huésped intermedio (el caracol de agua) resolvería el problema de una manera más económica y sencilla que el tratamiento masivo.
Esta enfermedad se encuentra principalmente en la región costera de la isla, donde el mayor porcentaje de la población reside en un área muy irrigada para el crecimiento de la caña de azúcar, como lo demuestran las encuestas ya completadas por la Escuela de Medicina Tropical. Se recomienda que se elija un distrito para un experimento minucioso que se extienda por un período de tiempo que incluiría: (1) una encuesta de incidencia de la enfermedad, (2) el porcentaje de caracoles infectados en áreas de riego, (3) el problema de erradicación de los caracoles, (4) el tratamiento y control de los individuos infectados.
Este proyecto tiene una doble ventaja en el sentido de que, en caso de que se encuentren posibles métodos de erradicación de los caracoles, tenemos de inmediato a nuestra disposición un medio para el control y prevención de la Fasciola hepatica del ganado, las ovejas y las cabras, que es un gran problema económico en Puerto Rico. Esta enfermedad es tan predominante en la parte norte de la isla, que es casi imposible criar cabras en esa sección. La salud general del ganado infectado por este parásito afecta gravemente la producción de leche y carne. Se estima que aquí en la isla alrededor del 10% de los hígados del ganado infectado contienen este parásito y, por lo tanto, deben ser destruidos.
Costo
El costo estimado de este proyecto para el tratamiento, control y erradicación de la Schistosomiasis mansoni en una zona limitada es de $15,000.
El costo estimado del proyecto de estudio del control y erradicación del parásito hepático del ganado, las ovejas y las cabras es de aproximadamente $20,000.
El costo total de los proyectos sobre estos dos parásitos, incluido un estudio parasitológico general de la isla, sería de alrededor de $40,000.
Un estudio de las propiedades medicinales de las plantas autóctonas de Puerto Rico
Propósito
Determinar si existen plantas medicinales, actualmente desconocidas para la ciencia médica, en la isla de Puerto Rico y aislar los principios activos si se encuentran, y estudiar sus propiedades farmacológicas y químicas en animales de experimentación.
Como todos los países, Puerto Rico tiene sus remedios herbarios locales. No es ilógico suponer que de tal investigación podrían obtenerse algunos medicamentos nuevos y valiosos, que podrían conducir al cultivo de plantas medicinales para el consumo en Estados Unidos.
Costo
Este proyecto, que incluirá los sueldos de los químicos farmacéuticos y toxicólogos, conllevaría aproximadamente $15,000 por un período de cinco años.
George W. Bachman,
Director de la Escuela de Medicina Tropical
Estudio del valor nutricional de los alimentos autóctonos con referencia especial a la composición química, el contenido vitamínico y los efectos fisiológicos
Propósito
Dado que Puerto Rico importa entre el 50% y el 75% de sus necesidades alimentarias, el problema está vinculado al de la economía. Estamos importando los alimentos energéticos más baratos, arroz y habichuelas, y surge la pregunta de si los alimentos cultivados en la isla son adecuados para subsanar las deficiencias de los productos importados. Esta pregunta solo puede responderse mediante un estudio más a fondo de las plantas alimenticias autóctonas.
Surge una pregunta adicional: ¿podemos cultivar aquí de manera rentable aquellos alimentos necesarios para complementar adecuadamente nuestro suministro de alimentos, si aún no se han cultivado? Esta pregunta es en gran parte agrícola, pero está directamente relacionada con el conocimiento que solo se puede obtener a través de la cooperación del Departamento de Agricultura de la Universidad de Puerto Rico y el trabajo nutricional de la Escuela de Medicina Tropical.
Costo
Este proyecto ha costado durante los últimos cinco años un total de $36,000. Con los productos químicos y los aparatos a la mano, este proyecto podría estudiarse en su totalidad por la cantidad de $25,000, prolongándose por un período de tres años.
La influencia de la nutrición en la tuberculosis experimental
Propósito
Demostrar si los factores dietéticos, como la vitamina B1 o B2, etc., desempeñan algún papel en la tuberculosis experimental.
El trabajo ya en proceso, en cooperación con los departamentos de bacteriología y patología, indica que ciertos factores dietéticos pueden afectar el curso de la enfermedad. Este problema es de considerable importancia y afecta directamente la salud pública aquí en la isla. Cabe señalar que ya el trabajo con animales de experimentación del Departamento de Química indica que la dieta desempeña algún papel en esta enfermedad.
Costo
El costo estimado, basado en 4 años de estudio extenso de los valores nutricionales de los alimentos, es de aproximadamente $15,000 por un período de tres años.
La incidencia del aborto endémico en el ganado y las cerdas y su relación con la infección humana y la salud pública
Propósito
Por experiencias pasadas, se sabe que la infección en el ganado en Puerto Rico es muy alta y está causando una gran pérdida económica al agricultor, además de la posibilidad de infección humana. En 1923, el Departamento de Bacteriología de la Escuela de Medicina Tropical llevó a cabo una encuesta que mostró que todos los rebaños que abastecían de leche a la ciudad de San Juan estaban infectados con Brucella abortus. La incidencia variaba del 20% al 30% en las distintas áreas.
Este proyecto conllevará:
- Un estudio completo de todos los hatos lecheros y áreas porcinas importantes.
- La inspección de leche en el distrito de San Juan.
- Estudios bacteriológicos de cepas aisladas y desarrollo de un método rápido para probar la infección en animales. (Este estudio, que ha estado en investigación durante algún tiempo, ya ha mostrado ser un método prometedor para un diagnóstico rápido).
Costo
Teniendo en cuenta investigaciones preliminares, el costo estimado de este proyecto ascendería a alrededor de $15,000 por un período de tres años.
Apéndice T – Carta de Jno. A. Fleming
JAF
WES
Copia para el Dr. Kenrick
Instituto Carnegie en Washington
Departamento de Investigación en Magnetismo Terrestre
5241 Broad Branch Road, N. W.
Washington, D.C.
2 de junio de 1934 (No. S‑1)
Dr. Carlos Chardón,
Rector, Universidad de Puerto Rico,
San Juan, Puerto Rico
Estimado Dr. Chardón:
Me he enterado de que el profesor G. W. Kenrick se está dirigiendo a usted en relación con la posibilidad de organizar un programa de investigación en radiotelegrafía en su Universidad.
El tema del profesor Kenrick es uno en el que este departamento está muy interesado, como lo demuestran las instalaciones de equipos especiales para registros fotográficos de las condiciones de la ionosfera en nuestros dos observatorios, uno cerca de Huancayo, Perú, y el otro cerca de Watheroo, Australia Occidental. El profesor Kenrick ha cooperado con nosotros en la instalación de aparatos similares durante el Año Polar Internacional en el Alaska Agricultural College and School of Mines, cerca de Fairbanks, Alaska. Por lo tanto, hemos tenido amplia oportunidad de ver el carácter y la calidad de los trabajos de investigación de los que es capaz y no dudamos en recomendar sus propuestas, así como a él mismo, a su consideración favorable.
En cuanto al valor científico del programa, que tiene en mente, no cabe duda, en vista de la importancia del estudio de las regiones superiores de la atmósfera, no solo en lo que respecta a las aplicaciones prácticas en la transmisión y recepción de radio, sino también en problemas de investigación asociados con las correlaciones de fenómenos geográficos, como el magnetismo y la electricidad terrestres, y las condiciones meteorológicas con los fenómenos radioeléctricos. La importancia de los campos en los que el profesor Kenrick se involucra y la estima en que su trabajo es valorado por las personas y organizaciones responsables quedan demostradas, de manera amplia, por el apoyo financiero que le conceden las subvenciones del National Research Council, el Permanent Science Fund y el Rumford Fund de la Academia Estadounidense de las Artes y las Ciencias, así como las ayudas otorgadas por nuestra propia institución.
Dado que hay un observatorio magnético de la costa de Estados Unidos y el Servicio Geodésico cerca de San Juan, tendríamos la ventaja de asegurar los datos geográficos necesarios para usar en el programa de radio sin costo adicional.
Confiando en que podrá aprovechar esta oportunidad de promover el esfuerzo científico y la investigación.
Atentamente,
(Firmado) Jno. A. Fleming
Director Interino
Apéndice T‑1 – Carta de G. W. Kenrick
7 de junio de 1934
Memorando para: Dr. C. E. Chardón
De: Dr. G. W. Kenrick
Asunto: El uso de métodos de radio para la ubicación de huracanes.
De acuerdo con su solicitud y mi carta del 4 de junio de 1934, presento este informe preliminar en relación con la radiogoniometría.
Principio general y procedimiento: Hasta donde se sabe, el método más exitoso empleado para la ubicación de estática asociada con perturbaciones de tormenta utiliza varios radiogoniómetros con amplia separación, que dan una indicación visual de la dirección de cada choque estático recibido. Por medio de un sistema apropiado de intercomunicación (telegráfico o preferiblemente telefónico) se anota el rumbo de cada choque estático individual que es observable al mismo tiempo en los diversos puntos, y se determina la posición de origen mediante métodos de triangulación comunes. El equipo para este sistema se desarrolló, por primera vez, en Inglaterra y el método se ha empleado allí con considerable éxito.[29]
El equipo modificado y mejorado está ahora en proceso de desarrollo aquí en Estados Unidos, pero conozco solo una instalación que hasta ahora se ha operado de manera constante.[30], [31] Esto, por supuesto, no permite la triangulación o rumbos de tres puntos. El problema del desarrollo de este sistema para la ubicación de huracanes tropicales en las cercanías de Puerto Rico puede dividirse convenientemente en tres partes.
- El desarrollo o adquisición de varias unidades de radiogoniómetro para usarlas en los métodos de triangulación.
- El desarrollo o adquisición de una red de intercomunicación adecuada, con el fin de que permita realizar observaciones simultáneas en puntos de observación muy separados.
- La ubicación de los puntos de observación, la coordinación de las observaciones y la pronta recolección de los datos obtenidos con las perturbaciones meteorológicas.
Ahora, reseñaré brevemente el estado actual de estos problemas:
- Hasta donde se sabe, ha habido seis unidades de radiogoniometría del tipo Watson Watt en Estados Unidos, es decir, tres unidades originales del tipo Watt compradas por la Marina, dos unidades rediseñadas desarrolladas en el Laboratorio de Investigación Naval y una configuración especial hecha por AT & T Co. en Houlton, Maine.28, 29 La construcción de otras unidades por parte de la Marina está a la espera de un estudio de investigación adicional sobre el problema del mejor diseño. Este estudio está ahora en progreso en el Laboratorio de Investigación Naval. Uno de los propósitos del viaje que propuse a Washington, que involucra un servicio de reserva del que suscribe en el Laboratorio, es determinar en detalle el estado actual de esta investigación y ver si es posible obtener el préstamo de equipo para estudios adicionales en Puerto Rico y puntos de triangulación asociados. El costo estimado del proyecto propuesto depende, en gran medida, de si el equipo adecuado está disponible en este momento para prestarse o si será necesario comprarlo. El estimado tentativo presentado en mi carta anterior para el desarrollo del proyecto suponía que se podría efectuar un préstamo adecuado de equipo.
- Con el fin de llevar a cabo observaciones simultáneas en puntos muy separados, es necesario disponer de un radiotelégrafo o transmisor telefónico de considerable potencia que permita una intercomunicación rápida y perfecta. Las instalaciones telefónicas son preferibles para este propósito. Se cree que las instalaciones de telégrafo pueden asegurarse mediante un préstamo, pero se piensa que el desarrollo de un circuito radiotelefónico independiente de gran potencia es muy deseable para este trabajo.
- Como resultado de conferencias ya efectuadas o pendientes, he sugerido varios puntos en los que se pueden comenzar observaciones de triangulación. La selección de los puntos a elegir finalmente forma parte del programa preliminar propuesto. Se espera que el trabajo de coordinación y la dirección de la recolección y correlación de datos se pueda llevar a cabo con la estrecha colaboración de la Universidad de Puerto Rico y mía.
Gastos estimados. Se espera que los gastos de este proyecto se mantengan bajos en las primeras etapas de su desarrollo mediante el préstamo apropiado de equipos e instalaciones para que el sistema finalmente funcione y pueda aprovechar la experiencia inicial. Un estimado muy aproximado de la distribución de costos para las distintas partes de este programa de cinco años es el siguiente:
| I. 4 unidades de radiogoniómetro $5,000. | $20,000 |
|---|---|
| II. A. Transmisor y receptor de intercomunicación (estación de control de San Juan) | 20,000 |
| B. Problemas técnicos y de instalación asociados con los problemas 1 y 2. | 10,000 |
| III. Cargos de personal de cinco años por enlace y la toma y la reducción de datos. | 50,000 |
| Total de cinco años | $100,000 |
Programa inmediato. Se sugiere que durante el próximo año se intente el siguiente programa:
- Adquisición (si es posible mediante préstamo) de equipo de observación adecuado.
- Selección de observadores cooperantes, distribución e instalación de equipo para proporcionar al menos tres puntos de observación.
- Construcción y prueba de un sistema de intercomunicación adecuado.
- Pruebas y observaciones preliminares durante la temporada de huracanes de 1935.
Es imposible hacer un estimado muy exacto del costo de este proyecto propuesto durante el año fiscal 1934-1935 hasta que determinemos, de manera más definitiva, en qué medida el equipo y la cooperación necesarios para el programa se pueden obtener mediante un préstamo o una donación. Tentativamente, sin embargo, se cree que al menos $10,000 o $15,000 se podrían utilizar de manera efectiva. En particular, el problema 2 no presenta dificultades técnicas únicas, y se puede emprender, de inmediato, el trabajo hacia un transmisor de intercomunicación adecuado. Puede ser de interés notar que dicho transmisor no estaría limitado en su aplicación a este proyecto, sino que también sería de gran valor durante períodos de emergencia como los asociados con huracanes u otros desastres.
Respetuosamente sometido,
(firmado)
G. W. Kenrick
Notas
[1] El Apéndice A demuestra el incremento aterrador de la población, con un aumento en veinticinco años de un 20.4 a un 39.0 en la tasa de nacimientos y una disminución de 36.7 a 22.4 en la tasa de mortalidad.
[2] Nota del editor: el texto original no hace una enumeración como la que aquí hacemos con el fin de facilitar la lectura.
[3] El Apéndice B demuestra cómo en un año normalmente bueno como el de 1927-28, a pesar de un balance aparentemente favorable de $14,688,000, el déficit neto de la cuenta de ingreso “internacional” fue de $10,357,000.
[4] Los apéndices C y D son de interés en relación con el comercio de Puerto Rico. El Apéndice E demuestra las importaciones de productos animales y vegetales. El Apéndice F demuestra la importación de arroz entre los años 1914 y 1932.
[5] Esta suma incluye las 803,000 toneladas de nuestra cuota de exportación más el consumo local.
[6] Al calcular el costo de la Granja de Servicio no se incluye el precio de la tierra, toda vez que esta fue obtenida por permuta. Calculando que se establezcan por lo menos 10,000 estancias, será necesario montar por lo menos cuarenta granjas centrales de servicio (un promedio de 250 estancias para cada Granja de Servicio). El costo total de las granjas de servicio asciende a $300,000.
[7] Se espera que estos obreros trabajen a un jornal más bajo puesto que se utilizarán en la construcción de sus propias casas.
[8] Tendremos 7,500 granjas de subsistencia en las tierras marginales más 2,500 granjas en otras tierras compradas.
[9] Calculamos para la zafra de cinco meses y medio o 24 semanas, equivalentes a 120 días de trabajo. Con un promedio de salario de $1.00 al día, este sería $120. Durante la época del paro, calculamos que los jornaleros trabajarán 40 días lo cual, a razón de 75 centavos diarios, representa $30.00 de ingreso adicional. Por tanto, el ingreso de $150 por jornales será el jornal por 160 días de trabajo.
[10] Hemos calculado aproximadamente que el trabajo en la construcción de los centros sociales, vaquerías, etc., será equivalente al de construcción de 500 casas pequeñas.
[11] Estos trabajadores recibirán 90 centavos porque están en condiciones distintas a las de aquellos bajo período de prueba para ir a colonizar las granjas de subsistencia.
[12] Nota del editor: la cifra que aparece en el informe original es 2,600,000, cantidad que no incluye los 500,000 asignados a los anticipos a los colonos para la construcción de sus hogares. Si esta cantidad no se incluye, se descuadra el cálculo. Véase la sección titulada “Desarrollo de los Centros de Colonia” arriba.
[13] Nota del editor: la cifra que aparece en el informe original es 224,000, cantidad que no incluye los 500,000 asignados a verjas y misceláneas. Si esta cantidad no se incluye, se descuadra el cálculo. Véase la sección titulada “Granjas de subsistencia” arriba.
[14] El área dada aquí es el área total, pues el área de tierras exclusivamente no puede obtenerse.
[15] No ha sido informado por separado.
[16] Nota del editor: el informe original omite “Federal” pero lo hemos añadido por cuestión de uniformidad.
[17] Ibid.
[18] Ibid.
[19] Véase el Apéndice I.
[20] Véase nota 16.
[21] Nota del editor: la cifra que aparece en el informe original es de $5,000 pero tiene más sentido en el contexto que fuera $5,000,000.
[22] En este y en subsiguientes párrafos, hemos copiado sin reservas de un memorándum sometido al gobernador Winship por el Lcdo. Miguel Guerra-Mondragón el día 5 de marzo de 1934.
[23] Nota del editor: el informe original lee $360.00 pero si sumamos los costos arriba mencionados (150,000 + 10,000 x 2 + 150,000 + 20,000 x 2) obtenemos $360,000.
[24] Nota del editor: el informe original lee $562,520.00 pero este es el total que indica el Apéndice P-1
[25] Nota del editor: el informe original lee $228,450 que no corresponde al total que indica el Apéndice Q ($235,050) en el informe original ni tampoco corresponde al total correcto. Véase la corrección indicada en la Nota 28.
[26] Estimado, excepto para los años del censo.
[27] Ningún movimiento de especies informado durante 1928.
[28] Nota del editor: el informe original lee $4,950 pero la suma correcta debe ser la que aquí se expresa. Esto altera el costo total de la campaña de un año (que leía 78,350) por $200 y el costo total a tres años (que leía 235,050) por $600.
[29] R. A. Watson Watt y J. F. Hord. “An Instantaneous Direct Reading Goniometer”. Journal of the Institute of Electrical Engineers. Londres, 64 No. 353, p. 611.
[30] S. W. Dean. “Correlation of Directional Observations of Atmospherics with Weather Phenomena”. Proceedings Institute of Radio Engineers. Vol. 17, No. 7, pp. 1185-1191, julio de 1929.
[31] A. E. Harper. “Some Measurements of the Directional Distribution of Static, Proceedings Institute of Radio Engineers. Vol. 17, No. 7, pp. 1214-1224, julio de 1929.